Las negociaciones paritarias entre el Gobierno bonaerense y los gremios docentes y estatales volvieron a tensarse ante la falta de una propuesta salarial concreta, luego de la reunión informativa de la semana pasada, cuando funcionarios provinciales informaron la realidad de las cuentas bonaerenses. Mientras los sindicatos exigen “aumentos urgentes” y esquemas de actualización mensual, las autoridades provinciales aún no convocaron a una nueva reunión formal que destrabe el conflicto.
El Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) reclaman que se actualicen los salarios correspondientes a abril y que cualquier incremento se cobre con los haberes de mayo. La situación se complejiza por los plazos técnicos para la liquidación, que dificultan incorporar una suba de inmediato. Por eso, algunos gremios empezaron a advertir que podría implementarse una medida paliativa como un bono, aunque la mayoría de las organizaciones rechazan esa opción por considerarla “insuficiente y transitoria”.
La semana pasada se realizaron encuentros en el Ministerio de Trabajo con los gremios docentes y estatales, pero sin avances sustanciales. Aunque se discutió la situación económica, la gestión bonaerense no presentó ninguna oferta. Desde ATE, el secretario general Claudio Arévalo firmó una nota formal dirigida a la cartera laboral donde solicitó “con carácter de urgente” una nueva convocatoria paritaria. “El pedido obedece a la necesidad que tienen las y los estatales bonaerenses de percibir un aumento con el sueldo de abril o, al menos, que se arbitren los medios necesarios para hacerlo efectivo a la mayor brevedad”, expresó el documento.
Panorama complejo
El panorama se enrarece aún más por el contexto macroeconómico nacional. Tras el levantamiento del cepo cambiario, el tipo de cambio se disparó y provocó un nuevo salto inflacionario, particularmente en alimentos, transporte y servicios públicos. A esto se suma el dato de inflación de marzo (3,7 por ciento) y las proyecciones de abril, que podrían superar el 5 por ciento, según estimaciones privadas.
En este marco, los gremios ya no ven con buenos ojos los acuerdos trimestrales y exigen volver a paritarias mensuales. “Hasta que no haya certidumbre, lo más sensato es negociar mes a mes”, repiten en las filas sindicales, donde consideran que los aumentos deben tener un piso de dos dígitos para recomponer el salario real perdido.
Nuevo modelo
Otra cuestión clave en la discusión es la modalidad de los incrementos. Desde ATE y otros gremios insisten en que cualquier mejora debe impactar sobre el salario básico. “Los bonos no sirven: no suman a la antigüedad, no impactan en los jubilados ni en las bonificaciones. Necesitamos aumentos reales y permanentes”, señalaron desde el sector.
Además, remarcaron que los trabajadores con salarios más bajos —como los auxiliares escolares encuadrados en el régimen de 30 horas— son los más golpeados por la crisis. “Estamos en la primera línea, abriendo escuelas todos los días, y nuestros sueldos no alcanzan ni para la mitad del mes”, enfatizaron.
En paralelo, SUTEBA anunció que entre el 21 y el 25 de abril se realizarán reuniones de delegados en toda la provincia. Según informaron, el objetivo es “fortalecer la democracia sindical” y debatir en cada territorio los pasos a seguir ante el estancamiento de las negociaciones. Mientras tanto, la Provincia evalúa alternativas, aunque no hay fecha confirmada para una nueva oferta. En lo que va del año, el Ejecutivo otorgó un aumento total del 9 por ciento, dividido en un 7 por ciento en febrero y un 2 por ciento en abril, cifras que quedaron desactualizadas frente a la aceleración de precios.