La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) activó desde la medianoche de este jueves la segunda etapa del plan de lucha dispuesto en la revisión paritaria. Así lo definió esa conducción gremial luego de que fracasara la sexta audiencia por el pacto salarial donde el gremio exige un 30% de incremento para el tramo julio/septiembre, 10% de mejora para el convenio trimestral que venció el 30 de junio y un bono por el “Día del Trabajador y la Trabajadora Metalúrgica” en valor de $60.000.
El plan de acción del sindicato prevé además del paro de este jueves y viernes, otros más de 72 horas el miércoles 26, jueves 27 y viernes 28.
El diálogo entre ambas partes se encuentra en punto muerto. Luego de cinco encuentros de negociación paritaria sin avances, los últimos tres a lo largo de la semana pasada y la que transcurrió este miércoles, y ya en el ámbito del Ministerio de Trabajo, la UOM inició el plan de lucha.
Desde el gremio están firmes en su postura de que su objetivo es "la recuperación y recomposición del salario justo y digno para todas y todos los trabajadores metalúrgicos".
Por eso se avanzó en la activación de este Plan Nacional de Lucha en tres etapas de acción sindical que irán in crescendo desde esta semana. "No hacemos toda esta movida para retirarnos de la mesa sin lo que nosotros consideramos que nos corresponde", indicó otro dirigente de la UOM que participa de la mesa de negociación. Y remarcó que el acuerdo con los metalúrgicos está atado al de los siderúrgicos "por una cuestión de sentido común: no se puede avanzar con una cámara y no con el resto".
En un comunicado difundido en la previa de la movilización de ayer a Techint, la UOM sintetizó algunos de los argumentos que volcaron en la mesa del Ministerio de Trabajo. Aseguran que "aportando 189 horas a la producción industrial, las y los trabajadores no llegan a fin de mes". Y subrayan que el salario actual para un operario ingresante se ubica en los $129.723,93 mientras que la canasta alimentaria de junio, que fija la línea de pobreza en Argentina, se ubicó en $217.915,79.
"El salario metalúrgico perdió casi 20% de poder adquisitivo durante el gobierno de Macri y siguió perdiendo durante la pandemia. Mientras los índices de producción metalúrgica se recuperaron y el uso de capacidad instalada asciende 68,9%, el mejor de los últimos siete años", fundamentaron en la misma síntesis. Así se produce "el hecho inédito de la historia del trabajo en Argentina: empleo registrado con salarios por debajo de la línea de pobreza".
Qué reclama la UOM en la mesa de negociación
El gremio que conduce Abel Furlán reclama un aumento salarial de 60% por el primer semestre de su convenio colectivo y una suma fija. Es decir, un acuerdo trimestral que parte de un 10% retroactivo a junio y un 30% hasta septiembre, más un bono por única vez de $60.000 por el Día del Metalúrgico del 7 de septiembre, a pagarse ese mismo mes.
"Sumado a las ventajas comparativas que ofrece el tipo de cambio y el bajo costo de la energía, las empresas tienen abultadas ganancias hoy en la Argentina", expresó la UOM en su último comunicado.
Sin embargo, el punto que genera mayor fricción es el pedido de un bono de $60.000 como reconocimiento por el Día del Trabajador y la Trabajadora Metalúrgica, el 7 de septiembre. También aquí desde el gremio se muestran dispuestos a conversar un pago en cuotas.
La respuesta de las empresas, hasta ahora, implica la aceptación de un aumento del 30%, pero no acumulativo, con otro cronograma de cuotas, sin el bono y sin la inclusión del plus de 30% para zonas desfavorables, una oferta que rechazan desde la UOM.