La semana pasada, de manera sorpresiva, la conducción de Aerolíneas Argentinas informó que abrió un plan de retiros voluntarios, que apunta especialmente a unos 8 mil empleados que están en condiciones de sumarse a esta iniciativa. Luego de varios años sin este tipo de propuestas, la compañía de bandera informó que se trata de un “plan de retiro gratificado” que “se abonará en un plan de pagos mensual, equivalente al 50 por ciento de antigüedad en años al momento de la firma”. Por ejemplo, si el empleado “posee 20 años de antigüedad, se abonará en 10 pagos mensuales”. La decisión se dio luego que tres sindicatos del sector realizaron un paro por la falta de acuerdo salarial, ya que la firma mantiene el techo de las paritarias que impulsa en todo el Estado nacional el gobierno de Javier Milei: del 12 al 16 por ciento según el caso. Estos dos factores ponen en alerta a la dirigencia sindical, que cree que la idea de la actual gestión es “precarizar” la empresa, para facilitar la idea de máxima de la gestión libertaria: privatizar la empresa de bandera. En materia de puestos laborales, tercerizados que cumplen tareas en distintas áreas operativa ya denunciaron despidos, lo que anticipa un panorama complejo en materia de empleo.
El plan retiros voluntarios encendió la alerta sindical en el marco de las versiones de privatización de Aerolíneas Argentinas por parte del gobierno nacional, que no oculta su objetivo de sacarse de encima la empresa. La misma es parte de las listas de firmas públicas que la gestión libertaria quiere o bien pasar a manos privadas o cerrar, como ya dijeron varios funcionarios. Por eso hay temor que comience un proceso de “achicamiento de la empresa”, que justifique la venta a capitales privados. “Quieren precarizar Aerolíneas Argentinas para justificar su venta”, sostuvo un dirigente del sector, ante la consulta de Data Gremial, que marcó que “van a ponerle trabas a la empresa para que opere con normalidad, y así cuando tenga muchas dificultades decir ‘vieron que hay que privatizar’”. En pocos días, hubo dos noticias que alimentaron estas versiones. Una, el paro de la Asociaciones del Personal Aeronáutico (APA), Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), quienes vienen pidiendo recomposición salarial, luego del fracaso de la última reunión donde recibieron una “magra propuesta de la Secretaría de Trabajo”, que terminó con el plan de lucha.
El otro tema que hace pensar en esta estrategia es el anuncio del lanzamiento del plan de retiros voluntarios. En este sentido, el titular de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano, reveló que se enteraron de la noticia “por los diarios” y adelantó que pedirán una reunión para saber a qué sectores abarca el retiro, a cuántos trabajadores y en qué condiciones. Lo mismo harán otros sindicatos del sector. Otra cuestión que genera preocupación es el intento de imponer un nuevo modelo en la actividad aerocomercial, como la que intentó en su presidencia Mauricio Macri y se llamó “la revolución de los cielos”, que fomentó la operación a través de empresas “low cost”. En este punto, la empresa Flybondi operó un alto porcentaje de sus vuelos desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, debido a que cuenta con su propio servicio de rampa en el aeropuerto y en algunas estaciones aéreas del interior del país. Sin embargo, los gremios aseguraron que al menos dos vuelos no pudieron cumplir sus horarios por “diversos problemas”, lo que marcha que “el modelo de las ‘low cost’ que intenta imponer el Gobierno nacional no es la alternativa que dicen”.
Paro y polémica
La semana pasada, antes de conocerse el plan de retiros voluntarios, hubo un paro de los tres gremios mencionados, que reclamaron por una mejora salarial “urgente”. Esto generó la cancelación de varios vuelos, en especial en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. En la previa, hubo una serie de reuniones para intentar dar marcha atrás con la medida de fuerza. Hubo encuentros con autoridades de la empresa nacional, e incluso hubo un principio de acuerdo, pero a último momento fue desautorizado por la cartera de Hacienda. Por eso, los sindicatos aeronáuticos APA, APLA y UPSA responsabilizaron al ministro de Economía, Luis Caputo, de haber “frustrado el acuerdo al que de forma trabajosa se había llegado luego de varias horas con los funcionarios de Trabajo”, y acusaron al Gobierno de pretender “desacreditar, desprestigiar y acusar a los sindicatos de salvajes y violentos”.
“Había un principio de acuerdo para que los trabajadores aeronáuticos percibiesen un 16 por ciento de mejora salarial este mes y otro 12 por ciento en marzo, y casi estaba convenido con Trabajo, pero intervino Caputo y todo quedó en la nada. Ello demuestra quién conduce el país y que no existen interlocutores válidos para el movimiento obrero”, afirmaron. Esta actitud no sólo busca enfrentar a los usuarios con las entidades sindicales, como ya se hizo con el paro de maquinistas de trenes y el no dictado de la conciliación obligatoria, sino además “abrir el camino a la privatización
“La medida afectará a cerca de 24 mil pasajeros, de los cuales aproximadamente 18 mil son de cabotaje, 3 mil de destinos regionales y otros 3 mil de vuelos internacionales. Además, 10 mil pasajeros ya realizaron cambios voluntarios durante los últimos días”, indicaron desde la empresa. Por su parte, JetSMART canceló también “la totalidad de sus vuelos programados para ese día, con afectación para 8.300 pasajeros”. Por su parte, desde Grupo LATAM cancelaron todas sus operaciones desde y hacia Argentina para hoy, e informaron alternativas "para los pasajeros afectados por estas cancelaciones a las que pueden acceder ingresando a Mis viajes desde nuestra web", que incluyen "cambios de fecha/vuelo" sin costo y devoluciones.
Primeros despidos
En tanto, el panorama desalentador se completa con los primeros despidos dentro de la firma, en este caso en el sector tercerizado. Así lo denunciaron trabajadores de GPS, que presta servicios para Aerolíneas Argentinas, que el viernes pasado comenzaron una serie de medidas en defensa de sus puestos de trabajo. Como denunciaron los delegados de base, “los ataques en Aerolíneas Argentinas, en el marco del plan del gobierno para privatizarla, empezaron atacando a los tercerizados pero sabemos van a intentar avanzar sobre el resto”.
Además, denunciaron que “despidieron trabajadores/as con hijos con discapacidad, dejaron 40 familias en la calle. A esto hay que sumar el congelamiento salarial en los efectivos que derivó hace unos días en un paro con cancelación de casi 400 vuelos”. En la asamblea se hicieron presentes dirigentes y delegados de APA (personal aeronáutico de tierra), que vienen de un paro de 24 horas junto a otros gremios del sector. También referentes de otros gremios, asambleas populares y del sindicalismo combativo. Al mismo tiempo, se conocía otra noticia que confirma que el congelamiento salarial que motivó el fuerte paro del miércoles, así como estos despidos en GPS, son la primera etapa de un plan privatizador.
El achique en Aerolíneas Argentinas comenzó hace un tiempo. En enero pasado, por ejemplo, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) denunció que la compañía cortó el servicio de comida para los empleados, para los vuelos de cabotaje y a países limítrofes.