Tras el despido de 70 empleados de la avícola Granja Tres Arroyos en la planta ubicada en Entre Ríos, el Ministerio de Capital Humano -a través de la Secretaría de Trabajo- dispuso este lunes la conciliación obligatoria por un plazo de dos semanas y ordenó la reincorporación temporal por 15 días de todos los cesanteados. En total, la empresa habría mandado 350 telegramas y está trabajando al mínimo de su capacidad.
"Hay una conciliación obligatoria, que reincorpora a los trabajadores por 15 días. El artículo 4, que fue firmado por la Secretaría de Trabajo, intima a la empresa Granja Tres Arroyos SA, durante el período", señaló el periodista Andrés Lerner.
Con una facturación anual cercana a los u$s1.300 millones, Granja Tres Arroyos enfrenta serios problemas financieros. La suba de costos y el cierre del mercado exportador hacia China, a causa de un brote de gripe aviar en Argentina, han afectado gravemente a la compañía. "Argentina tuvo un problema sanitario por gripe aviar y por el momento no se reabrió el mercado", sostuvieron.
En diciembre de 2024, la empresa solicitó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo. En dicho marco, plantearon el posible despido de hasta 700 empleados o la implementación de medidas que incluirían la reducción de salarios mediante la eliminación de adicionales.
Desde la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación se manifestaron en contra de esta “actitud irracional”. “La Comisión Directiva de FTIA rechaza la actitud intempestiva, irracional y extorsiva del Establecimiento Granja Tres Arroyos que, tras sus intentos de solicitar la aplicación del Procedimiento de Crisis..” comienza el documento.
Y continúa: “..con el único objetivo de avanzar en la reducción del personal bajo la protección legal, medida que fue rechazada por el gremio, procedió al despido de más de 100 compañeros trabajadores de ese establecimiento, y en una abierta y desembozada actitud, redujo sueldos y amenazó con más despidos si no se aceptan las condiciones extorsivas”.
Desde el sector también hacen hincapié en que “en FTIA y los sindicatos de base que la integran, siempre ha prevalecido el democrático criterio de dirimir las cuestiones laborales en un marco de consenso de las partes”. En ese sentido, remarcaron que tomarán las medidas necesarias para defender los derechos de los trabajadores y de las familias, “oponiéndose a la ofensiva patronal”
Denuncian que quieren reducir el personal a la mitad
Miguel Ángel Klenner, secretario general de la Delegación Concepción del Uruguay del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA), afirmó: “Quieren reducir la plantilla de faena de 800 a 400 empleados, precarizando el trabajo”. En respuesta a los despidos, los empleados se manifestaron en la planta de Concepción del Uruguay convocados por el sindicato. La movilización buscó frenar las cesantías y visibilizar la crisis laboral que afecta a cientos de familias. Un operario despedido relató la situación que enfrenta: “Hoy vine como todos los días a las 3 de la mañana y me encuentro que tenía restringido el paso. Cerca de las 10 de la mañana ya tenía el telegrama en casa. Dentro de dos meses voy a cumplir 7 años en la empresa”, expresó y agregó que su salario ya había sufrido una reducción del 50% en los últimos meses.l.
Entre las opciones que barajaba la empresa, según fuentes, estaba el despido de 700 empleados o reducir los adicionales salariales equivalentes al 21% del sueldo.
Con ocho plantas de faena radicadas entre Argentina y Uruguay, cuatro en Buenos Aires, dos en Entre Ríos, una en Córdoba y una en Montevideo, Granja Tres Arroyos asumió su estado crítico.
El panorama incluye a sus instalaciones más afectadas como la planta de Ezeiza, adquirida junto a la operación de la ex Cresta Roja. En octubre de 2024 la compañía despidió a 200 de los 270 trabajadores de ese polo, adujo mermas de producción por la gripe aviar y la pérdida del mercado chino.
Otras empresas afectadas
Por lo pronto, la situación de SanCor parece ser cada vez más crítica. Actualmente procesa apenas 200.000 litros diarios y no consigue capital de trabajo para salir a flote. En este marco, su directorio inició un plan de reestructuración en el que decidió despedir a cientos de trabajadores que estaban bajo el régimen de "jornada libre", es decir que no trabajaban a tiempo completo o que ni siquiera tenían tareas asignadas.
"Por las razones de fuerza mayor ajenas a la voluntad de la compañía, que son de público conocimiento, prescindimos de sus servicios a partir del día de la fecha (Art. 247 LCT) indemnizaciones, liquidación final y certificados de trabajo – CFR Art. 247 a su disposición en términos de ley – Conste”, reza el telegrama que recibieron alrededor de 350 trabajadores de la empresa láctea que en las próximos días ejecutaría más despidos.
Actualmente la compañía tiene cinco plantas productivas pero solo tres están operativas, aunque trabajando al mínimo de su capacidad. Su directorio busca con urgencia sumar a un inversor pero lo cierto es que el escenario está cada vez más complicado para la empresa que llegó a ser una de las líderes nacionales en el negocio lácteo.