La reunión de la mesa chica “ampliada” de la CGT finalmente decantó en una suerte de protesta contra un modelo que no puede contener a una inflación que va carcomiendo los ingresos de los trabajadores: habrá un acto para conmemorar el 1º de Mayo con el objetivo de interpelar a la clase política sobre la compleja coyuntura que atraviesa la Argentina.
El encuentro tuvo lugar el miércoles por la tarde en la sede nacional de UPCN, en Moreno al 1300, y resultó, a la postre, una continuación del cónclave realizado la semana pasada en la misma sede gremial, pero con una más reducida convocatoria.
Preocupación y bronca por la inflación
Durante aquella reunión se había abordado el alza de la inflación y en la víspera de que el INDEC dé a conocer el indicador de marzo, que se acercaría al 7%, se evaluó una "reacción" de la central obrera a un fenómeno que condiciona el devenir de las negociaciones salariales.
Durante el encuentro del último jueves se hicieron presentes 32 miembros del concejo directivo de la central obrera pero no hubo ningún representante del sector de Pablo Moyano.
Un “documento crítico”
No hubo uniformidad en marchar “contra el Gobierno” pero finalmente se acordó un camino intermedio, esto es, aprovechar la conmemoración del Día del Trabajo para hacer saber el malestar de la central sindical por una inflación desbordada y por incumplimientos oficiales, como la persistente acreencia en recursos destinados a las obras sociales. "Será un acto en un lugar cerrado y se leerá un documento crítico", indicó una fuente sindical consultada.
Es en este contexto, que la mesa chica cegetista evalúa realizar una reunión con el armado moyanista para la semana próxima con el objetivo de dar mayor volumen político a la concentración del 1º de Mayo.
Está claro que los sindicatos ya "jubilaron" la pauta salarial del 60% y ahora se firman paritarias cortas para ir peleando a la suba de precios en forma progresiva: hoy por ejemplo la UOM rubricó un aumento del 18% por casi 2 meses.