Lejos de la baja prometida, la inflación parece alcanzar niveles dramáticos este año, y el índice de marzo encendió todas las alarmas. Ante esta realidad, el techo salarial que soñaba el gobierno nacional del 60 por ciento anual quedo absolutamente atrás, y los cierres de las últimas semanas lo demuestran, con paritarias cortan con perspectivas de llegar a las tres cifras.
Además, otra de las estrategias desplegadas por los gremios incluye pedir que se adelanten las revisiones, ya que el primer trimestre del año superó las expectativas y previsiones de todos los acuerdos. Así, este jueves los docentes universitarios lograron reabrir la discusión salarial, y una oferta para anticipar los incrementos acordados previamente. La propuesta fue aprobada por casi todo el arco sindical, que destacó la respuesta que dieron las autoridades ante los reclamos para frenar el impacto de la espiral inflacionaria.
La reapertura de la paritaria de los docentes universitarios se confirmó este jueves, luego del reclamo de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN). El pedido se hizo hace unos días tras conocerse el último índice de inflación, por lo cual en la cumbre el Ministerio de Educación de la Nación “ofreció adelantar para abril un 8 por ciento de aumento, reorganizando así los incrementos vigentes en el acuerdo en curso”, según destacó el gremio que conduce Daniel Ricci.
“Con el fin de morigerar el impacto del avance de la inflación en el salario de todos los compañeros trabajadores docentes universitarios, los paritarios de la FEDUN firmaron este acuerdo para garantizar que se puedan cumplir con los plazos administrativos necesarios para realizar la liquidación de este incremento con el salario de abril”, agregaron desde la entidad. Con este adelantamiento, “queda por cobrar el acuerdo en curso un 8 por ciento en abril y 6 por ciento en mayo”.
La paritaria de los docentes universitarios se cerró a comienzos de marzo de este año, es decir, no hace más de un mes.
En ese momento, se acordó un ajuste para la discusión salarial del año anterior que superó el índice de inflación elaborado por el INDEC para el año 2022. En cuanto a la paritaria 2023/24, se logró un incremento del 30 por ciento hasta junio, distribuido de la siguiente manera: 16 por ciento en marzo, 7 por ciento en mayo y otro 7 por ciento en junio.
Eso porcentajes, no acumulativos entre sí, se calculan sobre los salarios básicos de cierre de la paritaria anterior. En tanto, el plenario de secretarios generales de la FEDUN se reunirá este viernes “para ratificar el acuerdo y analizar los pasos a seguir” respecto a las negociaciones de esta semana.
Plan de lucha
En tanto, la firma del acuerdo que adelanta el aumento del 8 por ciento para el mes de abril no fue firmada por un solo de los gremios del sector: la CONADU Histórica. La entidad ya había rechazado el acuerdo de comienzos de año, y venía pidiendo una nueva negociación.
Ante la falta de respuestas, venía realizando actividades paros y protestas, incluyendo una semana de lucha que paralizó actividades dese el lunes pasado. “Vamos a analizar la propuesta en un plenario de delegados nacionales este viernes, para que los gremios de base opinen al respecto”, aseguro Luis Tiscornia, dirigente de la CONADU Histórica. El dirigente le adelantó a Data Gremial que “la propuesta la veo insuficiente”, por lo que se estima podría ser rechazada.
En este sentido, desde el lunes el gremio realizaba paros en universidades de todo el país, que apuntaron a expresar el malestar de la docencia universitaria. “Quedó en evidencia que el 16 por ciento de actualización salarial impuesto por el gobierno implica una pérdida importante del poder adquisitivo, tal como lo había previsto y denunciado nuestra federación”, afirmó la CONADU Histórica en el documento consensuado luego de un plenario nacional.
En el texto recalcaron que la inflación proyectada por el Banco Central, en su Relevamiento de Expectativas de Mercado, “calcula para abril un 30 por ciento, valor porcentual que los salarios alcanzarán recién en junio. Esta situación es la que queremos revertir”. CONADU Histórica viene reclamando que “ninguna actualización salarial quede por detrás de la inflación, recomposición salarial, defensa de la jubilación móvil y terminar con el impuesto a las ganancias sobre nuestro salario”.
Renegociaciones
El caso de los docentes universitarios es claro respecto de cómo los gremios intentan adelantar las discusiones, para mejorar los ingresos y no llegar a las revisiones muy por debajo de la inflación. En este sentido, abril y mayo serán claves.
Según un relevamiento del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), “la mayoría (siete de 10) de los gremios relevados tendrán las próximas revisiones paritarias en el transcurso de los meses”. “Son muy pocos los gremios que han logrado escalas salariales más allá de mayo. En este relevamiento sólo el sindicato de Camioneros estableció el salario básico hasta el mes de octubre, aún así la última revisión del 2022 fue en noviembre y la primera del 2023 tendrá lugar en abril”, destacó el reporte, al que tuvo acceso Data Gremial.
En tanto, los trabajadores del transporte tendrán una revisión salarial en julio y los hoteleros y gastronómicos la prevén sus paritarias en el mes de agosto.
“La renegociación salarial de los trabajadores de la industria metalúrgica cerró recientemente estableciendo la escala salarial hasta mayo y con el compromiso de una próxima revisión en junio”, recordó la entidad. Pese a eso, “seis de los 10 gremios relevados consiguieron mejores condiciones salariales en marzo de 2023 respecto a marzo de 2022”. Los trabajadores de la UTA (18,4 por ciento) fueron los que obtuvieron mejores negociaciones salariales en términos reales.
En la otra cara de la moneda, “los gremios que más perdieron en el salario básico real en marzo respecto a marzo de 2022 fueron los empleados de comercio (-6,9 por ciento) y los trabajadores de la Alimentación (-6 por ciento)”. “La mejora del poder adquisitivo fue posible gracias a la ligera desaceleración de la inflación que tuvo lugar en los últimos meses del año pasado. Contrariamente, esta mejora fue difícil de sostener a comienzos de este año frente a la resistencia de una inflación inercial muy arraigada”, concluyó el CESO.