Según se confirmó, el Gobierno de Javier Milei avanzará en la reversión a la última reforma del Impuesto a las Ganancias por la cual cerca de 800.000 asalariados de mayores ingresos dejaron de quedar alcanzados por el tributo. Con el avance de la inflación y las negociaciones paritarias, los especialistas señalan que más de un millón de trabajadores volverá a pagar el gravamen, con el riesgo de que se les cobre el 35% sobre el total de su ingreso laboral.
El objetivo es aumentar la recaudación a partir de 2024, ya que según datos oficiales, la reforma aplicada implicaba una pérdida de $1 billón para las arcas del Estado Nacional y otro tanto para las provincias, ya que es un impuesto coparticipable y la administración libertaria no está dispuesta a compensarla con un tributo que afecte a los sectores más concentrados de la economía. En definitiva se decidió que un sector importante de los trabajadores registrados vuelva a pagar el polémico impuesto al trabajo. Es parte del ajuste que busca el ministro de Economía, Luis Caputo, para llegar al superávit fiscal lo más rápido posible.
El contador especialista en impuestos, Sebastian Dominguez, explicó: “En su momento dejaron de pagar cerca de 800.000 contribuyentes pero como los sueldos suelen ajustarse más que el Ripte, es probable que ahora se sumen más de un millón”.
¿Cuál es el piso salarial que volverá a quedar bajo Ganancias?
El CEO del estudio Lisicki Litvin & Asociados, César Litvin, explicó que, de volver al esquema vigente hasta el 30 de septiembre pasado, el piso por el cual se paga Ganancias “a partir de enero el piso va a pasar a $976.000 brutos para empezar a tributar. La Ley que intentan derogar contemplaba un mínimo cercano a $2,5 millones brutos para el año que viene. Todos los que estén en ese tramo van a pagar el 35 por ciento porque se establece un piso y no un mínimo no imponible que haría pagar solo por lo que te excedes”, agregó.
¿Quiénes pagan Ganancias hoy?
A través del decreto 473/2023, el ex ministro de Economía, Sergio Massa, había decidido a partir de octubre elevar el piso del mínimo no imponible para trabajadores y jubilados que perciban más de $1.770.000 mensuales o 15 salarios mínimos vitales y móviles (SMVM), medida que había eximido del pago de Ganancias a unos 800.000 contribuyentes.
Con la suba del salario mínimo, en la actualidad sólo pagan Ganancias aquellos que perciban salarios brutos de más de $1.980.000. Pero la normativa rige hasta el 31 de diciembre ya que a partir de enero de 2024 entraría en vigencia la ley 27725 sancionada por el Congreso.
¿Cuándo se cambió la ley del Impuesto a las Ganancias?
El pasado 29 de septiembre, y tras un debate que terminó con la entonación de la marcha peronista desde los palcos colmados de sindicalistas, el Senado sancionó el proyecto de ley del ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria Sergio Massa para que 800.000 trabajadores dejen de pagar el impuesto a las Ganancias.
La iniciativa, que Massa llevó como bandera en la campaña electoral, recibió 38 votos a favor, del Frente de Todos, tres socios fieles y cuatro peronistas disidentes; y 27 en contra, de Juntos por el Cambio y la schiarettista Alejandra Vigo.
Unos días atrás, la Cámara de Diputados había dejado una postal inédita en plena campaña electoral. El oficialismo, los libertarios con Javier Milei, la izquierda, el socialismo, el peronismo disidente y fuerzas provinciales habían aprobado juntos, tras un debate de casi siete horas, la reforma del impuesto a las Ganancias.
A pesar de que no faltaron los cruces y chicanas, el Frente de Todos consiguió darle luz verde al proyecto y girarlo al Senado con 135 votos a favor y 103 en contra. Massa festejó la media sanción desde uno de los palcos del recinto. Allí se ubicó entre los cegetistas Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, en medio de una ovación oficialista y abucheos opositores.
Recalculando
Todo eso quedó atrás. Milei ganó el balotaje, asumió la presidencia el el domingo 10 de diciembre y tres días después, anunció, a través de su ministro de Economía, Luis Caputo, un paquete de “urgencia” para ajustar a los sectores del trabajo.