Bajo la consigna “No al veto de la Ley de Financiamiento Universitario. Defendamos la universidad pública”, estudiantes, docentes, trabajadores nodocentes y vecinos llevaron a cabo este miércoles una masiva marcha y banderazo en defensa de la UNLa, en la previa de la segunda marcha federal universitaria que tendrá lugar el próximo miércoles 2 de octubre, en reclamo por la situación crítica que atraviesan muchas de las casas de altos estudios y para pedir que se actualicen por inflación los salarios y el presupuesto destinado para la formación académica de miles de alumnos.
Desde el mediodía, los manifestantes se convocaron en el acceso de Malabia y Alsina para marchar en dirección a la intersección de Uriarte con la avenida Hipólito Yrigoyen (sin cortar el tránsito), para luego regresar al punto de partida. Durante toda la protesta, además, cientos de automovilistas que pasaban por el lugar expresaron su apoyo con bocinazos y gritos de aliento.
Testimonios
Juan Donati, secretario general de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Lanús (ADUNLa), gremio de base de la FEDUN, comentó que la concientización de los estudiantes sobre la crisis universitaria es mucho mayor que la que había a principios de año.
“Tenemos una excelente relación con los estudiantes y tanto en abril como en el día de ayer pasamos por las aulas informando la situación e invitando a movilizarse para defender la Universidad. Meses atrás escuchaban pero en silencio. En cambio, ayer, en los tres turnos fue todo lo contrario: terminamos a los aplausos y eso también se demuestra en la cantidad de alumnos que vino hoy a la marcha”, graficó el dirigente.
También destacó el gran apoyo que el reclamo tiene por parte de la sociedad en general. “Hay un acompañamiento enorme. En la marcha del 23 de abril más de 2 millones de personas salieron a la calle para expresar que el pueblo no se resigna a no tener universidades”, a la vez que anticipó que “la movilización de la semana que viene vas a hacer nuevamente masiva”. “Acá no hay bandera política, la única bandera que hay es a decirle a (Javier) Milei que no vete una ley democrática, que defendemos las universidades y no vamos a dar ni un paso atrás”, concluyó.
Por su parte, Dulcinea Rosetto, presidenta de la Federación Universitaria de Lanús (FUNLa), dijo que esperan que la marcha del próximo miércoles “sea igual de masiva que la de abril” y que le parece que “los estudiantes tenemos la responsabilidad histórica de cuidar nuestras casas de estudios donde nos formamos para ser futuros profesionales y poner nuestros conocimientos al servicio de la Nación”.
También dijo que es importante acompañar “el reclamo de nuestros compañeros docentes y nodocentes de un salario digno” y que se siente “muy orgullosa de ver que en la comunidad se genera esta ola de apoyo al ver cómo en este reclamo”.
A su turno, Julián Di Silvestro, titular de la Asociación de Trabajadores y Trabajadoras de la UNLa (ATUNLa), sindicato enrolado en la FATUN, consideró que el veto a la Ley de Financiamiento genera un gran daño a las universidades, ya que es una herramienta que daría “una previsibilidad en términos financiero y nos permitiría a los trabajadores poder tener una recuperación, aunque sea mínima del todo lo perdido este año que es más del 50% de nuestro salario”.
Por otro lado, enfatizó que “estamos viendo un poco en el variopinto número de enemigos que el Gobierno ha construido cómo se va derrumbando ese discurso de la casta que era solamente una construcción retórica para garantizarle la rentabilidad a los grandes sectores del poder económico concentrado”.
En esa línea consideró que “el ataque a los jubilados, los sindicatos y las empresas públicas muestra un lineamiento ideológico: el gobierno no viene al déficit cero para poder llevarnos a un lugar mejor; lo hace para anular las políticas públicas y reducir las pretensiones y las aspiraciones del pueblo argentino. Y en ese sentido, la Universidad ha sido siempre el baluarte del ascenso social; la posibilidad del desarrollo de la familia, los hijos e hijas de los argentinos. Entonces creo que están tocando una piedra muy sensible y que, si no miden bien, evidentemente estamos en un punto de quiebre y que ya el relato no alcanza.