En abril volvió a caer el empleo: un informe asegura que las perspectivas “no son muy alentadoras”

Con la construcción y la industria como grandes perdedores del modelo, el Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma adelantó que los datos del segundo trimestre van en línea con el inicio de la gestión libertaria: destrucción del empleo y parate de la actividad. Sorpresivamente en abril mejoraron los salarios.

Por Diego Lanese

Redactor de Data Gremial

Martes, 16 de julio de 2024 09:00

Los datos oficiales del primer trimestre del año en materia de desempleo marcan que la gestión de Javier Milei aumentó la manera sostenida la destrucción depuestos laborales, en especial privados. En los primeros tres meses del año la tasa de desocupación creció casi dos puntos, y se ubicó en un expectante 7,7 por ciento, con zonas como el conurbano bonaerense al borde de los dos dígitos. La tendencia en los dos siguientes meses parece no detenerse, al contrario, se profundiza, según un informe elaborado por una entidad de la CTA Autónoma. Se trata de un dato más que preocupante, y que marca por qué el miedo a perder el trabajo se está ubicando en estos días como la principal causa de malestar entre las personas. Abril muestra una nueva baja en el empleo registrado, que desde noviembre a la fecha, según el Instituto de Estudios y Formación (IEF) ya está cerca de los 150 mil nuevos desempleados. “Persiste el proceso de destrucción de empleo registrado, con una participación creciente de la industria”, recalcó la entidad, que aseguró que por ahora, el mayor impacto “sigue siendo en el sector privado”, aunque se aclaró que el sector público “también cayó pero bastante menos en proporción”.

El nuevo análisis del IEF de la CTA Autónoma busca dar respuesta sobre la caída de la ocupación registrada, a partir de “los miles de puestos de trabajo perdidos durante los primeros meses del año y una perspectiva poco alentadora para lo que viene”. En este sentido, con datos oficiales proyecta lo que puede suceder en el segundo trimestre del año, luego de la confirmación de una suba de la desocupación en los primeros tres meses del 2024. “En abril continuó deteriorándose la ocupación registrada”, aseguró el trabajo, al que tuvo acceso Data Gremial. Desde noviembre “se acumulan 148.805 asalariados que perdieron su puesto de trabajo y las perspectivas para mayo no son alentadoras”.  En el sector privado “la caída de abril fue del 0,21 por ciento (12.929 trabajadores)”, lo que hace que “ya van ocho meses consecutivos de deterioro”. Desde agosto de 2023 el retroceso acumulado “es del 2,25 por ciento (144.160 trabajadores)”. En abril la magnitud de la destrucción de empleo registrado en el sector privado “fue menos intensa que en los meses anteriores, pero sigue estando en niveles elevados en la comparación histórica”.

El dato llamativo en abril fue “el aumento salarial en el sector privado registrado, que creció muy por encima de la inflación y recortó una parte importante de la caída de diciembre”. En tanto, “la lectura preliminar es que el ajuste en el sector privado está pasando a concentrarse en los puestos de trabajo, mientras que al menos en el primer semestre el salario promedio habría recuperado gran parte de la caída de diciembre”. Para eso fueron necesarias paritarias mucho más cortas, que permitieran afrontar la dinámica de la inflación. En este punto, el escenario de los primeros meses de gestión libertaria fue inverso al del gobierno del Frente de Todos, donde el desempleo estaba en niveles históricos por lo bajo pero los ingresos seguían perdiendo ante la suba de precios. “Esta dinámica parece ser insostenible en el mediano plazo, más aún a la luz de las turbulencias de estos días, pero es algo que recién vamos a ver más adelante”, recalcó el informe del IEF.

Sectores más perjudicados

Como vienen alertando diversos gremios, los efectos del modelo del gobierno de Milei no son parejos, y hoy las áreas productivas son las más perjudicadas. “La caída del empleo registrado en el sector privado se explica fundamentalmente por el comportamiento de la construcción y la industria, que al menos por ahora están lejos de encontrar un piso”, afirmaron desde la entidad de la CTA Autónoma. En la construcción la cantidad de asalariados registrados “es la más baja de toda la serie del SIPA, que arranca en enero de 2009 (dejando de lado la pandemia)”. La única buena noticia es que “si la actividad repunta tiene mucho recorrido para crecer rápidamente”.

La semana pasada, empresarios de la construcción y sindicalistas de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) reclamaron que se instrumente una política para reactivar la construcción de viviendas, para paliar “el déficit habitacional que existe en el país”, en una reunión realizada en la cámara de Diputados. Desde la UOCRA, el secretario de Organización, Rubén Pronotti, planteó que “es necesario trabajar todos juntos para el bien común que es que las familias de argentinos puedan reencontrarse con sus viviendas”.

En cuanto a la situación de la industria, el IEF subrayó que “la situación es más complicada”. “La ocupación tarda más en reaccionar a los cambios de ciclo y en los últimos meses viene acelerando (casi 1 por ciento de caída sólo entre marzo y abril). A diferencia de la construcción, empleo que se destruye no se recupera fácilmente”, se dijo. Reforzando este dato, en mayo la capacidad instalada de la industria fue del 56,8 por ciento, es decir 11 puntos por debajo del mismo mes de 2023, cuando se ubicó en 67,8 por ciento, según el relevamiento del INDEC. En plena recesión, destacó la entidad, “todos los sectores fabriles registraron bajas interanuales a excepción de la refinación del petróleo, que quedó casi empatada”. La baja en el uso de maquinarias fue de la mano con la salida de operarios de las fábricas: en el primer cuatrimestre del año la industria perdió 18.400 puestos de trabajo, en línea con una capacidad instalada promedio del 55,8 por ciento.

Leve recuperación salarial

A contramano de la evolución del empleo, afirmó el reporte, “en abril el salario promedio medido por el SIPA creció muy por encima de la inflación (14,5 contra. 8,8 por ciento) y recortó gran parte del retroceso acumulado en los meses anteriores”. Quedó apenas un 4,8 por ciento por debajo de noviembre de 2023. “Es muy probable que en mayo y junio el salario promedio en el sector privado le haya vuelto a ganar a la inflación. Si bien las paritarias fueron morigerando los aumentos nominales, no sería raro que a fin de junio el retroceso acumulado contra noviembre haya sido marginal”, describió el informe.

Ante este panorama, el IEF plantea tres desafíos “nada novedosos” para el movimiento obrero. En el sector privado en el primer semestre del año el foco “parece haber estado puesto en la defensa del salario y no de los puestos de trabajo. Ello implica un escenario muy complicado a mediano plazo”. “La recuperación salarial se dio a la par de una fuerte apreciación del peso, ya que en abril el salario real cayó un 4,8 por ciento contra noviembre de 2023, pero aumentó un 60 por ciento medido en dólar MEP”, agregó el reporte. Por último, la acción sindical “focalizada en la defensa del salario sin mucha respuesta efectiva para proteger los puestos de trabajo, apreciación cambiaria y destrucción del empleo en el sector público. Dinámica muy similar a la registrada durante la década del ’90”. “Las perspectivas para mayo no son alentadoras. El empleo registrado en el sector privado habría vuelto a caer según la Encuesta de Indicadores Laborales, a un ritmo un poco menor al de los meses anteriores, pero todavía muy elevado”, concluyó la entidad.

TEMAS DE NOTA