Pese a protagonizar junto a estudiantes y la comunidad educativa en general una de las marchas más grandes de los últimos años, los docentes universitarios no logran torcerle el brazo al gobierno nacional en su pelea para lograr mejoras salariales. Luego de al menos tres jornadas de lucha, los gremios del sector siguen reclamando por un aumento que compense la “brutal caída” de los salarios, que según las estimaciones es la más grande de la historia del sector desde que la gestión libertaria se instaló en la Casa Rosada. La falta de respuesta de la subsecretaría de Políticas Universitarias incluye un nuevo incumplimiento de convocar a una nueva paritaria, y todas las miradas apuntan a Sandra Pettovello, la responsable del área. Ante esto, en una nueva cumbre del Frente Sindical de Universidades Nacionales se acordó llamar a un nuevo paro nacional para la próxima semana. La medida será de tres días, e intensifica el plan de lucha ante un malestar creciente entre los trabajadores docentes y nodocentes de la educación superior.
En la cumbre se recordó además que tampoco está resuelta la situación presupuestaria, que asfixia a las casas de estudio, e impacta en la cuestión salarial. Un informe ubica la pérdida de los docentes del sector científicos y académico en el 25 por ciento.
Según informaron los integrantes del frente, el paro está previsto para el 25, 26 y 27 de junio, lo que profundizará el plan de lucha iniciado por mejoras salariales como presupuestaria. La medida incluirá a los gremios docentes –FEDUN, CONADU, CONADU Histórica, CTERA y FAGDUT y UDA –como a los nodcentes de FATUN. Para el último día de la medida de fuerza hay previsto una marcha al Palacio Sarmiento para entregar un petitorio exigiendo paritarias.
“El gobierno nacional no dan indicios de respuestas a nuestras demandas y que, en las últimas semanas, no solo persiste la grave situación, sino que se ha ido agudizando”, advirtieron los gremios, que de esta manera resolvieron “ratificar la decisión de la continuidad del plan de acción con un paro nacional de 72 horas. No hay universidad de calidad sin salarios dignos”.
La última oferta del gobierno nacional, a través de la secretaría de Educación dentro del Ministerio de Capital Humano, fue del 9 por ciento de aumento, algo que fue descartado por todas las organizaciones. El malestar creció cuando se liquidaron sueldos con un incremento del 4 por ciento.
“Fue una medida unilateral que ni siquiera respeta su primera oferta, una burla y una provocación que no hace más que caldear los ánimos de los trabajadores”, le dijo a Data Gremial una fuente del Frente Sindical de Universidades Nacionales, que ratificó que según sus cálculos la baja en los ingresos de los docentes y nodocentes está superando el 40 por ciento. “Es la más importante de la historia”, agregaron las fuentes. Si bien por el momento no hay pensado una gran movilización como la de abril pasado, que superó las 800 mil personas según los organizadores, se espera que en estos tres días haya diversas actividades, y no se descartan clases abiertas y otras medidas similares.
Presupuesto
De la mano con esta situación, los gremios insisten que la realidad presupuestaria de las universidades no está resuelta, lo que genera más presión sobre los salarios, que en la mayoría de las universidades corresponde al 90 por ciento de las erogaciones corrientes. En este punto, desde el Frente Sindical aclararon que si bien asignó el mes pasado un aumento del 270 por ciento para los gastos de funcionamiento, luego de la marcha federal universitaria, “aún mantiene abierta la deuda con los ingresos de las y los trabajadores”.
El primer acuerdo alcanzado por la UBA fue criticado por los gremios, que acusó a la casa de estudios de “cortarse solo”. Luego de varios reclamos, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) logró el compromiso de esta situación, aunque no termina de solucionar el conflicto.
Por eso las universidades siguen trabajando en el tema. Esta semana, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) aprobó por unanimidad una petición en la que se manifiesta “preocupación por la situación presupuestaria por la que atraviesan tanto docentes, nodocentes y estudiantes de la comunidad universitaria”. De esta manera, el máximo órgano de gobierno universitario se pronunció “en defensa de la educación pública, la urgencia de salarios dignos para los y las trabajadoras y reafirmó la necesidad de políticas e inversión pública en materia de derechos estudiantiles”.
El documento se emitió a pedido de tres gremios: Asociación de Docentes de la UNLP (ADULP), Asociación de Trabajadores de la UNLP (ATULP), y la Federación Universitaria de La Plata (FULP). “Debemos plantear con claridad que el problema educativo está lejos de considerarse resuelto. Es imposible hablar de educación pública gratuita y de calidad con niveles salariales que alcanzan mínimos históricos, con una pérdida sistemática de poder adquisitivo, con la cancelación de hecho de las paritarias para plantear las necesidades salariales de nuestros compañeros y compañeras”, resaltaron desde las entidades en el texto entregado a las autoridades universitarias.
Pérdida salarial
En tanto, en medio del plan de lucha, los datos sobre salarios del sector siguen generando alarma, no sólo por el ajuste directo a las universidades, sino por otros recortes, como el que sucede en el sector científico, que impacta en la docencia. En este sentido, los salarios del sector científico y académico “cayeron hasta un 25 por ciento desde noviembre”, según los datos del Grupo de Economía Política y Ciencia, del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación.
Según el informe, al que tuvo acceso Data Gremial, “tanto los sueldos del sector científico-tecnológico como de aquellos de las universidades nacionales tuvieron una recuperación en el mes de mayo, debido a la caída de la inflación”. Sin embargo, “la recuperación no compensa el nivel de pérdida acumulado durante los últimos ocho meses”.
Así los salarios de organismos científico-tecnológicos “perdieron un 22,6 por ciento los últimos seis meses, mientras que los salarios del ámbito académico cayeron hasta un 25 por ciento desde noviembre de 2023”. Para el reporte, la caída salarial del sector científico y el sector académico “se explica, en gran parte, por el derrumbe que vienen experimentando los ingresos de todo el sistema público”.
Es que los salarios del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP) también tuvieron un incremento nominal del 7 por ciento, por lo que ascendieron un 2,7 por ciento real en mayo, “pero acumulan así una retracción de 11,8por ciento desde que asumió el gobierno de Milei”.
“La inflación de los últimos 12 meses tuvo un descenso marginal, para situarse en 276,4 por ciento interanual, siendo de 115,7 por ciento desde que asumió el nuevo gobierno y de 71,9 por ciento en lo que va de 2024. Se consolida así el escenario que venimos presentando desde enero de 2024, consistente en el planteamiento de una política salarial sectorial orientada a generar una caída promedio del salario real CyT del orden del 25 por ciento para el año en curso”, concluyó el análisis.