Más de 10 mil trabajadores textiles quedaron desocupados durante el cuarto trimestre de 2024 debido a la situación crítica que atraviesa la industria, la cual, en ese periodo, sumó doce meses consecutivos de caída.
De acuerdo a una encuesta por la Fundación Pro Tejer, el rubro sufrió una depresión en las ventas y la producción que se tradujo que, “durante 2024, el 65 por ciento de los encuestados tomó medidas que afectaron negativamente al empleo: cancelación de horas extras, despidos, suspensiones, adelanto de vacaciones y no-renovación de contratos, entre otros”.
El estudio arrojó también que el 47 por ciento de las compañías tuvo que despedir a obreros en diciembre de 2024, igual mes del año previo. Solo un 9 por ciento evidenció un aumento.
De esta manera, se desprendió que “esta cifra refleja una situación preocupante sobre todo cuando se observa que en el primer bimestre, el 20 por ciento de los casos relevados registraba menos puestos de trabajo”.
La entidad de Luciano Galfione mencionó que “en contraste con los récords de años anteriores, 7 de cada 10 compañías no realizó inversiones en 2024. Incluso, algunas cancelaron las que tenían planificadas”.
“Además, 6 de cada 10 no piensa invertir durante 2025, debido, fundamentalmente, al exceso de capacidad instalada en las fábricas y al riesgo de mayor competencia importada en un contexto de desregulación del comercio exterior”, informó.
Asimismo, los empresarios propusieron una reforma tributaria que brinde alivio fiscal a la producción, políticas de ingreso para mejorar el poder adquisitivo, impulsar el mercado interno y la instauración de programas como Ahora 12 y Cuota Simple.
En tanto, las autoridades nacionales pensaron que “la cancha no está desnivelada”, de hecho, el ministerio de Economía, Luis Caputo, sugirió “hay que bajar ambos y competir, para que la gente se beneficie con bienes de mejor calidad a mejor precio”.
Más propuestas
No obstante, el 87 por ciento de las empresas textiles consideraron que es menester obtener menores costos como el laboral, el impositivo, los alquileres y hasta financieros. Además, consideraron que, para este año, resultará fundamental nuevos mercados de exportación, mayor abastecimiento importado, calificación del personal y digitalización de procesos.
En tanto, manejan un cauto optimismo al proyectar una recuperación económica moderada que genera más consumo y recuperación de la actividad.
Las autoridades de Pro Tejer pusieron el foco en lo que creen que es “un exceso de capacidad ociosa que genera la disminución del ritmo de inversión y riesgo de cierre de establecimientos productivos en el mediano plazo”.
Impacto en la cadena de producción
Los coletazos impactan en toda la cadena de valor, como fabricación de hilados, telas, indumentaria y la comercialización de máquinas, insumos y bienes finales
“La mayoría de las empresas encuestadas, 6 de cada 10, vio reducidas sus ventas y su producción en un 16 por ciento interanual durante los últimos tres meses de 2024”, detallaron.
Luego, puntualizaron que “a su vez, el uso de la capacidad instalada cayó en el 64 por ciento de los casos relevados. En promedio, la retracción fue de 12 puntos porcentuales en comparación al mismo período de 2023”.
A modo de cierre, concluyeron que “las principales razones que, según 8 de cada 10 compañías, explican dicho escenario es la pérdida del poder adquisitivo de la población, cambios de participación de bienes importados en el consumo (4 de cada 10 empresas) y la apreciación cambiaria (4 de cada 10)”.