Pese a que se mejoró el aumento, los docentes universitarios tiene decidido un “inminente paro”

El gobierno subió unos puntos la mejora salarial que otorgó de manera unilateral, peor lejos de las pretensiones sindicales. Por esto, y el ajuste presupuestario, realizarán una protesta al inicio del segundo cuatrimestre.

En lo que viene siendo una práctica habitual de este gobierno, la semana pasada se definió de forma unilateral el aumento de julio para los trabajadores universitarios. Según se anunció, los docentes y nodocentes recibirán un incremento del 4 por ciento, que fue rechazado por todo el arco sindical, tanto por lo insuficiente para hacer frente a la caída del poder adquisitivo como por la forma de hacerse, sin llamar a la paritaria sectorial. Esto, junto a la brutal baja de los recursos girados por el Estado nacional a las universidades de todo el país, empujan a una profundización del conflicto. Esta semana, se confirmó la liquidación de salarios, con una mejora respecto del anuncio inicial. Esto no calmó los ánimos, según adelantaron desde el Frente Sindical de Universidades Nacionales, que ratifican con incluso con la mejora la pérdida salarial “supera el 50 por ciento”. Por eso, adelantaron que están ante “un inminente paro” al inicio del segundo cuatrimestre, para reclamar respuestas a sus insistentes reclamos.   

La liquidación de salarios trajo una mejora al 4 por ciento anunciado por la subsecretaría de Políticas Universitarias, que sin llamar a la paritaria decidió volver a dar un incremento de forma unilateral. Docentes y nodocentes vienen reclamando que la pérdida en los ingresos es la “más importante de la historia”, y en estos meses ya superó el 50 por ciento. Este jueves, el gobierno nacional envió a todas las universidades el instructivo de liquidación de los salarios de julio, que se pagarán con un incremento del 7,5 por ciento.

La suba está conformada por el 4 por ciento de aumento original, que habían informado iban a aumentar discrecionalmente, y un 3,5 por ciento extra que se sumó para equiparar el porcentaje con el que recibieron los estatales nacionales”, le explicó a Data Gremial una fuente de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN). La misma fuente recordó que los aumentos sin discusión “se volvieron una costumbre de la actual gestión, que no acuerdo ni con sus trabajadores, ni los docentes”. Incluso el salario mínimo fue aumentado sin consenso, como se confirmó este viernes mediante un decreto.  

Desde FEDUN mantuvieron el rechazo a los aumentos unilaterales, y a los porcentajes que no hace más que profundizar la pérdida salarial. Lo mismo sucede entre otros miembros del Frente Sindical. La CONADU por ejemplo, habló de esta forma de cerrar salarios y la calificó de “sistemático plan de atropello a las representaciones sindicales”. “CONADU rechaza al aumento otorgado, no sólo por insuficiente, ya que seguimos con un salario depreciado en más de 56 puntos nominales, a modo de ejemplo”, agregó.

En un documento, argumentó su postura: “Si proyectamos poder adquisitivo, para tener el mismo poder de compra de noviembre del 2023 un profesor adjunto de dedicación exclusiva debería cobrar en julio un básico de 1.099.497,76 pesos y va a percibir 839.116,94 por ciento, por lo que el aumento debía ser del 41 por ciento”. “A esto se suma una realidad que muestra salarios universitarios bajo la línea de pobreza, y se agrava la situación por la instalación de un método de tratamiento autoritario e irrespetuoso con los sindicatos de trabajadores y una vulneración permanente del derecho a la negociación colectiva”, insistieron.

Plan de Lucha

Por estos argumentos depuestos, el malestar delos docentes y nodocentes universitarios no sólo no disminuyó, sino que se el clima se tensa. Desde FEDUN confirmaron que comparten los datos de los otros gremios, y sostienen que “más allá del nuevo incremento la pérdida salarial sigue siendo de más del 50”. “No se convoca a paritarias y el gobierno sigue decretando los aumentos discrecionalmente por lo que el conflicto salarial se agrava”, agregaron las fuentes consultadas. Por eso, el gremio que conduce Daniel Ricci confirmó que “es muy probable que haya paro de 24 y 48 horas para el comienzo del próximo cuatrimestre”.

FEDUN había adelantado que buscaría consenso con el resto del Frente Sindical de Universidades Nacionales para una medida de fuerza, que va creciendo. Según pudo saber Data gremial, para la mayoría de las organizaciones el anuncio de la protesta “es inminente”.

Por su parte, CONADU sostiene que “continúa con un plan de lucha, no sólo en defensa del salario docente, sino también de la universidad pública y de un presupuesto que reconozca la necesidad de becas para sus estudiantes, programas de investigación y extensión, y salarios dignos para todos sus trabajadores”. “Con la profunda convicción de que este gobierno se dispone a destruir el sistema público nacional en su conjunto, tal como se expresa de manera permanente desde las máximas autoridades nacionales, confiamos en la unidad del Frente Sindical Universitario, para seguir construyendo resistencia y oposición a un modelo de país que desprecia la educación pública, la ciencia, la cultura y el conocimiento en manos de las grandes mayorías”, recalcaron desde el gremio.

Ajuste presupuestario

En cuanto a la cuestión presupuestaria, la situación sigue siendo crítico. Esta semana, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) declaró “la crisis en materia salarial de los claustros docentes y nodocente en todas sus funciones” y solicitó elevar el pronunciamiento al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), al Ministerio de Capital Humano, la Secretaría de Educación y la Subsecretaría de Políticas Universitarias. Además, reclamó por los recursos que el Estado nacional está reteniendo. En este sentido, un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) explicó cómo hizo el gobierno para lograr superávit fiscal durante el primer semestre del 2024, dejando sin fondos a las universidades.

La entidad puso el foco en los recortes que se hicieron en las transferencias, durante el mes de junio, y descubrió que entre las más importantes están las que dejó de hacer a las universidades nacionales. Según el trabajo, que publicó hace unos días Data Gremial, “la transferencia de fondos a las universidades bajó un 95,1 por ciento”, como parte del plan de reducción del gasto público del gobierno de Milei.

En junio, se aprecia que 13 de los 16 componentes del gasto público tuvieron descensos en términos reales. Según el IARAF, los tres rubros que subieron fueron el gasto en asignaciones universales para la protección social (38 por ciento), subsidios a otras funciones (20,6 por ciento) y prestaciones del INSSJP (7,6mpor ciento). En tanto que, los gastos que más cayeron fueron: transferencias de capital a provincias (-97,5 por ciento), Transferencias a universidades (-95,1 por ciento) y subsidios a la energía (-81,2 por ciento).

Otro trabajo confirmó el ajuste, y marca que los fondos para el sector están 124 puntos por debajo de la inflación en la primera mitad del año. Según el trabajo del Instituto de Estudios y Capacitación (IEC-CONADU), en los primeros seis meses de 2024 “las universidades nacionales recibieron del Estado 1.351.829 millones de pesos, esto es un 152,8 por ciento más que lo que obtuvieron en los primeros seis meses del año pasado”. Sin embargo, destacó el análisis, “esa variación queda muy rezagada frente al promedio interanual de inflación, que alcanzó los 276,4 puntos”. En otras palabras, “en la primera mitad del año, el financiamiento universitario quedó 123,6 puntos por debajo de aumento de precios”. Si se toma por ejemplo el último mes considerado (junio), las casas de estudio “perdieron incluso más en relación a la inflación”.

En esos 30 días, “recibieron poco más de 364.800 millones de pesos –solo un 106,3 por ciento sobre junio de 2023, frente a una inflación de junio a junio de 271, por ciento, lo que constituye un atraso de 165,2 puntos por detrás de ese índice”.