Durante toda la semana, hubo negociaciones de todo tipo en La Plata para destrabar el pago del bono salarial, tanto a nivel provincial como en las comunas. El anuncio de Sergio Massa del domingo pasado generó una insólita disputa dentro del oficialismo, ya que muchos gobernadores del peronismo se niegan a sumarse a la iniciativa nacional, lo que enturbia la campaña electoral. En territorio bonaerense, Axel Kicillof prepara la ingeniería financiera para parar los 60 mil pesos, en el contexto de la reapertura de la paritaria estatal, que se complementarán para mejorar este mes los salarios de los trabajadores públicos.
Mientras, de reojo, espía como los intendentes reaccionan ante la presión de los municipales para ser parte del beneficio, algo que en una primera instancia tuvo más rechazos que respaldos. Con el posible anuncio de fondos para asistir a los distritos en problemas para pagar el bono se busca evitar la fuga, pero no hay certezas de la reacción de los jefes comunales.
Durante la semana creció la chance de que la provincia de Buenos Aires asista a los municipios que no puedan pagar el bono salarial. En este punto, en los medios circuló sobre recursos especiales por unos 12 mil millones de pesos de ayuda destinado a asistir a esos distritos. La idea es que una vez que se anuncie el pago del bono bonaerense los distritos se sumen. Pero la discusión no es fácil. Durante estos días, los intendentes se expresaron respecto a las posibilidades de afrontar este pago. Como un gesto político, en estos días Mario Secco, de Ensenada, y Fernando Moerira, de San Martín, fueron los primeros en anunciar que darán el bono, antes de que se confirme este fondo. Allí, se puede ver el componente político. Secco es parte de la llamada “mesa de Ensenada”, un espacio kirchnerista que suele criticar la falta de políticas redistributivas. Y en San Martín es referente Gabriel Katopodis, uno de los ministros más compenetrados con la campaña.
En tanto, los gremios están a la expectativa, y creen que los intendentes van a intentar frenar el pago de esa mejora, que consideran “muy necesaria” para los magros ingresos de sus trabajadores. “La verdad que no hay certezas, del fondo y de la voluntad de los intendentes de pagar”, le dijo a Data Gremial un dirigente de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO). Según la información que manejan en esa entidad, la más grande de la provincia de Buenos Aires, los intendentes “estuvieron llevando sus reclamos al gobernador, para que asista a quienes no puedan pagar, porque no quieren entrar en conflicto con sus gremios”. El problema parece ser que en muchos casos los distritos tienen los recursos, y buscaría igual que se financie desde provincia este pago adicional. En ese sentido, FESIMUBO alertó que los distritos “tienen plazos fijos” pese a lo cual van a pedir asistencia. “Mientras, el 95 por ciento de los municipales tenemos salarios por debajo de la canasta de alimentos”, se quejaron.
Rebelión PRO
En medio de las discusiones, los intendentes de Juntos por el Cambio se plantaron ante la propuesta, y anunciaron su rechazo. Capitaneados por el candidato a gobernador de la fuerza Néstor Grindetti, jefe comunal de Lanús, emitieron en la semana un documento donde recalcaron que “existe una imposibilidad de la gran mayoría de los gobiernos locales de dar cumplimiento a una medida de este tipo, sin afectar seriamente sus finanzas, en muchos casos, o directamente por carecer de dichos fondos en otros”. “Entendemos el efecto que busca este paliativo para atenuar la aceleración en el deterioro de los ingresos de las familias, producto de la devaluación reciente”, recalcaron, por lo cual pidieron “se disponga de un fondo extraordinario que permita implementar la medida en cada uno de nuestros territorios sin desfinanciar a los municipios”.
“Los más negacionistas del bono son los intendentes de Juntos por el Cambio”, insistieron desde la FESIMUBO. En algunos distritos, lo que intentan es adelantar la paritaria antes de que se defina el tema del bono, para evitar conflictos. Como ejemplo, desde el gremio municipal recordaron que el intendente de Luján, Leonardo Boto, acaba de dar un aumento de unos 80 mil pesos a sus trabajadores. Boto es del Frente de Todos. En el otro polo opuesto, en Lanús el ejecutivo en manos de Diego Kravetz se resiste a pagar. Allí, en el pago chico del candidato a gobernador PRO, la cuestión se vuelve más política que económica.
“Es lamentable la actitud del municipio, no quiere dar el bono no porque no tenga dinero porque tiene una buena recaudación, sino por una especulación meramente política”, se quejó Walter Pinto, dirigente de ATE en esa comuna. En diálogo con Data Gremial, recalcó que “eso es de una irresponsabilidad total, él mismo (por Grindetti) dice que la situación de los trabajadores es grave, pero lo dice como si fuera un relator de la realidad y no como alguien que puede resolver temas”. Este viernes, los trabadores de esa comuna realizaron una radio abierta frente a la Municipalidad para reclamar mejoras salariales. “Estamos pidiendo en primer lugar que se reabra la paritaria, porque el acuerdo salarial actual es muy bajo, con una suba del 26 por ciento que debe discutirse en octubre, queda muy lejos”, resaltó Pinto. “Grindetti se desentiende del tema”, afirmó el dirigente, que adelantó que lo del viernes fue “el principio de un plan de acción, evaluaremos si hay una respuesta para decidir cómo seguimos”.
Paritaria estatal
Mientras Kicillof analiza los fondos necesarios para asistir a los intendentes, con el otro ojo negocia con los gremios estatales la reapertura paritaria, que incluye discutir el tema del bono. Según las versiones que circulan, el gobierno provincial le habría ofrecido a los docentes y estatales bonaerenses de la ley 10.430 un incremento del 5 por ciento, el cual se sumaría al 15 por ciento de aumento pautado para septiembre en la última reunión paritaria, para así alcanzar un 90 por ciento en el tramo enero-septiembre.
Respecto al bono, como adelantó en la semana Data Gremial, los gremios consideran “necesario” el bono salarial anunciado a nivel nacional, y esperan respuestas de Kicillof al respecto. En los últimos días, los judiciales, docentes y estatales bonaerenses le reclamaron al gobernador que realice una “mesa de monitoreo urgente” para discutir un nuevo aumento salarial. En este marco, los sectores están a la espera del llamado a la reunión, que tendrá lugar en el Ministerio de Trabajo.