En una encuesta publicada en abril pasado, becarios del CONICET expusieron la preocupación que generan las condiciones laborales en el principal instituto científico del país. Según los resultados, la ausencia de aportes jubilatorios, con el 87 por ciento, es la preocupación más expresada, seguida por los salarios insuficientes (72 por ciento), la ausencia de agüinado (60 por ciento) y descuentos salariales por cargos docentes (28 por ciento), entre otros.
Desde hace tiempo que este colectivo, junto a los trabajadores del organismo, viene reclamando para lograr el reconocimiento de sus derechos laborales, uno de los ejes de las protestas que protagonizaron durante el macrismo, cuando el ajuste sobre el sector dejó al sistema científico-tecnológico al borde del colapso. De esta lucha salieron varios proyectos de ley, uno presentado por el legislador Pablo Carro, que este martes fue respaldado con una “feria de ciencias” frente al Congreso.
La actividad organizada por gremios y agrupaciones de becarios buscó apoyar la propuesta de Carro, secretario general de la CTA de los Trabajadores de Córdoba y diputado nacional. La propuesta tiene el aval de ATE-CONICET, que ya había elaborado una propuesta similar junto al legislador nacional Daniel Arroyo. Ahora, la idea es respaldar esta iniciativa, que busca darle obra social, aportes jubilatorios y aguinaldo a los investigadores becarios de la entidad.
En este sentido, la iniciativa propone que los becarios del CONICET de todo el país “sean incorporados al régimen previsional, pudiendo contar así con aportes jubilatorios, que se les incorpore al régimen de obras sociales y se los incluya en el pago del aguinaldo, todos derechos que hoy los becarios y becarias no tienen”.
El proyecto de ley ya cuenta con más de 25 firmas de diputadas y diputados nacionales de distintos bloques, y fue respaldado por una “feria de la ciencia” que tuvo lugar este martes frente al Congreso. “Respaldamos esta propuesta, que busca igualar a los científicos que ingresan al CONICET con los médicos residentes, a través de un régimen similar”, le explicó a Data Gremial el referente de ATE Capital en el CONICET Juan Manuel Sueiro.
“Nos parece muy importante darle un marco de derechos laborales a miles de becarias y becarios de la entidad en todo el país, un reconocimiento de la relación de trabajo”, agregó el dirigente. En la jornada, se reclamó bajo el lema que encabezó parte de la lucha durante la gestión de Mauricio Macri: “investigar es trabajar”. Además, se pidió por los fondos presupuestarios necesarios para garantizar el avance científico del país.
Convenio colectivo
El respaldo al proyecto de Carro es parte de un viejo anhelo que tienen los trabajadores, investigadores y becarios del CONICET: crear un Convenio Colectivo de Trabajo propio. Hoy, el personal del organismo se rige por la paritaria nacional del estado, y los investigadores que ingresan ni siquiera es parte de esta.
Por eso vienen trabajando para que se cree un marco legal propio, como se pide en varias entidades públicas, como el SENASA o la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). “Nuestra intención es que se avance con esta ley, y que se consolide la convocatoria a tener nuestro propio convenio laboral sectorial, que termina por de reconocernos como trabajadores”, resumió Sueiro.
El proyecto ya cuenta con 30 firmas de diputadas y diputados nacionales de distintos bloques, incluso de Juntos por el Cambio, como el diputado Facundo Manes que lo firmó. La actividad contó con la presencia de becarias y becarios de más de 10 institutos del CONICET que mostrarán en distintos stands el trabajo que realizan cotidianamente. El tema salarial es clave, ya que los aumentos datos por el CONICET los definen sus autoridades, sin instancia de negociación, por eso es tan necesario para los gremios y las agrupaciones el convenio propio.
En el último aumento otorgado, que se confirmó a fines de mayo de este año, incluyó a personal del organismo, trabajadores y becarios, y se anunció que se enmarca en se enmarca en el “proceso de recuperación del poder adquisitivo de los salarios del sector” impulsado desde el ejecutivo nacional.
El incremento salarial que había sido acordado a mediados de abril será del 10 por ciento y permitirá recuperar los niveles de 2015, luego de la pérdida del 28,5 por ciento que sufrieron quienes se desarrollaron en la Carrera del Investigador Científico (CIC) y las becas del CONICET durante la gestión de Macri.
Presupuesto
En tanto, durante la feria también se reclamó que el ajuste de las cuentas públicas no tenga impacto en los recursos para el sector de ciencia, que durante la gestión de Macri tuvo un recorte muy importante, e incluso perdió el estatus de ministerio. Por eso, además de tratar de garantizar por ley el valor de las becas, por ejemplo, se trata de que los recursos lleguen de manera regular.
Además, alertaron sobre las críticas que se vertieron en los últimos tiempos contra las universidades, consideradas bastiones fundamentales para la investigación científica, que hicieron varios dirigentes de la oposición. En la actualidad, el presupuesto de ciencia es del 0,34 por ciento del PBI, por debajo del 0,50 por ciento histórico, y lejos del 1,5 por ciento prometido por varios gobiernos.
Cuando se discutía el presupuesto 2023, el Ministro de Ciencia Daniel Filmus destacó que la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología “haya sido sancionada por unanimidad” y detalló que la ley “se suma a un conjunto de medidas y leyes que venimos impulsando”.
“Necesitamos del aporte constante de la ciencia, la tecnología y la innovación para transformar la matriz productiva, potenciar nuestras exportaciones con valor agregado, y fortalecer la articulación entre la generación de conocimiento, la elaboración de políticas públicas y el impacto de ellas en la mejora de las condiciones de vida de la gente”, sostuvo en ese momento el funcionario.