Crece la tensión en el conflicto entre Camioneros y Walmart tras el fallido encuentro convocado por el Ministerio de Trabajo. Por su parte, Hugo Moyano publicó un comunicado en el cual repasa la historia del empresario y explica la situación de los 500 trabajadores que se encuentran en una situación de incertidumbre laboral.
Al comenzar, el titular de Camioneros hace un repaso y señala que el grupo económico que lidera Francisco De Narváez compró Walmart por U$S 44 millones, y anteriormente fue dueño de la empresa Casa Tía la cual vendió en 1998 al Exxel Group por unos U$S 650 millones. “Dividimos al país en dos categorías: una, la de los hombres que trabajan, y la otra, la que vive de los hombres que trabajan. Está claro de qué lado está esta persona, que vende empresas por montos exorbitantes y las compra por chirolas”, disparó Moyano.
El reclamo que hace el gremio consiste en que, ante el cambio de empleador, a los trabajadores dependientes de la firma Walmart -quienes serán traspasados a un nuevo grupo empresario- les sean abonadas las correspondientes indemnizaciones, manteniendo su antigüedad a los efectos remuneratorios y demás derechos laborales adquiridos. “El reclamo de la indemnización a los trabajadores camioneros con la garantía de conservar sus puestos y la antigüedad no es caprichoso”, detalló Moyano, al tiempo que hizo mención de diversas empresas que “se han comportado responsablemente al momento de abandonar una operación, indemnizando a sus dependientes por el tiempo trabajado”.
“Es innegable que el grupo económico que lidera Francisco De Narváez ha actuado de manera cómplice con la empresa multinacional de capitales norteamericanos Walmart, sirviendo como comprador de su operación a precios prácticamente viles permitiéndole abandonar el país sin pagar las indemnizaciones de sus trabajadores”, explicó.
Para concluir, el dirigente aseguró que “las indemnizaciones son el único capital que los trabajadores han podido acumular con su esfuerzo, mientras los grandes grupos económicos engrosaban sus cuentas bancarias”, y concluyó: “Quizás a este empresario le pueda parecer fácil ‘mostrarse’ como peronista, pero no se puede ser peronista y vulnerar los derechos de los trabajadores”.