El oficialismo llega a las elecciones nacionales con las que se jugará su permanencia en el poder con una situación socio-económica compleja, con inflación récord y un nivel salarial por debajo del promedio de diciembre de 2019, pero tendrá como desafío poner en debate si habrá mayor o menor ajuste en los próximos años con el objetivo de “ordenar” las variables económicas.
El debate electoral pondrá este tema en agenda en las próximas semanas, más si se considera que el precandidato presidencial de Unión por la Patria es Sergio Massa, el ministro de Economía.
En este contexto, Luis Campos, titular del Observatorio de la Deuda Social de la CTA Autónoma, explicó a este medio que, si bien es cierto que el empleo viene creciendo, más allá del interrogante que abre el parate económico del segundo trimestre del año a causa de la sequía, “los salarios de abril cayeron tanto en el sector público con el privado contra una inflación del 8,4%. Si bien ésta no parece no tener riesgo de espiralizarse, tampoco ceder fuerte. En el mejor de los casos, el Gobierno llegará a las elecciones con los niveles salariales actuales, es decir, levemente por debajo de los niveles de diciembre de 2019”.
Suma de problemas
El problema que tendrá el exFrente de Todos es que deberá enarbolar alguna explicación en cuanto a que no pudo revertir la brutal caída en los ingresos que registró el paso de Cambiemos por el poder y que se había propuesto solucionar en la anterior campaña presidencial.
Al hablar de las bajas históricas que registran los ingresos de los trabajadores, Campos indicó que hasta el momento el oficialismo ha convalidado “la caída de más de 20 puntos en los salarios registrada durante el macrismo”.
En tres años y medio no hubo recuperación y sí una leve caída: con los datos de abril, comparado contra diciembre de 2019, el salario privado está 1,4% abajo y el público 0,8%. En los informales es más difícil de calcular porque los datos vienen con un rezago de 6 meses y con alta inflación se distorsiona todo”.
Con todo, el sector de los trabajadores no registrados viene padeciendo la subida fenomenal de los precios porque, por su propia característica, cuenta con menos herramientas para defenderse del alza del costo de vida.
Otro los temas que deberá sortear Massa es el dato duro del IPC, que en su gestión “le da peor al que tuvo (Martín) Guzmán” en su paso por Economía. Si bien el funcionario tiene para mostrar buenos datos de empleo esto no sólo debe a las políticas activas en rubros como la industria o la minería sino también que, por el tema cambiario e inflacionario, la mano de obra “está barata” en una “economía relativamente cerrada” que hace que en algunos sectores haya escasa competencia.
La “encrucijada”
El gran desafío que tendrá UP será contrastar con la oposición el necesario “ordenamiento económico” que deberá afrontar la administración que comenzará a gestionar el próximo 10 de diciembre. “Se debe discutir cómo se distribuirán los costos sociales que podrían ocasionar estas medidas”, abundó Campos.
El gran debate estará centrado en cómo evitar que el sector más postergado de la sociedad “pague” un eventual ordenamiento de las cuentas y de las variables macro.