En la previa a la asunción del presidente Javier Milei, se confirmó que el cardiólogo Mario Russo será el encargado del sector de salud. Ex funcionario de esa área en los municipios de San Miguel y Morón, el funcionario llega en medio de versiones sobre el futuro del ministerio, que iba a ser secretaría bajo la órbita de Capital Humano, pero ahora mantendrá la autonomía, pero no se sabe cuál será la categoría. Estas indefiniciones generan alarma no sólo en el sistema sanitario, que espera una etapa de ajuste. También en la seguridad social, ya que el recorte de gastos y la liberación de las regulaciones presentan un escenario complejo. En este sentido, los gremios miran a través de sus obras sociales lo que pasa con los medicamentos, que en noviembre aumentaron sus precios un 30 por ciento, ya que no se renovó el acuerdo de congelamiento con la industria farmacéutica. Ante esto, desde el del Instituto de Estudios en Salud de ATE (IDEP-Salud) alertaron que si se mantiene este escenario, los valores de los tratamientos se dispararán, complicando el acceso de los trabajadores y los pacientes en general. Se espera que esta semana haya definiciones de los funcionarios del área.
El 1° de noviembre pasado se venció el convenio firmado por la extinta secretaría de Comercio y los laboratorios productores nacionales, para sostener los precios por debajo del IPC mensual. A partir de esto, se actualizaron los valores, con subas promedio del 30 por ciento en el primer mes sin acuerdo, con picos de incrementos de hasta el 100 por ciento. Así lo alertaron desde la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), que confirmaron esta tendencia, que se mantiene e incluso se acrecentará en diciembre. La entidad expresó que “los aumentos constantes, que están generando dificultades en la atención de obras sociales, son preocupantes”. Además, destacó que “el financiamiento a 60 o 90 días está poniendo en riesgo el capital de las farmacias ante estos incrementos” y abogó por la necesidad de reducir estos plazos”. Durante ese mes, hubo amenazas de cortar la atención de los afiliados de la seguridad social, si no se cumplían algunos de los reclamos. Finalmente, las farmacias decidieron mantener los servicios, aunque sostienen los pedidos de mejoras.
En los gremios, el tema preocupa y mucho. Es que la cobertura de los tratamientos es uno de los gastos principales de sus obras sociales, y cada vez deben dispones de más recursos para cumplir esta tarea. Por eso, esperan que se definan las autoridades sanitarias para pedirles algún tipo de definición. “Hay muchos intereses en juego, los laboratorios hacen un fuerte lobby para liberar los precios”, le dijo a Data Gremial una fuente del sector, que adelantó que sin intervención, el valor de los tratamientos “acompañará la inflación, no más”. Hace unos días, las entidades recibieron con alivio que Enrique Rodríguez Chiantore es el nuevo titular de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), puesto clave ya que maneja la entrega de fondos para las obras sociales. Con experiencia en el sector, se espera que en breve haya contactos con ambos funcionarios y dirigentes de la CGT, en especial José Luis Lingeri, el dirigente que hace las veces de “ministro de Salud” de la central obrera.
Preocupación
Ante este panorama respecto a los precios, que se espera se profundice en diciembre, hay preocupación por el acceso a los tratamientos de quienes están dentro dela seguridad social y quienes se atienden en el subsistema público, que sufrirá un fuerte ajuste. En este sentido, desde el Instituto de Estudios en Salud de ATE (IDEP-Salud) dicen que el modelo sanitario que impulsa Milei se basa en “viejas recetas, que ya fracasaron”. “Los dos escenarios que parecen confirmarse es la degradación del ministerio y el achicamiento de personal”, dijo Daniel Godoy, director de la entidad. Ante la consulta de Data Gremial agregó un tercer escenario: la suba de medicamentos. “El alza desmedida de los tratamientos, que está preparando la industria farmacéutica para los tratamientos de alta prevalencia y para paciente crónicos, va a generar un problema importante en el gasto de bolsillo de esas personas”, adelantó Godoy.
Si bien no hubo mayores definiciones, en su discurso de asunción Milei “El sistema de salud se encuentra completamente colapsado. Los hospitales están destruidos. Los médicos cobran miseria. Y los argentinos no tienen acceso a salud básica”, sostuvo el mandatario respecto a la situación que se vive en el sistema. “Algo que se adelantó respecto a la seguridad social es el regreso de recetas muy vinculadas con los años 90, como el descreme de las obras sociales, libre elección, cotización según capacidad de pago, canastas básicas de prestaciones, y otras tantas”, alertó Godoy respecto a las posibles soluciones a esta crisis. “Esto obviamente que va en la dirección de una aceleración de un modelo de seguros de la Argentina, y un traspaso de la perspectiva de derechos a la perspectiva de negocios en el área de salud”, agregó.
Para el titular del IDEP-Salud, el camino además incluye “achicamiento de los planteles de personal, precarización laboral, sumado a aumento del gasto de bolsillo y achicamiento de las prestaciones, ese es el escenario configurado y que va a tener profundas repercusiones en la vida cotidiana de la población”. “El escenario es de ua profundo deterioro de la vida de las personas, en la capacidad del estado para regular y cuidar a su gente, y seguramente un ciclo de conflicto social muy parecido al que ya vivimos con Mauricio Macri, con el cierre del ministerio y el despido masivo del personal sanitario”, concluyó Godoy.
Funcionario confirmado
En tanto, se espera que Mario Russo asuma formalmente para ver cuántas de estas alarmas son reales. Russo, de formación cardiólogo clínico, es conocido en el ambiente médico por haber trabajado algo menos de una década en FLENI, justo antes de abocarse a la función pública. El funcionario fue entre 2007 y 2016 fue dos veces secretario de Salud de la Municipalidad de San Miguel, durante los mandatos consecutivos del actual senador de Juntos por el Cambio Joaquín de la Torre. Además, se desempeñó como secretario de Salud del partido de Morón bajo la intendencia del macrista Ramiro Tagliaferro (2015-2019). Durante la gobernación de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, Russo ocupó el puesto de subsecretario de Coordinación de Políticas Sanitarias y de Planificación y Contralor Sanitario en el Ministerio de Salud. Hasta diciembre de 2019, representó a la provincia en el Consejo de Administración del Hospital El Cruce. Entre enero de 2020 y junio del año pasado, Russo fue director de Asuntos Gubernamentales en AySA, durante la gestión de Malena Galmarini del Frente Renovador.
A pocas horas de su confirmación como funcionario, Russo tuvo sus primeras críticas públicas. Mediante un comunicado de prensa, gremios médicos que forman la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) recordaron que Russo promovió como secretario de Salud de San Miguel “el desafuero y la cesantía de los doctores Horacio Alonso, Pablo Gil y Eduardo Barragán”, dirigentes históricos de la Asociación de Profesionales del Hospital Larcade (CICOP-San Miguel). “El único pecado de los delegados fue oponerse a la precarización laboral y a la privatización y tercerización de servicios que Russo impulsaba desde el modelo del vecino municipio de Malvinas Argentinas”, remarcaron. “Ojalá Russo priorice su deber central, que es atender y defender el sistema público de salud. Ojalá su visión antisindical haya evolucionado y trate a los ‘héroes de la pandemia’ mejor de lo que lo hizo en el municipio de San Miguel”, ironizaron las entidades sindicales.