Pese al despliegue sindical, Milei consiguió el aval del Congreso para vetar la Ley de Movilidad Jubilatoria

Con el apoyo de algunos legisladores radicales más la abstención de otros, no se lograron los votos necesarios para rechazar la decisión presidencial, y se cayó la norma. Los gremios marcharon con críticas al gobierno. Dura represión luego de la votación.

Por Redacción

11 de septiembre de 2024

Con la presencia de varios sectores del movimiento obrero organizado, pero sin una convocatoria formal de la CGT, se realizó este miércoles una importante movilización para reclamar a los diputados que rechacen el veto presidencial de la Ley de Movilidad Jubilatoria, algo que finalmente no sucedió. Las columnas comenzaron a ocupar la Plaza de los dos Congresos cerca del mediodía, y se manifestaron hasta que la cámara baja ratificó la decisión del presidente Javier Milei de dar de baja la norma, que generaba una nueva fórmula para los pasivos. Durante la jornada, hubo duras críticas a las políticas libertarias. Como en el resto de las marchas anteriores, el cierre fue con una violenta represión policial, con heridos y detenidos.

La movilización fue convocada por algunos sectores de la CGT, las dos CTA y los movimientos sociales, que desplegaron su rechazo al veto de la ley jubilatoria. Las críticas también se extendieron a la realidad social en general y al ajuste en sus ingresos que sufren la mayoría de los trabajadores, a la que definieron como una “política de la crueldad”, como afirmaron en un documento previo a la marcha. “Hoy, el ajuste que castiga jubilados, universitarios, docentes y trabajadores, se manifiesta en el agravamiento de las condiciones de vida de nuestro pueblo. Esta política de la crueldad, se viene aplicando sistemáticamente desde que Milei asumiera su mandato a través del DNU 70/23, avasallando facultades no delegadas por el Congreso de la Nación”, sostuvieron las entidades.

Ya en la movilización, una de las columnas estuvo encabezada por Pablo Moyano, que pese a la falta de acompañamiento del resto del triunvirato de la CGT, se sumó a la jornada junto a dirigentes de su Frente Sindical para el Modelo Nacional. “Los importantes son los que vamos a estar en la plaza, no los que no van”, dijo en declaraciones radiales. “Lo importante es esta alianza con las dos CTA, con los movimientos sociales. Va a estar toda la CGT; quizás el consejo directivo no, pero van a estar los trabajadores”, agregó el referente camionero. Sobre la decisión de gran parte de la dirigencia gremial de no acompañar las luchas de los trabajadores en las calles, Moyano sostuvo: “Seguramente van a estar, si estuvimos ayer conversando con los gobernadores. Lo importante es lo que va a pasar adentro del Congreso. Los diputados tienen una oportunidad histórica de reivindicarse con la sociedad. Sino cargarán en su conciencia el daño que le han hecho a millones de jubilados”.

Las voces de la plaza

Por su lado, la CGT difundió un comunicado de prensa apoyando al reclamo de los jubilados, pero sin convocatoria efectiva a la marcha. Allí dice que la central “acompaña las movilizaciones que manifiestan su descontento en el marco legítimo y constitucional ejercicio del derecho a la protesta”. Como ocurrió con la ley Bases no movilizará, pese a que los reclamos de una reglamentación más benigna del capítulo laboral y de la modificación de la base imponible del Impuesto a las Ganancias no fue escuchada. Así como también “un aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil que se ha convertido en cada vez más mínimo, no vital e inmóvil”.

En las distintas convocatorias, se habló dela realidad de los jubilados y la necesidad de sostener esta y otras leyes a favor de los más vulnerables de la sociedad. En uno de los actos, Olivia Ruiz, secretaria de Previsión Social de la CTA Autónoma, sostuvo que “Milei ya está pagando en las calles, con las centrales movilizadas, el costo político de haber vetado, por un mínimo ingreso, lo que conquistamos los jubilados y jubiladas. Estoy muy orgullosa de ver a cada compañero y compañera presentes en este lugar, y los que ya no están, siempre estarán presentes en nuestra memoria”.

Por su parte, el gremio ATE realizó un paro nacional en consonancia con la jornada de lucha, y rechazó el veto a la ley jubilatoria. Las protestas se replicaron en simultáneo en las principales ciudades del país, y también se realizó en rechazo al intento de congelar los salarios en la administración pública y los más de 65 mil despidos que planea el gobierno a fin de mes. Además, los estatales y la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional de La Plata (ATULP) denunciaron que micros de ambas organizaciones fueron requisados en su viaje a la Ciudad de Buenos Aires desde la capital de la provincia de Buenos Aires. Fuentes allegados al sindicato docente de la UNLP confiaron ue los pararon en el Peaje Dock Sud y los hicieron volver a La Plata, producto del protocolo del Ministerio de Seguridad de la Nación, órbita que Patricia Bullrich. Por los detalles que alcanzó este medio, eran 10 micros que trasladaban militantes de ATE y otras dos unidades que concentraban a referentes de ATULP.

La votación

Mientras los manifestantes se concentraban masivamente en el Congreso, la cámara de Diputados ratificó el veto del presidente Milei a la ley de reforma jubilatoria sancionada por la oposición y que buscaba aumentar los haberes del sector previsional. El oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) consiguió avalar el veto presidencial con 153 votos afirmativos, 87 negativos y 8 abstenciones. Para alcanzar ese número fue clave el apoyo de la bancada del PRO y de un grupo de diputados de la UCR que en la víspera se habían reunido con Milei en la Casa Rosada.

Apenas se conoció la decisión, comenzaron los incidentes en la calle, con algunos manifestantes tirando piedras y una brutal represión de las fuerzas de seguridad, que en gran número se desplegaron en las afueras del Congreso. Los manifestantes, entre los que había jubilados y organizaciones políticas, fueron reprimidos con gases lacrimógenos por la Policía Federal después de haber tirado las vallas de seguridad que rodeaban la zona. En la represión con palos y gases sobre los manifestantes, las crónicas televisivas reportaron algunos heridos por golpes y el efecto de los gases. "Me costaba respirar, me picaba la garganta. Por suerte, me asistieron y me metieron en un bar", contó un jubilado a C5N, minutos después de la represión y reivindicó la jornada de protestas: "Nos tiraron gases, pero estoy de pie y voy a seguir luchando".