El Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires dictó la conciliación obligatoria en la empresa Anselmo Morvillo, cuyas autoridades anunciaron el cierre de la planta impresora ubicada en Avellaneda y el despido de 200 operarios bajo el argumento en la caída de la producción del 63 por ciento y la pérdida de numerosos clientes.
En este sentido, los representantes de Federación Gráfica Bonaerense señalaron que la justificación de la compañía fue basada en “una situación de crisis que, en definitiva, busca descargar sobre las espaldas de las familias trabajadores que a lo largo de más de medio siglo de existencia productiva permitieron que la empresa fuera líder en la actividad gráfica”.
Asimismo, denunciaron que Anselmo Morvillo incurre en un “lock out patronal” ante la cartera laboral bonaerense, por lo que las autoridades intervinieron al pedir la audiencia de acercamiento.
También, convocaron de “manera urgente a un Plenario General de Delegados y Delegadas para implementar la solidaridad activa en defensa de la fuente de trabajo y el rechazo a las políticas de destrucción de la industria nacional y ataque de los derechos laborales y sindicales que lleva adelante el gobierno encabezado por el presidente de la Nación, Javier Milei”.
Por su parte, la Comisión Interna de la gráfica Anselmo Morvillo llamó a “la solidaridad del movimiento obrero, especialmente al gremio gráfico", para respaldar "la lucha por la continuidad de la empresa y la defensa de los empleos".
Por eso, decidió la permanencia indefinida en la fábrica ante "el avance de una crisis que amenaza con sumar otro cierre a la larga lista de empresas que han cesado sus actividades en el último tiempo".
Además, alertó sobre versiones que circulan en torno a posibles inversionistas interesados en la fábrica, pero que exigirían "despidos masivos, recortes salariales y la eliminación de beneficios laborales”.
El anuncio de la compañía
Los propietarios de la firma señalaron que el cierre se debe a "una reducción del 63 por ciento en su volumen de producción", atribuida a "la pérdida de clientes clave, el aumento en los precios de los insumos y la exigencia de pago anticipado del papel".
En el comunicado, se refirieron a los empleados como “colaboradores” y manifestaron su agradecimiento por “los esfuerzos compartidos durante tanto tiempo”.
De esta manera, desde la Dirección de la empresa anunciaron que “con una tristeza difícil de describir tenemos que contarles que ya no podemos seguir adelante”.