La devaluación posterior de las PASO empujó la inflación de agosto, que según el último reporte del INDEC alcanzó la cifra más alta en más de 30 años. Esto además generó un aluvión de reaperturas de paritarias, para evitar que el impacto de esta situación sea absorbido por los salarios. Lo más preocupante es que el aumento más importante se dio en alimentos y bebidas, es decir, en productos básicos para las familias. Más allá del paquete de medidas que impulsa el ministro de Economía y candidato Sergio Massa, el impacto de esta crisis golpea de lleno a los trabajadores.
Prueba de esto, se conoció el último informe de la seccional ATE en el INDEC, que cada mes mide una canasta de alimentos y servicios que necesita una familia tipo, que está cada vez más cerca del medio millón de pesos, una cifra a la que pueden frente pocos convenios laborales. Ante esto, desde el gremio estatal recalcaron que “nos sobra mucho mes al final del sueldo”, y pidieron un aumento de emergencia y medidas para frenar la inflación. Medidas en canastas básicas, los estatales nacionales perdieron 24 de ellas.
La canasta anunciada por ATE-INDEC marca la disparada de la inflación, y la necesidad de reconstruir salarios. “Un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijos en edad escolar necesitó, en agosto de 2023, 436.602 pesos para satisfacer sus necesidades mínimas”, destacó el reporte, al que tuvo acceso Data Gremial.
Este valor se compone “de 153.453 pesos necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de 283.149 pesos para acceder a otros bienes y servicios básicos”. Por tanto, agregó la Junta Interna del gremio en el organismo, “ningún trabajador debería ganar -de bolsillo- menos que el valor calculado en este ejercicio”. Otros datos informaron muestran que la presente actualización “fue calculada luego de conocer la variación de precios del IPC y la actualización de las Canasta Básica Alimentaria y Total correspondientes al mes de agosto del corriente año, que fueron respectivamente de 124,4, 146,4 y 137,7 por ciento, en términos interanuales”.
Los datos se conocieron luego que se informara la inflación de agosto, que fue del 12,4 por ciento, la más alta en décadas, y que derivó en una serie de medidas económicas usadas por Massa para relanzar su campaña.
Para ATE-INDEC, este es “un proceso de crisis económica que afecta a nuestro país, luego de la brutal devaluación del lunes posterior a las PASO y, de una batería de anuncios insuficientes que pueden traer alivio a un sector de trabajadores de mayores ingresos o la posibilidad de sacar créditos baratos para otro sector o la devolución del IVA pagando con tarjeta de débito”. “Por lo insuficientes y parciales de estas medidas y porque se siguen los dictámenes del FMI sigue más vigente que nunca nuestra frase”, agregaron.
En cuanto a la inflación, desde el INDEC recordaron que “pasaron más de 30 años y 10 presidentes para que la clase trabajadora (activa o pasiva, ocupada o desocupada, formal o informalmente contratada, etc.) sufriera este brutal golpe a su bolsillo”.
24 canastas
Con el cálculo de esta canasta, la Junta Interna del INDEC puede definir la pérdida salarial desde el 2015, cuando se comenzó a darle difusión a esta estadística alternativa. Así lo explicó Raúl Llaneza, integrante de ATE en la entidad, que recalcó que el valor de la canasta “debería ser nuestro salario base”.
“A partir de esto debemos calcular la pérdida del poder adquisitivo, que se sigue manteniendo desde diciembre de 2015 a la fecha en el 35 por ciento”, le dijo a Data Gremial. Llaneza calculó este porcentaje en canastas básicas que mide el INDEC, y afirmó que “actualizada a números de agosto de 2023 son 24 canastas básicas la que perdimos, que en pesos representan 284 mil pesos aproximadamente”.
En tanto, en el informe se marcó que “hay datos nos preocupan”. “En esta última variación pegó un fuerte salto, respecto al mes anterior el rubro ‘Alimentos y bebidas no alcohólicas’, de 5,8 a 15,6 por ciento”, resaltaron.
Esto hace que “la situación de los trabajadores estatales es difícil, el salario de referencia de diciembre 2015 (10.191 pesos), actualizado a pesos de agosto 2023 debería de ser 301.696 pesos y no los insuficientes 191.574 pesos, que no incluye la suma fija de 4 mil pesos, según la grilla salarial del SINEP”. En cuanto a las proyecciones de acá a fin de año, tanto los especialistas del tema, como el REM que mide las expectativas del mercado plantearon una inflación minorista para este de 170 por ciento.
Pedidos
En el caso de los estatales nacionales, lo grave de estos datos es que se dan en medio de la actualización salarial de la semana pasada. En la última reunión paritaria, los gremios estatales ATE y UPCN acordaron en el Ministerio de Trabajo un 23,2 por ciento de incremento salarial en dos cuotas acumulativas del 11 por ciento cada una para septiembre y octubre, sobre la base de los haberes de agosto y de este mes, y convinieron que el bono de 60 mil pesos en dos tramos no sea absorbido por la paritaria.
Además, la ATE indicó que la primera cuota del bono de 60 mil pesos se cobrará alrededor del 15 de este mes y la segunda con los salarios de septiembre. Añadió que será percibido por el personal que cobre haberes netos de hasta 400 mil pesos a agosto último.
Pese a esta mejora, desde el INDEC los trabajadores piden, como adelantó Llaneza, “mantener la paritaria abierta”, e incluso insisten con su idea de tener una “actualización automática para combatir la inflación”.
Además, el reporte puso una serie de reivindicaciones, como “aumento de emergencia del 60 por ciento a pagar en una cuota, bono de 60 mil pesos mensuales para todos los trabajadores, planta permanente para todos los contratados, regularización del empleo precario, pase a resolución 48 del personal contratado por monotributo sin quita salarial, pago de todas las sumas fijas que otorga el gobierno a los monotributistas”, entre otras.