Por segunda vez desde que comenzó la crisis, la semana pasada el juez que entiende en la causa de la quiebra de la empresa de electrodomésticos Garbarino recibió a una delegación de los cerca de 3.800 despedidos, que vienen peleando hace cerca de dos años por cobrar los salarios adeudados, entre otras cuestiones.
Luego de haber autorizado la primera venta de materiales de la firma para el cobro de los empleados, Fernando D’Alessandro tuvo una cumbre con los representantes del colectivo “Garbarino en lucha”, y analizó junto a ellos la realidad de la causa, y su posible resolución.
En este contexto, admitieron que la resolución es mucho más compleja que lo esperado, por lo cual la pelea “será más larga de lo esperado”. En este sentido, se van achicando las posibilidades y los tiempos, pero la situación no cambia. El pedido de quiebra que no avanza y las alternativas que se barajaron en la reunión.
Luego de una reunión con cuatro representantes de los despedidos, que duró cerca de una hora y media, el juez dejó en claro que la resolución final para que los exempleados cobren está lejos por el momento.
“Esto va a ser largo y más duro de lo que nosotros pensamos”, admitió luego de la audiencia Gabriel Yapura, referente de los cesanteados.
En diálogo con Data Gremial, explicó que “nosotros fuimos con la intención de pedir la quiera, pero los acreedores laborales no pueden pedir ese paso, lo tienen que hacer otros acreedores o que sigan los tiempos de la justicia. Para nosotros fue un golpe de realidad”.
Según relató Yapura, “el juez nos escuchó, fuimos a pedirle que la empresa deje de extender los plazos y cumpla sus obligaciones con los trabajadores activos y los despedidos”.
“Una de las cosas que falta es el escrito final de la Sindicatura General, para saber cómo está la situación real de Garbarino, y si es viable o no mantener la empresa abierta”, expresó Yapura.
En este sentido, en la cumbre se pusieron sobre la mesa las posibilidades reales que hay de terminar con la crisis, y de lograr una solución para los empleados.
“El juez admitió que los tiempos de la convocatoria no son los tiempos de los trabajadores”, dijo el representante de los trabajadores.
El clima de escepticismo se contrapuso con cierto entusiasmo que generó que a comienzos de mayo se permitiera la primera venta de activos de la empresa, cinco vehículos de su flota, cuyos fondos fueron destinado al pago de obligaciones con los ex empleados. Sobre esa deuda, Yapura fue claro respecto a lo que les dijo el juez: “No vamos a cobrar el total de la deuda, sólo podremos cobrar una parte”.
Activos versus despedidos
En la actualidad, Garbarino mantiene abiertas un puñado de sucursales, que en las últimas semanas comenzaron a registrar problemas de pago de los salarios. Las mismas se mantienen con personal mínimo, que apenas cumple funciones. “Nos quieren enfrentar a los despedidos con los empleados activos, que están trabajando muy pocas horas y que tienen otra mirada de la situación. Sabemos que el representante de los activos es personal jerárquico, es un gerente, pidieron una reunión con el juez, según nos confirmaron en la reunión”, recalcó Yapura al respecto.
En este sentido, la justica reconoció que Garbarino tiene solo dos inmuebles propios de las 200 sucursales que estaban funcionando cuando empezaron los problemas.
“No sabemos si vamos a cobrar algo, estamos en manos de la suerte”, insistieron los representantes de los despedidos. En cuanto a la situación política del país, en un año electoral, para los trabajadores no hay muchas expectativas que un cambio de gobierno traiga nuevos aires. “Puede llegar un nuevo espacio político al poder y tratar de solucionar algo, con el actual no tuvimos ninguna respuesta, más allá de la promesa del presidente Alberto Fernández no tuvimos ninguna solución concreta”, dijo Yapura.
Mejores adelantos
En la reunión se habló de la posibilidad de mejorar lo que se cobra en concepto de “pronto pago”, que es un adelanto que reciben les trabajadores despedidos de la empresa por la deuda de nueve meses que exigen.
En ese marco, los depósitos del mes de mayo, según se supo, no alcanzan los 520 mil pesos. “Si lo distribuimos alrededor de 3.231 compañeros que están en órbita del juzgador, se prorratea y uno va a cobrar 20 pesos, otros 100, 200 o 500 pesos, dependiendo de la antigüedad”, explicó Yapura al respecto. Ya en la previa a la venta de los vehículos, muchos trabajadores recibieron como depósito unos 60 pesos.
Lo cierto es que las perspectivas de mejorar esta realidad son pocas, y que haya una compra o un plan de negocios para recuperar la que fuera la principal empresa de electrodomésticos del país, como deslizó Carlos Rosales en la reunión de diciembre pasado, son casi nulas.
“El juez nos recomendó que demos vuelta la página, porque es muy difícil que cambie nuestra situación, la quiebra viene para largo y los tiempos son muy distintos a los de la justicia”, sostuvo Yapura. “Las convocatorias parecen ser para que las empresas se salven, y los trabajadores pierdan, dependerá de nosotros saber cuánto vamos a perder”, concluyó el representante de los despedidos.