Con más de 80 años de trayectoria, Fabricaciones Militares es una empresa estatal dedicada al “desarrollo y suministro de soluciones integrales para la defensa y seguridad, y del sector industrial”. En la actualidad, tiene varias fábricas e instalaciones en distintas provincias, como la que está ubicada en Río Tercero –famosa por la explosión de los 90, por la que fue condenado el ex presidente Carlos Menem –y la bonaerense de Azul, denominada Fanazul. Desde que asumió Javier Milei la presidencia, la entidad está en la mira de los planes privatistas de la gestión libertaria, y como muchas firmas públicas podría ser liquidada en breve. Si bien no está entre los organismos que la Ley Bases permite privatizar, en los últimos días movimientos en torno de sus instalaciones, como la visita de personas vinculadas a empresas extranjeras, hace pensar que el gobierno nacional irá por la venta. Para eso, usará un artilugio que permite pasar de una Sociedad del Estado a una Sociedad Anónima, paso previo al traspaso a capitales privados. Así lo alertó la dirigencia de ATE Córdoba, gremio que dejó al descubierto esta maniobra, que incluye la participación de funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos en reuniones en la sede cordobesa.
Luego de la denuncia realizada por ATE Córdoba, todas las dependencias de Fabricaciones Militares están en alerta por la posible privatización. Como la empresa no es parte de la Ley Bases, se buscará un camino alternativo, permitido por el DNU 70. Así se lo explicó a Data Gremial Federico Giuliani, secretario general de la seccional cordobesa del gremio estatal. “La Ley Bases permite que se transforme en una Sociedad Anónima, y así vender las acciones”, remarcó el dirigente, que consideró que a esta situación grave se suma “que la venta se haría a capital extranjeros”.
En este sentido, Giuliani había denunciado hace unos días la visita de una delegación del Departamento de Estado norteamericano a la sede de Río Tercero de la empresa, que está vinculado a este proceso. “A esto se suma gente de la fuerza espacial de Estados unidos visitando CONAE, la empresa estatal que desarrolla tecnología para ese sector”, dijo el también titular de la CTA Autónoma de Córdoba.
La idea que el gobierno pueda hacer esta transformación y así vender la firma genera alarma en el gremio estatal. “Esta situación no sólo nos preocupa por la posible transformación de las Fábricas Militares en Sociedad Anónima, la pérdida de derechos laborales y demás, sino porque siembra un mojón más de presencia yanqui en el país”, expreso el gremio mediante un comunicado. Al respecto, Giuliani dijo que “la visita de los funcionarios norteamericanos estuvo acompañada de empresarios del sector armamentístico, que estuvieron en secreto y de manera extraoficial en Fabricaciones Militares”.
De esta comitiva fueron partes, según el dirigente, “funcionarios del ministerio de Defensa y de la dirección dela empresa, que lo desmintieron pero los trabajadores del lugar lo confirmaron”. “Nos llena de dudas este tipo de maniobras, ante un gobierno de extrema derecha que decidió retirarse del grupo de Puebla y viaja a Estados Unidos para dar charlas de grupos vinculados con el imperio yanky”, agregó Giuliani.
Soberanía
Según ATE, Córdoba cuenta con varios organismos y empresas estatales “claves para la defensa de la soberanía”, como las instalaciones de Fabricaciones Militares de la localidad de Río Tercero. “Estas visitas y estos contactos pueden ser el puntapié inicial para privatizar la empresa estatal, con una trayectoria histórica”, advirtió Giuliano, que marcó que ya a partir de septiembre se podría comenzar con este proceso, dejando a los capitales públicos en minoría frente a los privados, como sucede con la planta metalmecánica, que está en la mira de capitales privados. La otra instalación está dedicada a la fabricación de productos químicos. Ante esta situación, se pidió al ministro de Defensa Luis Petri que dé explicaciones públicas respecto del futuro de Fabricaciones Militares en particular y de las empresas públicas claves para la soberanía en general. Además, ATE quiere que los diputados cordobeses pidan informes al gobierno nacional.
En la década del ’90, el gobierno menemista privatizó la antigua Fábrica Militar de Aviones a manos de la empresa norteamericana Lockheed Martin, que volvió a manos estatales en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Ese ejemplo es el que quiere evitar ATE, que además viene denunciando “un proceso de vaciamiento de estos organismos, en la agenda de privatizaciones”. Paralelamente se vienen llevando adelante retiros voluntarios que dejan desierto de personal capacitado a estos sectores, mientras el parate productivo muy importante que genera la fundamentación para que el gobierno libertario intente venderlas al sector privado. “En un mundo occidental en guerra permanente sabemos que necesitan insumos y armamentos. Que mejor que estas fábricas para insertarse en esa estrategia para gobierno como el de Milei que propone un estado en retirada”, dijeron.
Alarma en Azul
La otra planta de Fabricaciones Militares que el gobierno buscaría privatizar es Fanazul, ubicada en la localidad bonaerense de Azul, una de las más importantes de la industria armamentística nacional, tanto por su cercanía a los principales puertos del país, como por su capacidad operativa en la fabricación de pólvoras y explosivos, incluido el TNT, lo que la hace única en su tipo en Latinoamérica. Al momento de la llegada de Javier Milei a la Presidencia de la Nación, Fabricaciones Militares tenía un contrato con la minera peruana Orica para la provisión de mastermix, un explosivo usado en esa industria. Este compromiso fue cortado por el gobierno.
“Entendemos que en Fabricaciones Militares hoy hay un cartel que dice `Se remata´. Para el Gobierno es la única inversión que puede haber es pasándola sociedad anónima y haciendo que otro país maneje nuestra industria de defensa”, dijeron desde ATE Azul al respecto. Y alerta que “esto es sumamente grave, sobre todo porque el Gobierno quiere incorporar al país dentro de la OTAN y hacer municiones para Ucrania, cosa que nos metería y nos embarcaría en un en un problema bélico muy importante a nivel mundial. Nosotros somos un país sumamente pacífico, así que creemos que este no es el camino”.