Se estima que en todo el país el CONICET, la principal entidad formadora de científicos del país, tiene unos 11 mil becarios. Según sus planes, existen tres tipos de becas que ofrece la entidad: doctorales, posdoctorales y para finalizar un doctorado. La beca consiste en el pago de un estipendio mensual, el otorgamiento de cobertura de una ART y, en los casos que correspondan, los Adicionales por cobertura médico asistencial y por familia. En el macrismo, los becarios realizaron varias protestas para mejorar sus ingresos, y para mejorar las condiciones laborales, ya que no tienen paritarias ni aguinaldo, entre otras cuestiones. Si bien el gobierno del Frente de Todos mejoró la situación en general, hay muchas cuestiones a solucionar. Así lo expresa la última encuesta realizada por ATE Capital, que busca difundir las principales preocupaciones laborales de este colectivo, que la semana pasada recibió un nuevo aumento salarial. La falta de aportes jubilatorios y de aguinaldo y los bajos ingresos, los temas más recurrentes. “El Estado no considera a los becarios trabajadores”, dispararon desde el gremio.
La encuesta de ATE Capital se hizo en todo el país, desde el 16 de marzo, y participaron 3.215 becarios, algo así como el 25 por ciento de la nómina de 11.500 científicos en formación. La gran mayoría de los consultados tiene entre 26 y 38años, y el 63 por ciento es mujer. La ausencia de aportes jubilatorios, con el 87 por ciento, es la preocupación más expresada por los encuestados. Le siguieron los salarios insuficientes (72 por ciento), la ausencia de agüinado (60 por ciento), descuentos salariales por cargos docentes (28 por ciento), problemas con la obra social (16 por ciento), maltrato y violencia de directivos (13 por ciento), licencias insuficientes (6 por ciento) y ausencia de lugares de trabajo (5 por ciento).
“Las principales problemáticas declaradas muestran la necesidad de un marco regulatorio que contemple estas cuestiones como condiciones básicas respecto a las necesidades de una persona y su supervivencia”, destacó el informe final de ATE Capital, al que tuvo acceso Data Gremial.
Según el gremio estatal, la mayoría de los becarios “destinan gran parte de sus ingresos en alquileres de vivienda, y afirman que el aguinaldo no solo es un derecho que no tienen reconocido sino que ayudaría a cubrir gastos que les permitan la reproducción de la vida digna. La docencia aparece como una actividad laboral donde estas personas se mantienen conectadas con la universidad y la transmisión de saberes, y les da la posibilidad de obtener los aportes y el extra salarial que en su condición de becarios no alcanzan”.
En tanto, respecto a la limitación de horas docentes o cargos remunerados que pueden conciliar “aparece como un nuevo problema: de exceder el máximo se descuenta de sus estipendios la diferencia superada”. “Por lo que existe una tensión entre los bajos estipendios y la imposibilidad de encontrar en otros trabajos una complementariedad salarial acorde a las necesidades de cada una de las personas”, analizó el reporte.
Aumento que no alcanza
El reporte se conoció luego de se anunciara un nuevo aumento del 10 por ciento del valor delos ingresos que reciben los becarios del CONICET, que realizó el propio presidente Alberto Fernández, junto a la titular del organismo Ana Franchi. “Lo que se anunció la semana pasada es una nueva etapa del plan de jerarquización científico-tecnológica, y beneficia a investigadores, científicos, becarios y personal de apoyo en la investigación”, le explicó a Data Gremial Juan Manuel Sueiro, referente de ATE Capital en el CONICET. En cuanto a la situación de los becarios, el dirigente dijo que “nosotros venimos planteando un Convenio Colectivo sectorial que nos permita discutir dentro del CONICET las distintas formas de trabajo, y las respectivas normativas”.
En la actualidad, los becarios no tienen formalmente una paritaria, y reciben sus mejoras a partir de la voluntad del gobierno, luego que en la anterior gestión se movilizaran para conquistar estos derechos. “El Estado no considera a los becarios trabajadores, lo cierto es que tienen un largo período de producción”, afirmó Sueiro. Por eso, desde ATE Capital es buscar un convenio específico para el sector. “La idea nuestra es equipararlo a los médicos residentes, con aportes jubilatorios, que es lo que le corresponden”, agregó el dirigente estatal, que admitió que “estamos en ese proceso, tratando de lograr las condiciones necesarias para que esto ocurra, pero sabemos que estamos en un contexto muy difícil”.
La nueva jerarquización salarial del 10 por ciento se efectivizará a partir de junio y se otorgará de manera complementaria a los aumentos previstos por el acuerdo paritario. De esta manera, se suma a los incrementos del 10 por ciento implementados en noviembre de 2020, abril y noviembre de 2021 y agosto de 2022, en pos de recuperar el poder adquisitivo de los ingresos del sector. “Esperamos que en la paritaria general del Estado se pueda dar respuesta a las problemáticas salariales que estamos atravesando todos los trabajadores, en este contexto complejo que vivimos. En ese marco, poder discutir una equiparación para los becarios de todo el país”, recalcó Sueiro.
Otras conclusiones
La encuesta realizada por ATE Capital tuvo respuesta de becarios residentes de todas las provincias, con preponderancia de la zona AMBA del país. Respecto al salario, “9 de cada 10 becarios considera que los montos de las becas no son suficientes para cubrir necesidades básicas o que deberían ser más altos”. En cuanto a la cobertura médica, el 48 por ciento de los consultados no está conforme con la atención.
Una cartilla insuficiente (72 por ciento), dificultad para conseguir turnos (53 por ciento) y la mala atención (23 por ciento), los temas más recurrentes nombrados por los futuros científicos. “Lo que resulta evidente a través de este breve diagnóstico, considerando que enfrentamos un sistema mucho más complejo y con mayores cortocircuitos, es que pueden identificarse prioridades sobre las que avanzar y trabajar”, destacó el trabajo.
Esta encuesta logró construir “un diagnóstico representativo del Estado de situación de los becarios de todo el país”. “No es posible construir una propuesta política y gremial para resolver los problemas de los trabajadores sin un diagnóstico claro y que refleje la opinión real del sujeto”, recalcaron desde el gremio estatal. En este sentido, desde ATE entienden que “este diagnóstico tiene que ser una guía de acción para la política de nuestro sindicato a la hora de plantear un diálogo con las autoridades del organismo y del Ministerio para resolver los problemas que atraviesan nuestras compañeras y compañeros”. “Esperamos que también sirva como insumo para que los funcionarios tengan una visión más clara de las necesidades urgentes de los trabajadores del organismo y en particular de los becarios”, concluyeron.