En pocos días, el Ministerio de Trabajo dictó varias conciliaciones obligatorias ante el avance de los desacuerdos entre gremios y empresas respecto de las discusiones salariales. El caso de la UOM, que finalmente llegó a un acuerdo aunque sigue discutiendo en la rama siderúrgica, y el SUTNA muestran que el repunte inflacionario del primer semestre del año está complicando las paritarias. En este contexto, la tendencia que deja el primer semestre marca que las negociaciones son cada vez más cortas, no hay un criterio uniforme ni un nivel salarial promedio. De esta forma, los convenios semestrales que se vieron al comienzo de 2023 dieron lugar a aquellos que se renuevan cada tres meses, siendo pioneros los mecánicos del SMATA, que ya en el verano de este año inauguraron esta modalidad.
Estas conclusiones son parte del último informe del Instituto de Estudios y Formación (IEF) de la CTA Autónoma, que analiza las principales paritarias firmadas en lo que va del año y realiza una especie de radiografía de las discusiones salariales. Además, se generan pautas para anticipar cómo será el cierre del año, que estará condicionada no sólo por la inflación, sino además por el proceso electoral. Además, se establecieron las pautas más altas, que marcan la vanguardia de estas discusiones.
El reporte del IEF de la CTA Autónoma explica las principales características de la discusión salarial en los primeros siete meses del año. “La aceleración de la carrera precios–salarios obliga a negociar acuerdos salariales cada vez más cortos y con porcentajes de aumento cada vez más elevados”, resaltó el trabajo, al que tuvo acceso Data Gremial. A su vez, se explicó, “ello genera que no exista una pauta relativamente uniforme y que se profundice la dispersión salarial, lo que afecta principalmente a aquellos sectores que cuentan con una menor capacidad de presión, ya sea por la situación económica que atraviesan ya sea por una mayor debilidad organizativa”.
Una de las características de estas paritarias es que su duración es muy variada. El instituto encuentra casos de acuerdos anuales con cláusulas de revisión a finales del año, como el que firmaron los trabajadores del seguro, a otras que “apenas acordaron aumentos por el primer trimestre de su ciclo paritario”, como el caso de los químicos, alimentación, cuero, prensa nacional, administración pública nacional. “En el medio algunas fueron renovando acuerdos trimestrales o semestrales, con resultado dispar; incluso en la industria metalúrgica la revisión del primer acuerdo incluyó una cláusula gatillo para el último trimestre del año”, describieron. En cuanto a los porcentajes firmados, se potencia la dispersión que ya se habían visto en los primeros meses del 2023. “Mientras algunas actividades han tenido incrementos de entre el 70 y el 85 por ciento, en otras esta magnitud se encuentra por debajo del 60 por ciento”, alertaron desde el IEF. Esta divergencia, se dijo, incluye “tanto en los aumentos que tuvieron lugar en lo que va del año como en el ciclo paritario 2023”.
Los mejores acuerdos
El informe del IEF hace una escala de los mejores acuerdos, para generar una especie de mapa de los convenios. En el caso de aceiteros, por ejemplo, la paritaria vigente para este año incluye una recomposición salarial del 79,9 por ciento hasta junio; en el caso de SMATA, el acuerdo cerrado fue del 51,7 por ciento, con una última cuota a pagar en julio. En cambio, la UTA selló un 102 por ciento hasta septiembre. Los otros gremios que también recibirán el último aumento durante el noveno mes del año son Comercio (56,6 por ciento), UOM (69 por ciento), o la UOCRA (57,9 por ciento).
Los buenos acuerdos además de empujar el promedio para arriba, sirven de una especie de mojón para negociaciones futuras. De esta forma, tratan de seguir el incremento de precios. En este sentido, de acuerdo a los datos de la serie estadística que publica el Ministerio de Trabajo, el RIPTE presentó una suba de 2,1 puntos contra la inflación en junio, aunque reflejó una caída de 0,7 por ciento interanual. La carrera entre precios y salarios se sigue acelerando. Ambos indicadores ya están ajustando al 115 por ciento interanual.
Tensión
Estas características de las discusiones paritarias le ponen presión a las negociaciones que están abiertas, o a aquellas que deben revisar el impacto de la inflación, por eso el IEF adelantó que “las perspectivas para los próximos meses preanuncian que la temporada alta de paritarias está lejos de haber terminado”. Por un lado, “la gran mayoría de las actividades tienen aumentos previstos hasta septiembre, lo que generará una fuerte presión para abrir las negociaciones luego de las PASO”. En este sentido, de los 27 sectores relevados por la entidad, “tan solo 4 tienen un horizonte de aumentos que va más allá de ese mes, mientras que el resto ya tiene sus acuerdos vencidos o a vencer en el cortísimo plazo”. Por otra parte, “nada indica que el ritmo de la inflación tienda a morigerarse en los próximos meses, lo que impulsará nuevos reclamos, incluso en aquellos sectores que tuvieron incrementos por encima del IPC en la primera parte del año”.
Una de las paritarias complicadas en la del SUTNA, el gremio del neumático, que viene de un antecedente complicado, como la crisis del 2022, donde se llegaron a más de una docena de paros, desabastecimiento de la industria automotriz y fuertes acusaciones entre las partes. Hasta ahora, hay conciliación obligatoria, que evita las medidas de fuerza mientras se negocia.
Este martes hubo una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo, donde no hubo acuerdo. según pudo saber Data Gremial, los representantes sindicales rechazaron la oferta empresarial, que consistió en una suba en cuatros tramos: 18 por ciento retroactivo a julio de este año; 17 por ciento en octubre; 18 por ciento en diciembre y 17 por ciento en febrero de 2024. En marzo del año que viene se realizará la revisión. La delegación del SUTNA consideró la mejora respecto a la anterior como “pequeña”, que hace “imposible de sobrellevar” para los trabajadores.
El rechazo generó alarma porque la tensión en el sector viene creciendo, y se teme una escalada que termine afectando el suministro de neumáticos. En este punto, para evitar llegar a eso, el SUTNA redobló la apuesta y afirmó que las empresas del sector “pueden pagar el aumento requerido”, por lo que le pidieron al Ministerio de Trabajo que obligue a las firmas a “abrir los balances y libros contables”, según marca la ley 25.877. Ante la falta de acuerdo se pasó a un cuarto intermedio y se volverán a ver las caras e próximo martes en el mismo escenario.