La semana próxima, el INDEC dará a conocer la inflación del mes de diciembre, y todos los pronósticos anuncian un número catastrófico: 30 por ciento promedio. La devaluación y la liberalización de la economía tuvo un fuerte impacto en los precios, que mantienen la tendencia alcista en enero, con un número similar, según todas las proyecciones. Esto pulverizó el poder adquisitivo de los salarios, que por estas horas comienzas a calcular las pérdidas que tendrán en estos meses, y las formas de recuperar algo de ese porcentaje. En la Ciudad de Buenos Aires, la dirigencia de la carne comenzó a tener contactos con empresas para pedir una compensación salarial que vaya en esa dirección.
La idea del Sindicato de la Carne de CABA y de algunas organizaciones de la provincia de Buenos Aires es que se entregue una suma que permita hacer frente a este incremento, hasta que haya paritarias. La entidad afirma que los frigoríficos, tanto aquellos que exportan como los dedicados al comercio domésticos, están en condiciones de dar la suma. “El poder adquisitivo está en la loma”, afirmaron.
Por estas horas, ante un diciembre con una inflación record, el Sindicato de la Carne de CABA pide esta compensación a los empresarios, para recuperar parte de lo perdido. La paritaria del sector debe abrirse el próximo 15 de enero, de acuerdo a lo firmado oportunamente. En esa oportunidad se deben discutir los incrementos de febrero y marzo 2024, que cierran el acuerdo interanual 2023-2024.
“La realidad es que ante este escenario estamos reclamando una compensación económica, que puede ser no remunerativa, que busca recuperar la pérdida del poder adquisitivo que tuvimos los trabajadores luego de la devaluación y la escalada de precios de diciembre”, le dijo a Data Gremial el secretario Adjunto del Sindicato de la Carne de CABA, Nahuel Ochoa. El dirigente recordó que en diciembre los salarios recibieron una mejora del acuerdo actual del 15 por ciento en base al salario de marzo 2023, que es menos de la mitad de la inflación que se estima se tuvo en el último mes del año.
“Tratamos de lograr una compensación económica para el mes de enero o febrero, o como vayamos negociando en cada una de las plantas”, agregó Ochoa, que espera que se confirmé el llamado a paritaria en los próximos días. Mientras, están motorizando este planteo para “salvar la situación que viven los trabajadores”. Respecto a lo que pueda pasar el año, con una inflación tan alta, los gremios buscan alternativas y herramientas como las compensaciones u otras formas de negociar, todos intentos de paliar los terribles efectos de la suba de precios. “El año pasado varios sindicatos ya hablaban de paritarias trimestrales, en diciembre ya se comenzó a escuchar paritarias semestrales y ahora hay algunos que quieren discusiones salariales mensuales”, remarcó Ochoa.
Esta vorágine de subas hace complicada la tarea de la dirigencia sindical, como explica el secretario Adjunto del sindicato: “Al principio del 2023 vos podías medir la inflación y planificar un estimativo de aumento, pero este año no tenés ese pronóstico, por eso no queda otra discutir para no perder poder del salario negociar mes a mes”.
Condiciones favorables
El pedido del Sindicato de la Carne de CABA se hace sabiendo que el sector tuvo importantes beneficios, y medidas desde el gobierno de Javier Milei que los benefició, en especial la eliminación de las limitaciones para exportar cortes. Desde el primer día hábil del año, la industria frigorífica puede exportar los denominados “cortes preferidos frescos, enfriados o congelados” que estaban vedados para su despacho al exterior por el decreto 911/2021, que prohibía los embarques de los cortes parrilleros.
“Por esto también pedimos la compensación económica, porque las empresas exportadoras tuvieron dos puntos importantes a su favor”, explicó Ochoa. En un caso, “la devaluación le permitió pasar de un dólar de 400 pesos a uno al doble”. Y el segundo punto es que “pueden exportar muchos más cortes que los que venían vendiendo al exterior, y a su vez pueden exportar medias reses enteras, carne sin valor agregado que hasta ahora no podía venderse así”.
Esto es para Ochoa “una alarma para adelante, porque si siguen vendiendo sin valor agregado se van a perder puestos de trabajo”. “Los empresarios deberán entender que si los trabajadores no tienen la cabeza tranquila para poder cumplir todos los días su tarea, eso va a afectar la productividad”, agregó el dirigente.
Precios locales
El sector de la carne, entre otros, fue uno de los que más subas tuvo en este tiempo, desde que se pusieron en práctica las políticas desregulatorias de la gestión libertaria. La apertura de las exportaciones puede hacer que el valor siga creciendo, y las proyecciones de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Ciudad de Buenos Aires apuntan a que el kilo de carne llegue a los 20 mil pesos.
En cuanto a los frigoríficos de consumo interno y la posibilidad de pagar esta compensación, Ochoa recordó que “en el país se consume mucha carne, y la escalada de precios de los últimos meses y la gente que destinó muchos de sus recursos a ese consumo también tuvieron un buen momento”. “Tenemos muchos motivos para pedir una compensación económica que nos ayude a paliar esta situación complicada”, concluyó Ochoa.