En las últimas horas, se hizo viral un video en redes sociales donde un médico del Hospital Argerich discute con un grupo de pacientes que esperan ser atendidos, y con evidente tono de enojo les pregunta de dónde vienen. “¿Usted de dónde viene? ¿Y usted de dónde viene?”, les preguntaba el profesional, que explicaba las razones de las demoras, y luego asegura que tiene “recursos limitados”. “Ninguno es del barrio de La Boca”, asegura, ante las respuestas de las personas, la gran mayoría de localidades de la provincia de Buenos Aires. el incidente generó una respuesta oficial del gobierno porteño, y reavivó una vieja disputa: la atención de bonaerenses en hospitales de CABA. Ante la decisión del jefe de gobierno Jorge Macri de “dar prioridad” a los pacientes porteño, la polémica estalló.
Es que tanto funcionarios de la gestión de Axel Kicillof como gremios de la salud de la Ciudad de Buenos Aires rechazaron la idea, y la consideraron “discriminatoria”. Además, referentes sindicales afirmaron que los problemas de atención en los nosocomios de la Capital Federal no tienen que ver con la presencia de pacientes de otras jurisdicciones, sino de “la falta de inversión y recursos”. En este sentido, denunciaron que en medio de la ola de calor hay muchos centros asistenciales sin aire acondicionado, lo que hace “imposible” realizar las tareas con normalidad.
A partir del video viralizado en el Hospital Argerich, Jorge Macri anunció que se pondrá en marcha “un sistema de diagnóstico y atención donde se priorice al porteño en la salud pública del distrito”, para evitar situaciones como las que se vivieron en ese centro asistencial, con bonaerenses que esperaban ser atendidos. “Vamos a seguir haciendo todo el esfuerzo que podamos, pero también estamos diseñando un sistema de diagnóstico y atención para el porteño donde lo prioricemos. Me parece que es razonable”, afirmó el jefe de gobierno en declaraciones radiales.
“Es un problema histórico, pero probablemente este alcanzado su pico de complejidad más alto. El nivel de desmanejo y desinversión en el sistema de salud pública, sobre todo a nivel provincial, es grave”, subrayó el mandatario capitalino. Sin dar mayores precisiones de este sistema, insistió que su responsabilidad “es tratar de priorizar al vecino que sostiene el sistema público”. “Obviamente no cuando hay un riesgo de vida o una emergencia porque ahí no hay especulación. Pero la mayoría de las problemáticas que llegan a las guardias son de atención primaria”, añadió.
“Esto es una vergüenza”, dijo respecto de iniciativa Héctor Ortiz, referente de la agrupación ATE Hospitales en la Ciudad de Buenos Aires. En diálogo con Data Gremial, el enfermero del Hospital Durand rechazó la medida, que consideró “discriminatoria”.
“Nosotros tenemos los hospitales desmantelados, es una vergüenza que traten de tapar el desastre que es nuestro sistema de salud con declaraciones así, o culpando a los pacientes que llegan de la provincia de Buenos Aires”, recalcó el dirigente sindical. Sobre el sistema que anunció Jorge Macri, Ortiz se preguntó “qué está diciendo el jefe de gobierno, si en la ciudad no tenemos mantenimiento, no hay equipos, faltan insumos y para colmo cobramos sueldos por debajo de la línea de la pobreza”. “Es una forma de discriminación, venimos mal hace tiempo y esto busca tapar una realidad que no se puede ocultar”, agregó.
Críticas al sistema
En estos días, en la previa a que se reavivara esta vieja polémica entre los principales distritos del país, que forman la zona AMBA, ATE Hospitales publicó una serie de denuncias en sus redes sociales, donde se asegura que en plena ola de calor los nosocomios porteños no tienen aire acondicionado ni otro sistema de climatización que permita a trabajadores y pacientes afrontar las temperaturas extremas.
“En los hospitales se están virtualmente deshidratando, incluso en los quirófanos hace más de 40 grados en estos días”, afirmó Ortiz. Uno de los casos se da en el Hospital Durand, donde trabajadores denunciaron “la falta de aire acondicionado en las salas de internación, dónde pacientes duermen en los pasillos por el calor extremo que hay en el nosocomio porteño”. Por esto, le pidieron a Jorge Macri y su ministro de Salud Fernán Quirós “que den respuesta a sus reclamos”.
En las publicaciones realizadas en estos días, se ven a pacientes internados, algunos enyesados o convalecientes, deben pasar sus días de internación en condiciones de calor extremo. “Nada mejora, el paciente de sala sufre mucho, tiene que traerse su propio ventilador, pero con 42 grados de sensación térmica no es ninguna respuesta”, resaltó el referente de ATE.
En este sentido, Ortiz sostuvo que “preocupa que nada mejore, ni con Mauricio Macri, ni con Horacio Rodríguez Larreta y ahora con Jorge Macri, que parece va a seguir destruyendo la salud de la Ciudad de Buenos Aires. Seguimos con los problemas de siempre”.
Disputa histórica
El anuncio del gobierno porteño reactivó una discusión que tiene años, y que suele tomar visibilidad en tiempos electorales, en especial desde el 2007, cuando Mauricio Macro llegó a la jefatura de gobierno de CABA, y fue uno de los promotores de las limitaciones de atención en hospitales.
Para justificar su postura, el gobierno porteño dejó trascender que el 40 por ciento de los pacientes que se atienden en los hospitales de la Ciudad son de origen bonaerense. Pero esos datos no coinciden con otros estudios. Según el Observatorio del Conurbano Bonaerense de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), en 2017 “cerca del 14 por ciento por ciento de la población de 18 años y más residente en conurbano se trasladaba a la CABA para recibir atención en la última consulta médica, mientras que sólo un 4 por ciento lo hacía en el sentido inverso”.
En tanto, en sus redes sociales el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) publicó datos de lo que podría llamarse el “camino inverso”, es decir, los bonaerenses que van a CABA, pero a trabajar. “Todos los días, 3 millones de bonaerenses cruzan a la Ciudad para trabajar. ¿Cuánto contribuyen? Según nuestros cálculos, aportan el equivalente a 2,7 veces el presupuesto de Salud de CABA”, explicaron.
Este cálculo sale de los Ingresos Brutos que esos visitan pagan potencialmente, y lo que tiene pensado recaudar el gobierno porteño según su presupuesto 2024. Si se suman esos trabajadores, más la población activa de la Ciudad, “tenemos 5.475.038 de contribuyentes potenciales (porteños y bonaerenses) que, si dividimos por lo que está proyectado recaudar de Ingresos Brutos, nos da que cada uno aportará en el año un promedio de 760.872”. “Por lo que si multiplicamos este promedio por los 3 millones de bonaerenses que trabajan en CABA nos da que aportan 2,3 billones de pesos (2.282.616.992.663 pesos): 2,7 veces el presupuesto de Salud de la Ciudad”, concluyó la entidad.