En los últimos días, hubo cruces mediáticos entre referentes del gobierno nacional y distintos sectores opositores por la supuesta suba de los salarios en la gestión de Javier Milei. la polémica se encendió cuando el jefe de Gabinete Guillermo Francos realizó su presentación ante el Congreso, y presentó datos de la recuperación de los ingresos. Con datos de la secretaría de Trabajo, el funcionario recalcó que en febrero de 2025 “el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores formales del sector privado fue 7 por ciento mayor al nivel que tenían en noviembre de 2023”, cuando ganó las elecciones La Libertad Avanza. Uno de los primeros en desmentir los dichos fue uno de los titulares de la CGT, el dirigente Héctor Daer, que dijo que “es verso”, y recalcó que en estos momentos “las paritarias “están pisadas”. En medio de la discusión, un informe ingresa una variante al debate, y muestra la forma en que se manipulan los datos. Es que el mismo asegura que el aumento de los ingresos está vinculado a “más horas trabajadas” por los empleados registrados, lo que vuelve esta mejora “inestable y rápidamente reversible”. Si se incluye esa variante, la mejora prácticamente desaparece. La discusión se da en momentos que las paritarias está “pisadas” por el gobierno, lo que aumenta el malestar sindical.
El informe del Programa de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) analizó los datos de salarios formales, y puso en discusión las afirmaciones de Francos y el gobierno. En este sentido, concluyó que el crecimiento de los salarios observado en los últimos meses “no obedece a una suba del salario normal y permanente sino a un incremento de las horas trabajadas”. Esto quiere decir, agregó el reporte al que tuvo acceso Data Gremial, que los ingresos de los trabajadores “están aumentando no porque su hora de trabajo haya incrementado sustancialmente de valor sino porque están trabajando más horas”.
En resumen, “estamos asistiendo a un crecimiento de la intensidad laboral”. además, recodaron que “el aumento de ingresos basado en el incremento de las horas extra es inestable y corre el riesgo de ser rápidamente revertido si la actividad se estanca o se retrae”. A diferencia de los aumentos negociados en paritarias, insistió el CETyD, “las horas extra son el primer componente salarial que se elimina cuando el ciclo económico pierde dinamismo”. En consecuencia, “a menos que los incrementos actuales se trasladen a los salarios básicos de convenio, los trabajadores podrían experimentar una brusca reducción de ingresos si la actividad interrumpe la tendencia al alza que mostró desde mediados de 2024”.
Esa situación, marcaron desde la entidad de la UNSAM, “debe interpretarse a la luz de lo que está sucediendo en el empleo”, que a diferencia lo que ocurre con la actividad económica, “que ya volvió al nivel que tenía al iniciar la crisis, el empleo no logró compensar la contracción previa y a fines de 2024 se mantuvo 2,3 por ciento debajo de fines de 2023”. Sin embargo, “lo que sí está aumentando es la cantidad de horas que trabaja cada trabajador, que crecieron 5 por ciento en ese mismo período de tiempo”.
Esto puede deberse a que, en el actual contexto de inestabilidad, “las empresas están optando por aumentar las horas extra antes que por contratar más trabajadores a sus plantillas”. En números, el poder adquisitivo de los salarios se incrementó entre fines de 2023 y 2024 (en línea con lo sostenido por los funcionarios de gobierno). Sin embargo, “si se excluye el crecimiento de las horas extra y se observa lo ocurrido con el salario por hora trabajada, el incremento fue sustancialmente menor: el salario total creció 7 por ciento y el salario horario, 2 por ciento”.
Paritarias pisadas
En cuanto a las proyecciones para este año, el CETyD sostiene que esta diferencia entre horas trabajadas “que observamos para fines de 2024, seguramente se haya profundizado a principios de 2025, período para el cual no hay información disponible aún, considerando la acentuación del desacople entre los salarios efectivamente cobrados y los negociados en paritarias que ocurrió durante esa etapa”.
Esta discusión se da en momentos que la estrategia de la secretaría de Trabajo sigue la política de no homologar paritarias por fuera de su techo aceptable, por abajo del IPC oficial. Por eso, llama la atención del informe que ese crecimiento salarial “se produce en el mismo momento en el que el gobierno fijó un techo muy estricto a las paritarias y no está homologando los acuerdos que superan esa pauta”.
Esa situación aparentemente paradójica “se refleja en los datos”. En efecto, desde fines del año pasado se produjo “un marcado desacople entre, por un lado, los salarios negociados en paritarias por empresas y sindicatos; y por otro lado, los salarios efectivamente cobrados por los trabajadores a principios de mes”.
En este sentido, los salarios negociados en paritarias entre empresas y sindicatos “se mantuvieron relativamente estables entre septiembre de 2024 y febrero de 2025”, en rigor, aumentaron 1 por ciento y cayeron en marzo pero en simultáneo, “los salarios que efectivamente cobraron los trabajadores (salario efectivo) crecieron 9 por ciento durante ese mismo período”.
Efectos adversos
En este escenario de suba de salarios “distorsionada” por las horas trabajadas y paritarias pisadas por el gobierno, la conflictividad comienza a tomar temperatura. Una de ellas es una rápida reacción delos gremios respecto a la apertura de las paritarias. Un caso emblemático es el de UPCN, que firmó un acuerdo para mejorar los salarios en abril y a los pocos días con la salida del cepo y la suba del dólar oficial tuvo que reclamar volver a negociar.
Por eso, en la provincia de Buenos Aires los estatales, que esperan un nuevo llamado a la negociación, ya reclamaron una discusión “mes a mes”, que evite correr de atrás a la inflación. Pero donde más se nota esta política de ingresos es en la docencia universitaria. Allí, los últimos cinco encuentros fueron cerrado de forma unilateral, haciendo que los salarios pierdan más de un tercio de su poder de compra en apenas un año.
Por tal motivo, dos gremios realizaron medidas de fuerza esta semana, y el Frente Sindical de Universidades Nacionales prepara una marcha para el mes de marzo. Así se lo dijeron a Data Gremial fuentes del espacio, que si bien admitieron que no hubo acuerdo para hacer un paro nacional en estos días –medida que tomó CONADU y CONADU Histórica –“no hay una interna”, y ya se trataba en una nueva movilización para “la segunda quincena del mes que viene”. Los datos que manejan en el Frente de pérdida salarial por el modelo de paritarias libertarios alcanza los 35 puntos, aunque en algunas categorías puede ubicarse “entre el 60 y el 80 por ciento del valor”, según referenció las mismas fuentes consultadas. por eso se avanza en una nueva jornada de protesta, que permita visibilizar esta “caída estrepitosa”, que afecta a docentes y nodocentes de todo el país.