Cuando en campaña el ahora presidente electo Javier Milei habló de cerrar el CONICET, la comunidad científica reaccionó, y repudió esta posibilidad. Pero las alertas realizadas no alcanzaron para frenar el vendaval de votos, que lo llevarán a la Casa Rosada el 10 de diciembre. Por eso, trabajadores y científicos del principal centro de formación e investigación del país decidieron esta misma emana realizar asambleas para analizar la situación y preparar “medidas de resistencia” ante el posible avance del gobierno sobre la entidad.
A los dichos sobre privatizaciones, que comenzarían con la empresa de satélites ARSAT, se le sumó otra cuestión: el presidente electo puso en duda de alguna manera el pago de los aguinaldos en la administración pública, algo que generó alarma en todo el sistema científico, que depende esencialmente del estado nacional. El malestar fue notable en las reuniones, que seguirán en todo el país en estos días. Lo extraño es que circuló un informe que asegura que los empleados del sistema de ciencia en el país votaron al libertario, en un número que supera el 50 por ciento, lo que es toda una paradoja.
Los científicos y trabajadores del CONICET realizaron esta semana diversas reuniones y asambleas para discutir la situación luego de las elecciones, y en especial por los fuertes indicios de ajustes y recortes que dio el presidente electo en sus primeras declaraciones. La principal tuvo lugar en el Polo Científico y Tecnológico del barrio porteño de Palermo, donde hubo expresiones de preocupación por el futuro del sector. “Estamos promoviendo asambleas en la Ciudad de Buenos Aires y a lo largo y ancho de la Argentina, preocupados por algunas declaraciones en torno a todo el Estado nacional, y en particular a lo que hace rato en torno al rol del CONICET como uno de los organismos centrales de la comunidad científico-tecnológica”, le explicó a Data Gremial el referente de ATE-CONICET Juan Manuel Sueiro. En este sentido, en las asambleas de este miércoles se declaró “el estado de alerta y movilización”, y se adelantó que la idea es “acompañar todas las medidas que se tomen tanto en CABA como en el resto del país por la dirigencia nacional”.
“En nuestro caso particular estamos pidiendo que se sancione de manera urgente la ley que otorga derechos laborales a los becarios del organismo, y la incorporación a la carrera de investigador de los seleccionados en el concurso del 2022, y que por diversos motivos vinculados con lo administrativos no fueron incorporados”, remarcó Sueiro. Otro pedido de los integrantes del CONICET es la prórroga de becas en el caso de que se sigan trabando los ingresos. Además, en la discusión surgió el tema de la ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, aprobada a comienzos del 2021.
“Este es un mecanismo que por lo que se está planteando el presidente electo puede darse de baja, como se quiere hacer con las obras públicas, nos alarman los dichos de Daniel Salomone, quien sería el encargado de estar al frente del CONICET”, dijo el referente de ATE. Ante esto, Sueiro remarcó que “vamos a tomar las medidas que sean necesarias, queremos generar un ámbito de discusión para todos los escalafones del organismo, para respetar nuestros derechos establecidos”.
El aguinaldo en duda
Cuando se llamaron a las asambleas de becarias, científicos y trabajadores nucleados en ATE-CONICET, los temas centrales eran los cierres de las dependencias estatales, incluyendo la degradación del Ministerio de Ciencia, los despidos masivos y el posible cierre de la entidad. a esto se le sumó una amenaza inmediata: en declaraciones televisivas, Milei puso en duda el pago del aguinaldo de fin de año. Así lo expresó un directivo del CONICET que estuvo en la asamblea del Polo Científico, que sin vueltas dijo, según los testimonios recogidos: “la situación es muy grave, probablemente no puedan cobrar ni siquiera el aguinaldo, en diciembre”.
En una entrevista con un canal televisivo, el presidente electo tuvo palabras que pusieron en duda el pago de fin de año. “Si recaudamos 100, no vamos a gastar 120. No vamos a gastar más de 100. Recortarán lo que tienen que recortar. Alberto se va a desligar de eso, eso es algo que tengo que enfrentar pero hay que ir al equilibrio fiscal. En el primer año queremos alcanzar el equilibrio fiscal y eso no es negociable”, dijo Milei, respecto a ciertas obligaciones que tiene el Estado, como el Sueldo anual Complementario o SAC. Por eso, los investigadores y trabajadores quieren medidas antes del 10 de diciembre, que incluyan el compromiso que se afecten las partidas para esos sueldos, algo que el gobierno entrante podría cambiar.
Paradoja
El rechazo a las políticas de Milie, adelantadas en campaña y transparentadas en estas horas, generan un rechazo masivo en el sector científico. O eso se podría pensar. Pero circula por estas horas un trabajo que analiza los votos del balotaje, que asegura que más de la mitad del personal vinculado al complejo científico argentino votó la opción libertaria. Según la encuestadora Prosumia, que en la previa a la segunda vuelta proyectó que Milei ganaría por 11 puntos, usó esa información para determinar a qué se dedican los votantes, en general. En esa aproximación estableció que los “profesionales científicos e intelectuales” votaron un 52,6 por ciento al libertario. Si bien estas proyecciones son especulaciones, no dejan de sorprender.
En este sentido, el trabajo, al que tuvo acceso Data Gremial, recalcó que Milei “recogió el 50, 8 por ciento de las preferencias en asalariados, 47,4 en jubilados y pensionados, 63,5 en cuentapropistas y 50,9 en informales. El total de estas cuatro categorías suma un voto consolidado de 52,5”. Por jerarquía, “La Libertad Avanza obtuvo en esas elecciones la preferencia del 52,6 por ciento de los directores y gerentes, el 56,8 de profesionales científicos, el 54,2 de técnicos y pofesionales de nivel medio, el 51,6 del personal de apoyo administrativo, el 58,7 de los trabajadores de servicios y vendedores, el 48,5 de los trabajadores agropecuarios, el 89,4 de los militares y el 52,3 de operadores y otros oficios. En esos segmentos, el promedio le da 52,5 por ciento”. Sergio Massa compensó en trabajadores de enseñanza, sector público e información y comunicaciones.