En los pocos locales de la empresa Garbarino que quedan abiertos, la actividad es mínima. Atendidos casi en su totalidad por personal de gerencia, hay operaciones que reportan fondos que son manejados por la justicia, ya que la que fuera la principal firma de electrodomésticos está concursada.
Esos recursos, en teoría, deben ir al “pronto pago”, el mecanismo para saldar los sueldos e indemnizaciones caídos de cerca de 3 mil despedidos, que siguen reclamando por sus derechos. Pero es tan bajo lo recaudado, que llegan a cobrar cifras ridículas, como sucedió este año cuando se les depositó 60 pesos a algunos ex empleados. Esto se explica en parte porque muchos de los fondos se usan en otras cuestiones, como denuncian los cesanteados. Ante esto, la semana que viene habrá una “marcha virtual” para pedir que defina la situación y se termine dictando la quiebra, como creen que es “inevitable”.
El Grupo de trabajadores de Garbarino en lucha, uno colectivo de cerca de 3 mil cesanteados que sigue reclamando por lo adeudado por la empresa, anunció una “marcha virtual” para visibilizar la situación de “descontrol” que se vive en el manejo de lo que queda de la firma. Según explicó Gabriel Yapura, referente de este espacio, “vamos a hacer una movida en redes sociales, porque nos han desgastado tanto que nos cuesta movilizarnos”.
“Desde febrero hay trabajadores y despedidos de Garbarino que no están cobrando nada, la empresa no puede comprar mercadería, atiende solo la gerencia, porque los empleados no cobran”, afirmó, en diálogo con Data Gremial. Para Yapura, “es un descontrol hoy la situación, no se sabe qué quieren hacer con la empresa, hacia dónde va. Pagar no pueden porque no hay plata, solo dictaminando la quiebra se puede cobrar algo”.
Garbarino está en concurso de acreedores, causa que tramita el juez Fernando D’alessandro. En este tiempo, tomó algunas medidas para intentar revertir la situación de los despedidos, como la venta de cinco vehículos de la flota de la empresa, ofrecida de la sindicatura, para engrosar los “pronto pago”. Se trata de furgones y camionetas de la flota de Garbarino, que se comercializaron por unos 5 millones de pesos, que fueron a ese mecanismo. Pero luego de eso, no se avanzó en otras medidas para garantizar fondos. “Nosotros estamos esperando el cierre de esta etapa, y el juez dictamine la quiebra, no hay otro camino”, admitió Yapura.
Para eso, explicó, “la síndico general debe entregar el informe diciendo en qué estado está la situación de la empresa, y ahí tomar la decisión final”. Para la marcha virtual de esta semana, contarán con el apoyo de varios sectores.
Denuncia
La protesta se organizó ante algunos movimientos que generaron sospecha entre los ex empleados. Uno de ellos fue que Carlos Rosales dejó la conducción de dos firmas vinculadas a Garbarino, poniendo a otras personas en su dirección. Además, el mes pasado, en el resumen de fondos descubrieron que parte de lo recaudado fue para “gastos personales” del dueño de la firma. “En informe de la sindicatura general se desprende un pago que nos deja totalmente agraviados y es escandaloso para los despedidos: Carlos Rosales pagó de las cuentas que tiene Garbarino 550 mil pesos de obra social OSDE”, denunciaron desde el grupo de despedidos. Se trata, confirmó Yapura, de la “cobertura médica personal” del empresario.
“Rosales paga de lo magro que factura Garbarino esos servicios, en lugar de comprar producto o pagar sueldos y servicios para que la firma funcione mejor. Según nuestra abogada esto no puede usarse así”, dijo Yapura Según este grupo, la firma “tiene deudas con la AFIP, el ANSES, con los trabajadores le debe a marcas y proveedores, no le paga ni a sus abogados, pero paga ese valor para su uso”. Ese mismo mes, mayo del 2023, para el “pronto pago” se giraron 370 mil pesos, que debieron dividirse en casi 3 mil trabajadores.
Vaciamiento
Desde el grupo de despedidos vienen alertando que la dilación en la quiebra responde al intento de vaciar la empresa antes de su liquidación. En su momento apuntaron a la sindicatura, y hubo cruces luego de la audiencia que se llevó a delante en diciembre pasado, cuando por primera vez pudieron estar cara a cara con Rosales. Ante esto, en abril de este año el grupo presentó un escrito ante D’alessandro para que cite a Rosales y dé explicaciones del supuesto plan para pagar la deuda de salarios, aguinaldos y liquidaciones. No tuvieron respuesta.
En ese escrito se reclamó que Garbarino “de cuenta del estado actual de sus negocios y las proyecciones empresariales”, algo que se negó en una pronta contestación. También pidieron que la sindicatura apresure el reporte del estado general de la firma. Una vez que esté ese informe, dijo, “el juez debe tomar la resolución, y yodo apunta que vamos a la quiebra definitiva”. “Garbarino es un barril sin fondo, la plata va ir a cualquier lado, menos a los trabajadores”, recalcaron los trabajadores, que siguen reclamando para que por lo menos se pague lo que les deben.