Todos los lunes, trabajadores del subte que se sospecha estuvieron expuestos al asbesto concurren al Hospital Británico para realizarse controles. Como parte de un registro creado para monitorear el impacto de este material cancerígeno en la salud de empleados y usuarios, concurren con la angustia que genera no saber si pasarán a engrosar la lista de afectado.
Lamentablemente, a medida que pasa el tiempo esta lista se amplía. Por eso, desde comienzos de este año, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) intensifica su campaña para que el gobierno porteño y la empresa concesionaria apuren las tareas para retirar las piezas contaminadas.
El pedido es que se tomen “medidas urgentes” que acortar el tiempo de exposición al material, ya sea a través de la compra de nuevo material rodante o reduciendo la jornada laboral. “Es como una pandemia el asbesto”, denuncian los metrodelegados, que aseguran que se necesita un “tratamiento integral” del tema, que incluya la mirada sanitaria de la cuestión.
En las últimas semanas, a través de paros rotativos y presentaciones en distintos ámbitos, como la legislatura de CABA, los trabajadores presionan a las autoridades para que se tomen medidas que fueron avaladas por la justicia, que ratificó hace unos días el amparo ambiental presentado.
“Estamos llevando los reclamos a todos los ámbitos que podemos, además de nuestras propuestas para frenar un tema que es muy preocupante como la presencia del asbesto en el subte”, sostuvo ante Data Gremial Francisco Ledesma, titular de la secretaría de Salud Laboral de la AGTSyP.
Sobre el plan de lucha que se intensifica, remarcó que “cada medida está pensada para perjudicar lo menos posible a los pasajeros, buscamos alternativas para afectar lo menos posible el servicio, lo que sucede es que las medidas son una herramienta, lo que queremos es que el gobierno porteño tenga la decisión política de comprar flota nueva”. Este martes se debía realizar una audiencia con funcionarios y la empresa Emova, que se suspendió por pedido de la firma, lo que generó malestar.
La primera denuncia sobre la presencia de asbesto se dio en 2018, luego de una investigación en España. Luego de negar la situación, hace un tiempo se admitió el tema, y se comenzó con el proceso de retiro. Hasta ahora, según la empresa, se retiraron 90 toneladas de material contaminado, y el gremio cree que faltan otras 300.
“Hay 10 empresas en CABA capacitadas para hacer las tareas, y sólo se contrataron dos. Si se tomara la decisión política y se sumarán las otras ocho, podría realizar tareas en simultáneo en trenes e infraestructura”, ejemplificó Ledesma sobre uno de los pedidos realizados.
El otro reclamo es la compra de flota nueva, que este año se iniciará a través de licitación internacional. “En marzo se iban a publicar los pliegos, pero estamos casi en junio y no hay avances”, se quejó el titular de la secretaría de Salud Laboral. La suspensión de la audiencia de esta semana, y la falta de avances en las tareas potencian las quejas. “No es coherente y serio que no se presente ningún plan”, dijo Ledesma al respecto.
Pedido de intervención
En este tiempo, el reclamo de los metrodelegados se tomó como un “tema laboral”, en el ámbito del Ministerio de Trabajo, pero el pedido es darle un tratamiento integral, que incluya la mirada sanitaria, fundamental por la evidencia presentada por el gremio.
“Todos los lunes se hacen los controles de las personas afectadas, y todos los lunes aparecen nuevos compañeros enfermos, tenemos seis pacientes con cáncer”, recalcó Ledesma. Según los datos provistos por la secretaría de Salud Laboral, además de los tres casos fatales hay 84 trabajadores con diagnosticados con “neumoconiosis por exposición al asbesto”, los seis pacientes oncológicos además de la primera pasajera afectada.
“Es un problema de salud pública en un medio de transporte masivo”, insistió el dirigente, que recordó que en estos días le pidieron al ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires Fernán Quirós que tome cartas en el asunto.
Mediante un documento, que lleva la firma de las principales autoridades del gremio, reclamaron “una urgente audiencia a efectos de exponer sobre la situación y requerir medidas urgentes de mitigación, atención y prevención, destinadas a los trabajadores que cumplen funciones en el ámbito del subte y premetro, a pasajeros y transeúntes, y a la población en general”.
En el pedido, al que tuvo acceso Data Gremial, se pide crear “un registro público con los antecedentes laborales vinculados a los trabajadores y trabajadoras actualmente expuestos al amianto”, además de la apertura de “una mesa de diálogo a efectos de abordar la problemática descripta”. “En su defecto, la omisión de atención y toma de medidas y políticas inmediatas, determinará responsabilidad personal de los funcionarios de las áreas correspondientes”, alertaron.
“Nos parece importante que el ministro de Salud se pronuncie al respecto, hasta ahora dijo nada, queremos que traiga a su equipo a la mesa de discusión y aporten sus miradas y posibles soluciones. Hasta ahora eso no pasa”, sostuvo Ledesma al respecto.
En este tiempo, el gremio viajó y recopiló trabajo de cómo otros países retiraron asbesto de subtes u otros medios de transporte o lugares públicos, para llevarlo a las distintas mesas de trabajo. Los ejemplos que se fueron dando incluyen operativos como los que se hicieron en Estados Unidos y Alemania, además de otras experiencias. “Les plantamos muchas posibilidades, si hay decisión política se puede hacer en la Ciudad de Buenos Aires”, recalcó Ledesma.
Audiencia
En el marco de esta campaña que se intensifica, este martes la legisladora Alejandrina Barry (FIT-U) organizó una audiencia donde expusieron ambientalistas y referentes de distintas organizaciones el problema sanitario del asbesto, Allí, la dirigencia de la AGTSyP presentó los principales avances de su lucha delos últimos cinco años, que incluye el pedido para que se aumente a dos francos semanales, que permite una menor exposición al material, además de reducir la jornada laboral.
Martín Paredes, conductor de la línea B de subte y enfermo de neumoconiosis desde 2020, agradeció el respaldo de los presentes en el encuentro ya que, dijo, “es necesario este apoyo porque enfrente tenemos intereses políticos que nos atacan permanentemente”.
Por su parte, Claudio Dellecarbonara, miembro del secretariado de AGTSyP, pidió por “un plan integral de desasbestización, el cambio de la flota y la reducción de la jornada laboral porque trabajamos en un ámbito insalubre”; al tiempo que afirmó que seguirán “haciendo lo que esté al alcance porque es una crisis sanitaria bajo tierra”. Barry explicó que la reunión apuntó a “rodear de solidaridad a las trabajadoras y los trabajadores del subte porque lo que acá está en juego es la salud y la vida de millones de personas”.