La crisis económica continúa afectando gravemente al sector industrial en Argentina, con el cierre de más de 16.500 pequeñas y medianas empresas (pymes) en lo que va del año, según informó el Frente Productivo Nacional. Los factores clave que explican esta difícil situación incluyen la caída del consumo interno, el aumento de los costos de los servicios públicos y la falta de competitividad en el tipo de cambio, lo que ha dificultado las exportaciones.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) estima que las ventas de las pymes comerciales cayeron un 13,2% en el último año, una cifra alarmante que refleja el impacto directo de la recesión sobre el consumo.
Este panorama se agrava con el cierre de aproximadamente 10.000 kioscos y almacenes, además de la pérdida de 160.000 puestos de trabajo en el sector. La crisis se intensificó en la segunda mitad del año, con 6.500 empresas adicionales que cerraron entre julio y octubre, sumándose a las 10.000 que ya habían cesado sus operaciones en los primeros seis meses del año, según la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC).
Impacto en el consumo y en la industria alimentaria
Uno de los sectores más afectados por esta caída en la actividad económica es el consumo de productos básicos. Por ejemplo, las ventas de carne vacuna cayeron un 12,3% durante los primeros nueve meses del año, alcanzando el nivel más bajo de las últimas dos décadas, según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra). Este descenso en el consumo de productos de primera necesidad refleja una profunda retracción del poder adquisitivo de la población.
Además, las pymes enfrentan un aumento significativo en los costos de los servicios y una carga impositiva que muchos empresarios califican como insostenible. Estos factores se combinan para crear un círculo vicioso, en el que la caída de las ventas lleva al cierre de más empresas, lo que a su vez reduce aún más el empleo y la actividad económica, empeorando la recesión.
La necesidad de una Ley de Alivio Fiscal para las pymes
Frente a este escenario, los empresarios del sector insisten en la urgencia de aprobar una "Ley Pyme" que proporcione un alivio fiscal y mejores condiciones para la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido avances significativos en el Congreso sobre este tema.
El único contacto directo entre el Gobierno y el sector pyme ha sido el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien se comprometió a trabajar en un Régimen de Incentivo y Generación de Ingresos (RIGI) para las pymes. No obstante, los empresarios advierten que este proyecto parece poco probable que se materialice a corto plazo.
Discrepancias en la visión económica
A pesar de la dura realidad que atraviesan las pymes, el presidente Javier Milei mantiene un discurso optimista sobre la economía, asegurando que "la recesión ha terminado y el país ha comenzado a crecer". En un reciente evento organizado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Milei destacó que la economía experimentará un crecimiento acelerado en los próximos meses. Sin embargo, estas declaraciones han generado escepticismo en el sector pyme, que enfrenta una realidad mucho más compleja.
Las estadísticas económicas respaldan la preocupación: en agosto, la economía registró una caída interanual del 3,8%, y aunque hubo una leve mejora de 0,2% en comparación con julio, el acumulado del año muestra una contracción del 3,1%. Esta tendencia de desaceleración económica sigue siendo un desafío para las pymes, que luchan por sobrevivir en un contexto de crisis.