La preocupante realidad inflacionaria que padecen los trabajadores, los jubilados y los sectores más vulnerables de la República Argentina desde hace décadas y ante la inexistente intención de resolverla por parte de los distintos gobiernos de la democracia que vienen gobernando, nos obliga a reclamar y exigir a la CGT, a la CTA y a todos los sindicatos de norte a sur y de este a oeste, la necesidad de recuperar la cláusula gatillo.
Esta importantísima herramienta que se había logrado conseguir desde el movimiento obrero (a favor de activos y de pasivos), que implicaba que ante subas inflacionarias automáticamente aumentaran salarios y jubilaciones en el mismo porcentaje, fue sustituido por otra herramienta más favorable pero para las patronales, que es la cláusula de revisión, la cual establece que ante subas inflacionarias, la necesidad de reunirse para analizar cuál será la recomposición salarial (la mayoría de las veces queda por debajo de la pauta inflacionaria y también se demoran innecesariamente esas reuniones, lo que de una u otra forma perjudicando al trabajador y al jubilado también).
Es por ello, que al no cumplirse prácticamente nunca la pauta inflacionaria establecida en el presupuesto que anualmente se presenta cada año a nivel nacional, como así también considerando que la mayoría de los sindicatos terminan arribando a paritarias que quedan entre 10 o 15 puntos por debajo de la inflación cada año (fundamentalmente por el uso de cláusula de revisión), y mientras que siga habiendo en nuestra Nación una evidente falta de interés por parte de la clase política gobernante en terminar con este flagelo para el pueblo en su conjunto (que es la inflación), hay que recuperar definitivamente la cláusula gatillo en todas las negociaciones paritarias.
El grueso de los activos y de los pasivos argentinos, tienen ingresos de bolsillo por debajo de la canasta básica familiar, en un país tan rico en territorio y en recursos naturales como el nuestro, lo que es inaceptable.
En el granero del mundo, seis (6) de cada diez (10) niños pasan hambre, lo que es también inaceptable.
La CGT, la CTA y todas las organizaciones sindicales argentinas deben dejar de esperar los milagros por parte de la política partidaria, y conseguir ingresos y condiciones dignas para los activos y los pasivos nacionales.
Históricamente fue la independencia política de los sindicatos la unidad en la acción, la solidaridad, y trabajar para representar exclusivamente los intereses de los trabajadores y de los jubilados, lo que engrandeció al movimiento obrero nacional (algo que después cambió notablemente y así estamos en la actualidad).
En el año 2017, elaboré el Proyecto de Ley Nacional de paritarias que ingresó al Congreso (con el apoyo de muchos sindicatos), a través del Diputado José Luis Ramón.
Desde hace meses, estoy impulsando su presentación nuevamente con algunas modificaciones, pero hasta la fecha no ha habido una sola Legisladora o Legislador nacional por Córdoba o por otra provincia (incluyendo algunos que provienen de sectores sindicales), que se animen a impulsarlo.
¿Terminan representando desde los cargos legislativos más los intereses de la política partidaria, el de grandes empresarios y patronales, o en algún momento también representarán los postergados intereses de los trabajadores y de los jubilados en nuestra Nación, para aprobar leyes que nos beneficien de vez en cuando?
Pongo a disposición de cualquier Diputado o Diputada Nacional mi Proyecto de Ley Nacional de Paritarias, para ser nuevamente presentado con algunas modificaciones que tengo en mente (el mismo incluye la obligatoriedad de la cláusula gatillo).