Recuperación del salario real: informe asegura que “sin producción no hay margen para mejoras”

Un reporte del IEF de la CTA Autónoma puso en duda los anuncios del gobierno, sobre una mejora en mayo del 4 por ciento de los ingresos. Si bien admitió que los números son correctos, el trabajo afirma que no es sostenible en el tiempo, en especial por la pérdida de empleo.

Con datos del INDEC, el gobierno nacional anunció en los últimos días que en mayo los salarios le ganaron a la inflación, y marcaron el dato como parte de la recuperación económica que se comienza a ver en el país. Con un pico de aumento promedio del 8,3 por ciento entre los trabajadores públicos, los ingresos superaron a los 4,2 puntos de inflación, lo que fue difundido por el oficialismo con énfasis. Si bien los datos son correctos, un reciente reporte del Instituto de Estudios y Formación (EIF) de la CTA Autónoma explica en qué contexto se da esta recuperación, que no termina de mejorar la situación general de los ingresos en la Argentina. En este sentido, el reporte lo pone en contexto este dato: “Todavía se está lejos de los valores previos a la devaluación de diciembre y muy bajos en términos históricos”. Además, se aclaró que estos números “se conocen en el marco de fuerte ajuste sobre los puestos de trabajo, lo que impacta muy fuerte sobre los ingresos de los hogares”. Además, los gremios alertan la “intervención política” en las paritarias, lo que puede hacer caer esta mejora temporaria en las próximas negociaciones.

El documento del IEF, al que tuvo acceso Data Gremial, admite que se dio un aumento en el salario real en el mes de mayo, por “básicamente una inflación descendente en mayo y paritarias que ajustan por la evolución pasada de los precios”. De esta forma, “contra un IPC del 4,2 por ciento el ingreso de los trabajadores registrados subió entre un 7,7 por ciento (privados) y 8,3 por ciento (públicos)”. Para explicar esto, la entidad recordó que en un contexto “de desaceleración de la inflación y con paritarias que ajustan mensualmente por rama de actividad este aumento era esperable, y posiblemente en junio y julio volvamos a ver comportamientos similares”. En este sentido, como las paritarias ajustan “por inflación pasada”, frente a un salto inflacionario muy fuerte en diciembre, “los acuerdos salariales de enero empezaron a mirar el espejo retrovisor, lo que les permitió ir recuperando algo de la caída”. Ello fue “mucho más notorio” en el sector privado registrado que en el sector público, ése a los datos transitorios del último mes censado.

Sin embargo, peste crecimiento de los salarios reales todavía está lejos de haber regresado a los niveles pre-devaluación de diciembre de 2023, según el análisis del IEF. En el sector privado registrado, “en julio posiblemente estemos con una caída marginal”. En el sector público, en tanto, “falta mucho aun”. “La caída salarial en el sector público no es para subestimar: Representan el 35 por ciento del total de asalariados en el sector formal”, por lo cual “la explicación por la caída del consumo en el agregado de los hogares también habría que buscarla por ese lado”. El problema adicional es que “el salario real en noviembre de 2023 ya estaba en niveles históricamente muy bajos: un 21,1 por ciento por debajo de noviembre de 2017 en el sector privado registrado y un 24,1 por ciento en el sector público”.

Negociaciones condicionadas

En este contexto, la suba parece transitoria y no por una recuperación en “U”, como se viene fomentando hace tiempo por parte del equipo económico del presidente Javier Milei. Incluso en muchas discusiones salariales el problema que se detecta es el intento de mantener aumentos en los niveles del IPC, lo que hace que la recuperación se haga prácticamente nula. Si bien en el sector privado el difícil este condicionamiento, en el sector público, que lleva un mayor atrasado salarial, se comenzó a notar esta situación. “La política se está metiendo en las paritarias”, le dijo a Data Gremial un dirigente estatal, que marcó que la Casa Rosada está buscando que en todos los niveles del estado se manejen con paritarias bajo ese esquema.

El estado nacional mostró en julio esta tendencia. Sin negociar, otorgó un aumento del 7,5 por ciento a sus trabajadores, pese al rechazo sindical. Ese porcentaje lo traslado a los docentes y nodocentes universitarios, marcando una tendencia. “Ahora, presionan a gobernadores e intendentes para que hagan lo mismo, manteniendo la pérdida salarial que se acumula desde el inicio de esta gestión sin cambios”, dijo el mismo dirigente consultado. Por esta situación, el trabajo del IEF recalcó que “la recuperación salarial de este mes es una gota de agua en una tendencia general de mediano plazo y se da a la par de una caída muy fuerte en el empleo formal”. Entre diciembre y abril se perdieron casi 150 mil puestos de trabajo, según los datos de la entidad de la CTA Autónoma.

A largo plazo

En el análisis de los datos, queda la sensación que el gobierno apunta a este tipo de crecimiento, vinculado a la baja inflación, sin importar un dato clave como el nivel de actividad y el consumo. “En mayo el nivel general de salarios subió 4 por ciento en términos reales”, festejó entonces en redes sociales el propio ministro de Economía, Luis Caputo. Su posteo fue acompañado por un gráfico en el que muestra que el piso salarial estuvo entre febrero y marzo, mientras que entre abril y mayo comenzó a verse una recuperación del ingreso real.

Pensando a futuro, el IEF aseguró que en el corto plazo el gobierno “se juega todo a no devaluar y a evitar un nuevo salto inflacionario”. Si tiene éxito, alertó, “el salario real no va a volver a caer, el ajuste lo vamos en el empleo”. Si fracasa, en cambio, “el escenario se va a poner mucho más feo aún”. En tanto, en el mediano plazo “no va a haber aumentos sostenidos del empleo y los salarios si la economía argentina no revierte su estancamiento secular”. “El PBI per cápita hoy está un 10 por ciento debajo de 2011. Sin producción, no hay margen para mejoras en el empleo y los salarios”, concluyó el informe.

 

 

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