Se estima que en la Argentina un 10 por ciento de la población tiene diabetes, enfermedad crónica que sin control puede generar graves problemas de salud. Por ley, las personas que tiene alguna de las dos variedades del mal deben recibir insumos necesarios para controlar su cuadro, como tiras reactivas para medir la glucosa o medicamentos. Para los pacientes porteños que se atienden en los Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSACs) acceder a estos productos es un verdadero calvario. Es que un relevamiento reciente de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) determinó que en el 88 por ciento de estos centros hay faltante delos tratamientos necesarios. Ese es sólo un ejemplo de los problemas que existen en el primer nivel de atención sanitario en la Ciudad de Buenos Aires, donde desde que asumió el PRO los trabajadores de la salud denunció un ajuste creciente. La gestión de Jorge Macri no es la excepción, y en los últimos meses estallaron varios escándalos y denuncias, como el cierre de la terapia intensiva del Hospital Durand de mayo de este año o el reciente del laboratorio del Hospital Odontología Ramón Carrillo, denunciado por la agrupación ATE Hospitales, que vienen advirtiendo sobre las consecuencias de las consecuencias del ajuste del presupuesto para el área de salud desde hace más de 16 años, cuando asumió la primera gestión de Mauricio Macri.
El trabajo de, la AGCBA detectó “serias irregularidades” en el funcionamiento de la Unidad de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas no Transmisibles (UECNT), que atiende patologías de larga duración cuya evolución es generalmente lenta, representadas principalmente por enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas. Los pacientes deben acercarse a los SeSACs, para recibir atención y los insumos, pero al parecer hay muchos problemas para cumplir con el programa. Además de la falta de insumos, el trabajo al que tuvo acceso Data Gremial estableció que “un 55 por ciento de los centros consultados manifestaron que la modificación de los glucómetros, debido al cambio en la empresa licitante, generó grandes inconvenientes en la población asistida”. “Estas falencias dificultan el proceso de seguimiento de la enfermedad y su consecuente tratamiento, sobre todo teniendo en cuenta que son áreas que determinan el acceso a la posibilidad de mejorar sustancialmente de condiciones de una vida sana y buena alimentación”, alertó el reporte, que lleva la firma del auditor general Lisandro Teszkiewicz.
“Estas situaciones las venimos padeciendo hace un tiempo, las condiciones siguen empeorando”, recalcó al respecto de lo que pasa en los CeSACs de la Ciudad de Buenos Aires el enfermero Héctor Ortiz, referente de la agrupación ATE Hospitales. “La falta de insumos genera muchos problemas, no es fácil trabajar en el sistema de salud porteño”, agregó Ortiz, que por estas denuncias se enfrentó a la gestión de Jorge Macri, que intentó recientemente quitarle los fueron sindicales para sancionarlo. En ese sentido, Ortiz recordó que en pandemia esta falta de elementos “generó la muerte de muchos enfermeros y enfermeras, que hicieron un gran esfuerzo y nunca fueron reconocidos”. Respecto a la falta de medicamentos, afirmó que “cada día se pone peor, y con Fernán Quirós a la cabeza, que lleva dos gestiones al frente del Ministerio de Salud, es un maltrato enorme y permanente, además de un desguace total y la persecución a quienes se animan a denunciar estas cosas”.
Ajuste presupuesto
Hace unos días, para visibilizar el constante ajuste que existe en el sector de salud por parte de la actual gestión, ATE Hospitales confirmó que está cerrado el laboratorio del Hospital Odontología Ramón Carrillo, “evidencia el abandono del GCBA en materia de salud pública, el cual venimos denunciando permanentemente durante años”. En este sentido, Ortiz le dijo a Data Gremial que “este deterioro no empieza hoy, con Jorge Macri, sino que comenzó hace 16 años con su primo Mauricio, y han planificado el desguace delos hospitales y centros de atención porteños”. Como prueba de esto, el referente sindical sostuvo que el gobierno de Aníbal Ibarra “un 22 por ciento de su presupuesto destinado a salud, y a partir de allí fue bajando progresivamente en todas las gestiones del PRO”. Hoy, con Jorge Macri, el presupuesto “está por debajo de un 15 por ciento”.
Para Ortiz, “esto está totalmente planificado, nosotros vemos días como se deteriora el sistema, perdimos la ropa de trabajo que nos deberían dar, la comida y el refrigerio que hoy tenemos que pagar, la falta de recursos humanos es permanente y la enfermería lo sufre permanentemente”. Esto hace que en algunos hospitales haya salar con 30 pacientes y un trabajador del sector enfermería. Esto coincide con lo que marca la auditoria: “No es el primer informe sobre salud donde surgen fallas e irregularidades que afectan de manera directa el acceso a los servicios por parte de vecinas y vecinos”.
“Tampoco es la primera gestión del gobierno del PRO. Hace más de 16 años venimos observando que el engranaje funciona de la misma manera, desprotegiendo a los y las ciudadanas”, ratificó el informe. “Estamos hablando de la salud, pilar fundamental para poder desarrollarnos como personas, trabajar, estudiar y gozar de una vida sana. Entonces está claro que no son errores, es una gestión planificada con el objetivo de descuidar y desfinanciar la salud pública porteña”, insistió.
Sin datos
Otra situación detectada por el informe de la auditoria porteña es lo que pasa en materia administrativa con los SeSACs. En este punto, el informe resaltó que “el 100 por ciento de los centros no cuentan con estadísticas de elaboración propia desde que se implementó una herramienta informática”. Como ejemplo se mostró que para el Programa de Prevención y Control del Tabaquismo “no existen datos estadísticos” y además el Sistema de Prescripción Electrónica que se establece para generar órdenes y recetas electrónicas “no fue utilizado por el 55 por ciento de los CeSACs”.
El informe resalta que el 56 por ciento de los CeSACs no cuenta con un Centro de Especialidades Médicas de Referencia (CEMAR). Estos espacios son asignados para la derivación de aquellos pacientes que requieran consultas o estudios de mayor complejidad. “Estas fallas imposibilitan el registro estadístico de las patologías crónicas. Con la ausencia de datos, la falta de implementación de módulos y la no parametrización de otros, dificulta el registro de datos por parte del profesional imposibilitando el cumplimiento de los objetivos específicos de la Unidad, que es usar la historia clínica electrónica única que permita el registro y seguimiento de las ENT para que los y las vecinas de la ciudad tengan una salud digna”, subrayó el reporte de la AGCBA.