El secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata y Zona Atlántica (SECZA), Guillermo Bianchi, dialogó en exclusiva con Data Gremial e hizo un análisis del desafío del sindicalismo en relación a los cambios tecnológicos que impactan en el trabajo y los procesos productivos. Además de cómo la pandemia y la guerra reconfigura la realidad, y por ende, el mundo del trabajo.
En este marco, el dirigente gremial analizó los nuevos retos del sindicalismo en este contexto difícil: sostener el empleo en pandemia, teletrabajo y temas de género. Por otra parte, expresó su apoyo a la exploración petrolera off-shore, por la generación de empleo directo e indirecto que generaría en Mar del Plata y lo que significaría esto para la soberanía nacional energética.
“Para nosotros el desafío de las organizaciones sindicales vinculado a la enorme transformación tecnológica que está viviendo el mundo es un reto organizacional, no es solamente un asunto de comunicación”, comenzó afirmando Bianchi, quien remarcó que “el sindicalismo tiene el enorme desafío de acumular poder para generar nuevas conquistas en beneficio de los trabajadores”.
Y en este sentido, “hoy entienden (los sindicatos) al poder de la comunicación como un elemento central en la acumulación de fuerza para la disputa, en definitiva, de la distribución de la riqueza que se genera en el mundo globalizado que rápidamente se mueve hacia la economía financiera”.
En este marco, analizó que hoy “las naciones van perdiendo sus fronteras” y "ahora estamos ante un escenario nuevo mundial de la guerra lo que va a traer la conformación de nuevos bloques”, por lo que se preguntó: "¿Dónde está el mundo sindical ahí?, ¿Cómo intervino el mundo sindical? Y contestó: “Con instrumentos nuevos porque los primarios, que nunca van a dejar de ser el compañero, la lucha por los trabajadores y la presencialidad que son irremplazables, pero hoy la comunicación y el poder de las redes sociales comienza a tener preponderancia. La comunicación hoy es poder”, concluyó.
El desafío del sindicato 4.0
En esta sintonía, Bianchi reflexionó que hoy el desafío del dirigente sindical “es estar preparado para entender lo global y desde allí poder desarrollar políticas locales”. “No está más el dirigente que entiende su pequeño mundo, que lo hace empíricamente por lo que ha vivido, sino que un dirigente que entienda sociopolíticamente qué está ocurriendo en el mundo, en el sector del trabajo, las mutaciones que se vienen y cuál es el rol que se tiene en lo local”, agregó y definió: “Entender lo global para actuar en lo local”.
“Lo otro que nosotros tenemos que plantearnos es ¿para qué, para quién? Y ¿por qué comunicamos? Que eso es otro desafío conceptual que nosotros tenemos que hacer porque hay un límite muy fino que yo observo ya hace tiempo que es: nosotros lo que hacemos es acción gremial, no propaganda sindical y hay muchos que utilizan la propaganda sindical como el método para ser políticas sindicales”, apuntó.
En este sentido llamó a entender dónde radica la nueva representatividad que va a tener la gente, “porque si algo en el mundo está en crisis y se ve con los emergentes sobre todo el centro derecha en el mundo es la falta de representatividad de la gente y el mundo sindical también no está ajeno a eso”.
“Hay experiencias nuevas que hay que empezar a habituarse, analizar y a tomar decisiones, por ejemplo, el teletrabajo”, destacó por lo que sostuvo que ante las experiencias nuevas las leyes o los convenios deberán ser otros. “Eso es un desafío al mundo sindical porque el impacto de la tecnología sobre la vida y las instituciones es muy fuerte tanto como la vida de las personas, porque las instituciones son los reflejos de esas personas y hay un nuevo sujeto como trabajador”, señaló.
En esta línea, admitió que “el sujeto que nosotros entendíamos como el hombre del mameluco, como el trabajador industrial, como el hombre que sale a la mañana de su casa, que va y ficha y que vuelve y que le cuenta a su señora que estuvo con sus compañeros, va a existir”, pero remarcó que “empieza a ver nuevos escenarios y nuevos paisajes para los trabajadores entonces hay un nuevo sujeto y nosotros necesitamos empezar a componer porque también hay otra realidad”.
Nueva organización gremial: cambio generacional y rol de las mujeres
En otro orden, el gremialista hizo referencia al cambio de paradigma y la transición en la organización gremial y destacó que en la comisión directiva de su gremio se bajó el promedio de edad.
“Hoy hay una edad promedio de 50 años entre los dirigentes. Son todos compañeros en la generación entre los 30 y los 40 y 50 años”, destacó y también remarcó la perspectiva de género con “la incorporación de la mujer tras el cambio del estatuto”.
“Estoy hablando del año 2008 con el 30% de la participación en la Comisión Directiva con pleno poder de la mujer, eso también ha sido en términos organizacional un enorme avance porque nos permitió tomar decisiones acertadas en función de que el 50 el 47% del padrón son mujeres y nosotros si no tenemos la voz de la mujer en nuestra organización es imposible pensar de las políticas concretas”, agregó.
“Creo que viene todavía un poco más fuerte el tema de la mujer, el tema de la juventud, el tema de los medios que lo incorporamos para nosotros, es fundamental y hay un pasaje de transición entre lo viejo y lo nuevo”, remarcó.
En esta línea, habló de la transición justa que es un paradigma de la nueva diligencia que hay que tomarlo con mucha fuerza “porque hay que cuidar el mundo, si queremos tener trabajo”. En esta línea planteo el cuidado de la salud del trabajador en el ámbito de trabajo con la creación de un Comité donde trabajadores, empresarios y el Estado se sienten en forma tripartita a ver condiciones medio ambiente de trabajo incorporando un nuevo concepto que es el medio ambiente en los ámbitos.
En este sentido, planteo el impacto de la tecnología y el abandonar energías tradicionales. “Nosotros tenemos que trabajar en medio ambiente, el medio ambiente en los lugares de trabajo y en el medio ambiente fuera el lugar de trabajo porque nuestra comunidad vive en barrio marginales con problemas. Yo creo todo esto son temas que hacen los nuevos dirigentes y son las transiciones que estamos viviendo”, afirmó.
Por otra parte, el dirigente se refirió a la explotación de hidrocarburos offshore y remarcó que “hay que salir desde el orden binario” y reafirmó la postura a favor por parte de la CGT Regional Mar del Plata en pos de la generación de empleo y soberanía energética.
“Nosotros dijimos ‘no es petrolera sí, petrolera no’”, sostuvo Bianchi quien detalló que cuestionaron sobre “¿qué representa todo este mundo? La soberanía energética y ¿qué más? Cuáles son las probabilidades de que primero que haya petróleo, cómo se extrae ese petróleo, qué consecuencias puede tener”.
En esta línea fue que dialogaron con especialistas y empezaron a dar su mirada sobre los temas y entre las cuestiones, se planteó: Mar del Plata tiene como tres andariveles, primero lo que es la costa de Mar del Plata, que es este 20% que aporta el turismo de la ciudad. El segundo es la nuestro recurso ictícola y el tercero el recurso petrolero a 400 kilómetros la ciudad Mar del Plata y no a 12 km como están en Brasil que desde la costa ves la plataforma petrolera.
El dirigente resaltó que la actividad petrolera le permitió al gobierno de Lula incrementar el PBI per capital en Brasil de 300 dólares a 900 dólares por habitantes, “algo súper extraordinaria que le dio mucho poder en su momento al gobierno de Lula”.
En este sentido, aclaró que “entonces el primer cordón no se vería afectado bajo ningún punto de vista porque es muy improbable (así existiera un pequeño derrame petróleo) que llega a las costas de Argentina porque hay corrientes como la corriente Malvinas que pasa y arrastraría eso a otro lugar”. “Pero no está en discusión porque las empresas que los construyen nunca han tenido desastres de esta magnitud en los últimos -creo- que 50 años- como es Noruega", agregó.
En tercer lugar, bajo ningún punto de vista el recurso pesquero tendrá problemas. “Entonces en ninguno de los tres segmentos tendríamos nosotros problemas”, enfatizó.
En este sentido, hizo referencia entonces a cuál es la posibilidad de que exista petróleo en estas plataformas y lo otro es “si ese petróleo va a generar puesto de trabajo y cómo se retribuye lo que se genera”. “Y ahí es donde tenemos nosotros el debate y es que el trabajo sea calificado, porque hay que hacerlo que sea decente y que sea muy bien pago”, enfatizó.
“Mirá qué bien que nos vendría a nosotros la instalación de nuevos emprendimientos industriales, comerciales y productivos”, sostuvo y ratificó que “la CGT tomó la posición a favor de la exploración petrolera a 400 kilómetros de las costas”.
En esta línea, apuntó contra los ambientalistas que “no van a las Islas Malvinas". "Enfrente que están las torres de petróleo de Inglaterra y de Estados Unidos. Es porque son los que no quieren que nosotros seamos un país que tengamos soberanía energética”, analizó. “Se trata de un problema de la soberanía energética, que es un tema geopolítico y no de cuánto sale el barril de petróleo”, finalizó.