El anuncio del gobierno nacional de la suspensión de toda la obra pública, bajo el argumento que “no hay plata”, golpea al sector de la construcción. Desde la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) se convocó al Consejo Federal por la entidad ante la “delicada actualidad del sector”. En este contexto, se alertó que si no hay un cambio de rumbo, corren peligro unos 500 mil puestos de trabajo.
La reunión de emergencia de CAMARCO será el próximo jueves 1 de febrero con el objetivo de definir “líneas de acción”. El Consejo Federal de CAMARCO es el órgano superior de la institución, donde están representadas más de 1.400 empresas socias, de toda envergadura. Está integrado además por las delegaciones con sede en todo el país.
El encuentro se da en medio de una parálisis generalizada de la obra pública, con cerca de 3.500 proyectos inconclusos en todo el país, que ponen en riesgo la actividad de las 1.400 empresas asociadas en CAMARCO que dan empleo a más de 50 mil trabajadores. “El sector tiene además un efecto multiplicador sobre el empleo y la actividad económica general de más de 140 sectores productivos, de gran relevancia en todo el territorio nacional”, explicó la entidad gremial empresaria.
Grave situación
Durante el encuentro, convocado de manera extraordinaria por la gravedad de la situación, los consejeros expondrán “los problemas que afectan al sector, como la parálisis de la obra pública, el retraso de los pagos, el impacto de la elevada inflación y las altas tasas interés”.
Según la CAMARCO, la ecuación pone en riesgo la continuidad de muchas empresas, con la pérdida no sólo de capital sino también de los conocimientos productivos que ello implica, y el consecuente impacto sobre el empleo.
La entidad señaló que “un sinnúmero de empresas asociadas se encuentra en una situación límite que requiere definiciones de manera urgente, ya que el quiebre de la cadena de pagos pone a las compañías al borde de la desaparición en cuestión de semanas”. La convocatoria tiene como objetivo abrir un espacio de diálogo y acción conjunta entre los actores del sector, en busca de estrategias que permitan superar esta drástica situación y reactivar la obra pública en Argentina, apuntaron en un comunicado.
Mucha preocupación
Por su parte, el ex presidente de la Cámara Bonaerense de la Construcción, Andrés Domínguez, advirtió que la situación del sector es “alarmante” debido a que la mayoría de las obras públicas se encuentran “paralizadas”. “Pensar en un país sin obras públicas es una cosa que no entra en ninguna cabeza normal”, criticó y manifestó que están “muy preocupados”, ya que no reciben los pagos correspondientes.
Domínguez recalcó que “la situación es muy grave” y “se van a caer infinidad de empresas” ya que no sólo “no pagan” sino que sufren una “licuación”. Insistió luego en que recortar la obra pública es “terrible” ya que implica el “bienestar de la gente” al tiempo que señaló que “los que son matemáticos y no humanos dicen que un hospital no se puede tener y una escuela tampoco, porque son gastos”, mientras que para el sector de la construcción son una “inversión”.
“Le preguntaría al presidente de la Nación (Javier Milei) o al ministro de Economía (Luis Caputo), si en su cuenta, en su presupuesto, tuvo en cuenta cuánto cuesta un argentino que no va a la escuela y cuánto cuesta un argentino sin salud”, apuntó. Cuestionó que desde el Gobierno no obtienen respuestas, que “no escuchan” y consideró que “lo que se ha hecho matemáticamente es, nada más, inhumano”.