Daniel Succi y el conflicto de los trabajadores aceiteros: “Hay una intención de disciplinamiento”

El titular del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) confirmó que este miércoles habrá una reunión en la secretaría de Trabajo, donde volverán a reclamar por sus salarios. Afirman que las empresas “buscan una devaluación”.

San Lorenzo es el polo agroexportador más importante del país, y según algunas estimaciones, del mundo. En el puerto del gran Rosario se despachan unas 79 millones de toneladas brutas de granos, harinas y aceites, por lo que desde el 2019 supera a otros grandes polos portuarios, como el de Nueva Orleans, en Estados Unidos o el de Santos, en Brasil. Allí, las empresas aceiteras generan uno de los principales ingresos de dólares del país, que estuvo una semana paralizado por una huelga de sus trabajadores, llamada en reclamo de mejoras salariales. Los días de protesta hicieron que, en todo el país, se perdieran unos 50 millones de dólares diarios, según las propias cámaras empresariales. Un valor muy superior a lo necesario para acordar una mejora en los ingresos de los empleados. “Nos quieren disciplinar”, concluyó Daniel Succi, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA), sobre la actitud empresarial de no negociar y extender el conflicto. Luego de siete días de paro, las tres cámaras pidieron a las autoridades nacional la conciliación obligatoria, que se dictó ayer lunes, lo que reanudó la actividad. Mientras se preparan para negociar, desde el gremio afirman que el objetivo final de las empresas es “bajar retenciones o lograr una devaluación”.

La huelga de los trabajadores del sector fue convocada por el SEOA San Lorenzo y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA), que agrupa a 22 gremios. Ambas entidades tienen una historia reciente de lucha contra las cámaras empresariales CIARA, CIAVEC y CARBIO, que suelen usar su posición ventajosa –son grandes generadores de dólares para el país –para imponer condiciones desfavorables a sus empleados. En este conflicto, luego de una semana de paralizar la actividad, se decidió llamar a conciliación obligatoria por parte de la secretaria de Trabajo de la Nación, que depende del Ministerio de Capital Humano, a pedidos de las cámaras empresarias y regirá por los próximos 15 días. Las entidades sindicales acataron. “Acatamos la conciliación obligatoria, y casi de inmediato la zona de San Lorenzo se llenó de camiones, que calculamos que habrá pasado en todo el país”, explicó Succi, sobre los recientes eventos. “Tenemos entendido que las empresas pidieron unos mil camiones”, recalcó el dirigente. Este miércoles habrá una audiencia en la cartera laboral. “Allí nos veremos las caras con los empresarios, a ver cómo podemos sacar adelante este tema”, dijo Succi en diálogo con Data Gremial.

El conflicto estalló cuando los gremios pidieron a las cámaras empresarias un aumento que llevara el salario básico a 1.500.000 pesos, mientras que la propuesta de las patronales había sido de 1.240.000 pesos. Ante la falta de acuerdo y la semana de paro, intervino la secretaría de Trabajo, que además de convocar a la reunión de mañana pidió a las empresas y los trabajadores que mantengan “la mejor predisposición y apertura para negociar los temas sobre los cuales mantienen diferencias y contribuir, de esa manera, a la paz social y a mejorar el marco de las relaciones laborales en el seno de la actividad involucrada”, se informó oficialmente. En este sentido, Succi aclaró que en este tiempo “no tuvimos ninguna negociación ni dialogo con las cámaras empresariales, solamente nos invitaban por así decirlo por los medios de comunicación. Pero nunca nos llamaron”.

Intencionalidad

Si bien el SEOA y la Federación Aceitera venían realizando medidas de fuerza por la discusión paritaria, incluyendo algunos paros, nunca habían llegado a una protesta de una semana. Esto se explica más por la actitud empresarial que por los reclamos perseguidos. “Hubo una intencionalidad de llevar el conflicto a mayor tensión, y después discutir en el ámbito de la secretaría de Trabajo. Todo para ver si nos ‘educan’ un poco, nos ponen en fila y nos hacen cerrar las paritarias como quiere el gobierno. Hay un intento de disciplinamiento”, aseguró el titular del gremio aceitero de San Lorenzo. Además de esta situación, las versiones indican que las empresas no quisieron acordar para presionar al gobierno con una devaluación.

Quieren forzar al gobierno a una devaluación, y no es algo que estoy descubriendo yo o el gremio, el presidente de CIARA (Gustavo Idígoras) declaró en un medio de comunicación de Santa Fe que querían una baja de retenciones de siete puntos o subir el precio del dólar. Lo dijeron ellos mismos”, recordó Succi. Por eso, agregó que “están usando el conflicto para sus propios intereses, hay que ver si no tuvieron una reunión con gente del gobierno antes que negociar con los trabajadores”. Por eso, será clave la reunión de esta semana. “Esperemos que no nos metan en la misma bolsa de todos los convenios de trabajo, porque estas grandes empresas son formadores de dólares, no tiene nada que ver el mercado interno o el precio del fideo, para decir algo, el 3 por ciento del aceite que producen estas empresas se consume en el mercado interno, el resto se exporta todo”, recalcó Succi.

Campaña

En los días de paro, varios medios masivos de comunicación y periodistas reconocidos plantearon duras críticas a los trabajadores y los gremios, llegando a casos donde pidieron sanciones duras contra los huelguistas. “Yo lo que pido es que los echen a todos. Que no los dejen entrar más a los de este gremio”, dijo el conductor Alejandro Fantino en su programa Neura, en medio de la protesta. El argumento usado por la comunicación pro empresaria fue que se pierden millones de dólares por día por el freno a las exportaciones.  Incluso se habló de 50 millones de dólares diarios como saldo negativo.

Al respecto, Succi admitió que “es cierto lo que dicen, que está pasando eso”. Pero si tenemos en cuenta que el aumento promedio para un trabajador aceitero corresponde a 250 mil pesos, multiplicado por los 10 mil empleados del sector que calculamos que hay, los números son claros: “es mucho menos que lo que se está perdiendo, sin contar las multas que se van a ligar por las multas por tener los barcos parados en el río Paraná”, analizó el dirigente del SEOA. Sobre los dichos de Fantino y otros periodistas, Succi resaltó que “no me preocupan esos dichos, lo tomo de quienes vienen, son energúmenos que no saben del trabajo, y les pagan para salir a decir esas cosas”. “No tiene la suficiente inteligencia para decir esas cosas, seguro le pagan mucho por esa actitud. lo tomo de quien viene”, insistió.

La huelga afecta a una quincena de terminales de las localidades de San Lorenzo, Timbúes, San Martin, Ramallo y Bahía Blanca operadas por empresas argentinas y por multinacionales como Bunge, Cofco, Cargill y Louis Dreyfus. “Hay una intensión de disciplinamiento y de atender sus propios intereses, pero los trabajadores aceiteros somos creativos y estamos acostumbrados a lidiar con estas empresas, veremos cómo planteamos la cosa, si se plantea por el camino de la última reunión vamos a llegar a un acuerdo, sino veremos cómo seguimos un plan de lucha”, concluyó Succi.