En medio de la disputa por la recuperación salarial, que el gobierno festejó pero los gremios y un reporte pusieron en duda, el Ministerio de Capital Humano convocó formalmente al Consejo del Salario. Mediante un decreto, se habilitó a la subsecretaría de Relaciones del Trabajo a llamar a las partes a discutir entre otras cosas un nuevo valor del mínimo, vital y móvil, que se actualizó en noviembre pasado, y que hacer las veces de termómetro del mercado laboral argentino. lo llamativo del anuncio es que mientras los funcionarios laborales destacan que los ingresos de los trabajadores “le están ganado” a la inflación, abre esta nueva convocatoria, sin pedido formal del sindicalismo, una forma de admitir que hay un retraso por lo menos en esta categoría. A partir de esta convocatoria, las tres centrales obreras comenzaron a discutir la propuesta que llevarán ante las empresas y el oficialismo, que podría estar consensuada en la previa.
El tema central que hay detrás de esta negociación es que el actual valor del salario mínimo está “bastante por detrás” de la canasta básica, e incluso de la canasta de indigencia. Los antecedentes en la era libertaria tienen cierres por decreto ante la falta de acuerdo, siempre con números cercanos a lo propuesto por las patronales. Los datos marcan que la caída desde diciembre del 2023 hace pensar que el mínimo “está virtualmente congelado”.
Mediante una disposición de la secretaría de Trabajo, se convocó oficialmente al Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil. Así, gremios y empresarios se verán las caras este martes 29 de abril, con el objetivo de definir un nuevo piso salarial., que actualmente, el salario mínimo no llega a los 300 mil pesos.
A partir de las 12:30, mediante plataforma virtual, será el primer encuentro. Asimismo, habrá otra sesión programada para ese día a las 14 horas. La Comisión del Salario Mínimo, Vital y Móvil y Prestaciones por Desempleo se reunirá previamente, también de forma virtual a las 10 horas, para avanzar en la determinación del mínimo y de los montos mínimos y máximos de la prestación por desempleo.
Así quedó establecido en el texto oficial publicado en el Boletín Oficial, que indica que “resulta pertinente decidir la convocatoria a sesión plenaria ordinaria” del órgano, así como disponer la convocatoria a reunión de la comisión establecida oportunamente. En tanto, Claudia Testa, la subsecretaria de Relaciones del Trabajo, fue designada como presidenta alterna del consejo.
Más allá de las formalidades, lo que más peso tiene es el nuevo nivel del salario mínimo. El nuevo monto que se defina actúa como parámetro no solo para la fijación del sueldo base, sino que también incide en el piso de los haberes jubilatorios, el valor del seguro por desempleo, y actúa como variable ordenadora para el cálculo de las asignaciones y del Impuesto a las Ganancias.
Por eso la importancia. Por el momento, ni la CGT ni las dos fracciones de la CTA adelantaron su postura, pero Data Gremial puso saber que es posible que se busque “una postura común”. “Las dos CTA vienen trabajando en unidad, no sería raro que vaya con un pedido común”, dijo una de las fuentes consultadas.
Hasta ahora, hubo algunos contactos informales, ya que Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores, está en un congreso internacional. Pero la idea es sumar fuerza en un reclamo único. “El año pasado se llegó con pedidos por central, y en la mesa de discusión se acordó una postura única, este año puede pasar lo mismo”, agregaron las fuentes.
Antecedentes
La última vez que se reunió el Consejo del Salario fue en diciembre del 2024. En esa oportunidad no se logró un acuerdo y el Gobierno terminó definiendo por DNU un aumento –lo que en términos técnicos se llama laudar –del 9,30 por ciento en el piso salarial, repartido en cuatro tramos: diciembre, enero, febrero y marzo.
De esta manera, el salario inicial pasó de 271.571 a 279.718 pesos en el último mes del año pasado para los trabajadores mensualizados, mientras que en enero alcanzó los 286.711 pesos, en febrero subió a 292.446 pesos y en marzo escaló hasta 296.832 pesos. En cuanto a los empleados jornalizados, la hora aumentó de 1.357,86 a 1.399 pesos en diciembre, mientras que en lo que va de 2025 subió a 1.434 pesos en el primer mes del año, a 1.462 pesos en febrero y a 1.484 pesos en marzo.
El valor del mínimo de casi 300 mil pesos es el dato clave para esta cumbre. Es que incluso con una inflación que mermó su espiral de aumento en el segundo semestre del 2024, la suba de menos de 10 puntos no pudo hacer nada ante el incremento del IPC, y menos en el actual repunte. “Hoy el mínimo no alcanza ni para llegar a la canasta de indigencia, que está en 500 mil pesos. Es decir, no alcanza ni para comer, ni cerca se está”, marcó otra fuente consultada. Por eso, una idea que circula es pedir una recomposición que equipare estos dos valores.
Congelamiento
El desfasaje actual que tiene el mínimo, vital y móvil fue considerado como un “virtual congelamiento”, ya que desde que comenzó el gobierno de La Libertad Avanza el deterioro del mínimo, que lleva varios años, se intensificó. Con el modelo que lleva adelante Javier Milei.
En este contexto, el Centro CIFRA viene advirtiendo sobre la “pérdida brutal de poder adquisitivo” desde diciembre de 2023. “En octubre del año pasado el poder de compra del salario mínimo fue 39,9 por ciento menor que en noviembre de 2019, al final del gobierno de Cambiemos, y 54 por ciento menor que noviembre de 2015”, sostuvo en su último reporte la entidad, que reporta a la CTA de los Trabajadores. “El retroceso histórico es tan grande que el valor real del salario mínimo ya es inferior al vigente durante la mayor parte de la década de 1990 y en la crisis final del régimen de convertibilidad, cuando esta política se había abandonado como herramienta para determinar pisos salariales e impulsar una menor desigualdad salarial”, advirtió CIFRA.
Lam aceleración de la pérdida del poder adquisitivo se dio notablemente desde diciembre del 2023, en especial a en los seis primeros meses. En este sentido, la CTA Autónoma estableció en mayo del 2024 el deterioro del salario base por efectos de la inflación y la recesión y subrayó que “en comparación con noviembre 2023 (previo al salto devaluatorio promovido por la nueva gestión) experimentó una caída real del 27 por ciento”.
La comparación anual con marzo de 2023 registra “una pérdida real de 24,8 por ciento, y acumula una caída del 36,4 por ciento en relación a diciembre de 2019, un 46,7 por ciento en relación a diciembre 2017 y 51,4 por ciento en relación a diciembre 2015”. Los peores momentos fueron en 2018, 2019 y 2020, donde el mínimo perdió más de 10 por ciento su poder adquisitivo.