Una de las primeras iniciativas enviada por Raúl Alfonsín al Congreso fue una reforma de la ley 23.551, que regula la actividad sindical. Bajo la excusa de normalizar los gremios –intervenidos durante la dictadura militar –el gobierno radical apuntó a reformar la normativa que estableció el modelo argentino, que puede definirse con una palabra: unicato. La pelea legislativa terminó en una dura derrota de Alfonsín y su ministro de Trabajo, Antonio Mucci, y una fuerte enemistad con la dirigencia sindical, que duró toda la gestión. Además, consolidó este modelo, que se mantiene vivo hasta hoy, pese a algunos fallos judiciales contrarios. En estos días, la propuesta que busca volver a discutir la popularizada “Ley Mucci” por parte del diputado Martín Tetaz no fue bien recibida por el sindicalismo, que puso en duda los reales objetivos del legislador para esta presentación, que vinculan con el proceso electoral.
Para los dirigentes consultados, esta propuesta no tiene nada que ver con la famosa democratización que se enarbola, sino que “está apuntado a inmiscuirse en la vida institucional de los gremios”. La disputa por las obras sociales, otro de los temas claves.
El proyecto del diputado Tetaz recibió sus primeras críticas, que recorren todo el arco sindical. La llamada Ley de Democracia Sindical apunta a terminar con las reelecciones indefinidas, y cambia la forma de controlar el manejo de las obras sociales, entre otras cuestiones.
Ya desde su nombre fue cuestionada por las organizaciones gremiales. “Desde el título este proyecto me parece una falta de respeto, porque claramente lo hace ‘para la tribuna’, habla de democracia sindical como si no existiera ya”, sostuvo Heber Ríos, secretario Gremial de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA). “Como trabajador y dirigente sindical se puede refutar esta idea, porque conozco la situación que se vive en las organizaciones del país”, recalcó Ríos, ante la consulta de Data Gremial.
Para el dirigente, “el proyecto no está pensado para facilitarle la participación de los trabajadores en las organizaciones, claramente está apuntado a inmiscuirse en la vida institucional de los gremios, creo que pueden generar algo que permita atacar a los gremios, que es la verdadera intención que tiene la derecha, que le molesta que los trabajadores se organicen para luchar por sus derechos”.
En tanto, desde la CTA de los Trabadores también apuntaron a los falsos argumentos que da Tetaz para renovar la reforma de la Ley de Asociaciones Sindical.
“Habla de transparencia y alternancia para evitar el enquistamiento mafioso en los sindicatos, me parece lo más desacertado que he escuchado, sobre todo pensando al bloque que responde el legislador, que deja mucho que desear”, dijo Juan Manuel Sueiro, referente de ATE Capital. En diálogo con Data Gremial, el dirigente sostuvo que “por más que quieran volver a plantear un cuasi proyecto similar a lo que se llamó la ‘Ley Mucci’, no tiene nada que ver con la representación sindical”.
Lo que tienen que hacer, dijo Sueiro, “es ser respetuosos de las organizaciones sindicales, porque son los trabajadores los que eligen la forma de representación y de conducción en los gremios”. En este sentido, coincidió con Ríos, sobre que el proyecto “intenta maquillar una propuesta que tiene claros fines políticos y electorales, no tiene otro sentido”.
Argumentos contrarios
En una entrevista, Tetaz justificó su proyecto al decir que “tenemos muchos casos de sindicalistas que están hace 40 años, 30 años, sin prácticamente ningún tipo de alternancia y donde es muy difícil para las minorías dentro de esos sindicatos hacer pie”.
Para Ríos, esto no se verifica en la práctica, en el sentido que están los elementos para participar. “Poniendo como ejemplo ATILRA, que uno conoce, los distintos órganos deliberativos de nuestra organización, que se basa en la representación directa de los trabajadores, los puestos y cargos se renuevan cada dos años, entre los delegados, y cada cuatro en las seccionales y la conducción nacional”, dijo.
Además, sostuvo que los requisitos para postularte a estos cargos “son muy sencillos, no hay nada que impida a cualquiera a postularse, eso refuta lo que dice el título del proyecto”. “No tengo noticias que ninguno de nuestros afiliados nos pida modificar la Ley de Asociaciones Sindicales”, recalcó.
En tanto, desde la CTA Autónoma, afirmaron que “tenemos nuestra propia opinión de los cambios necesarios en la Ley de Asociaciones Sindicales”. “Los cambios propuestos por Tetaz, por lo menos los que trascienden, son apenas forzar la superficie que tiene de fondo la ley, que es hija del fracaso de la ‘Ley Mucci’ y una reafirmación de la norma que crea el modelo sindical”, subrayó Jorge Yabkowski, dirigente de esa central obrera y vicepresidente de FESPROSA.
El pedido del sector, confirmó el dirigente ante la consulta de Data Gremial, es que la ley “se adecúe a los cuatro fallos de la Corte Suprema de Justicia que reafirma el artículo 14 bis de la Constitución y los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que tienen rango constitucional, y que no están vinculados a la reelección, por ejemplo”.
En uno de los fallos se declara inconstitucional el artículo 31 inciso A de la ley, el corazón del unicato, además de permitir que los gremios con simple inscripción tengan derecho a la negociación colectiva, incuso los minoritarios. “Hoy en las convenciones colectivas de trabajo del sector privado no pueden participar, como pasa en la construcción con el SITRAIC”, recordó Yabkowski. En el sector público esto no sucede, y se establece la llamada “representación plural múltiple”.
Manejo de las obras sociales
Otro de los puntos clave del proyecto del diputado radical es el manejo de las obras sociales, donde en muchos casos radica parte del poder de los gremios. “Se han constituido en las cajas de los sindicatos y tienen a los afiliados cautivos”, remarcó Tetaz, que propone “menos períodos de latencia, más capacidad para que los trabajadores tengan la obra social que prefieren tener”.
Además, en otro proyecto pretende que los aportes a los sindicatos tampoco sean obligatorios, sino que sean voluntarios por parte de los trabajadores.
Respecto a este punto, Yabkowski, que es secretario de Salud Laboral de la CTA Autónoma, dijo que el sector es partidario “de desvincular el sistema de la seguridad social de la conducción de los gremios”.
“Así como promovemos la participación mayor de las minorías en los convenios, proponemos que en cada obra social la conducción sea elegida democráticamente, de forma directa, y con representación de esas minorías”, explicó el dirigente. Esta coincidencia con el proyecto, como la delimitar las reelecciones, no implica un apoyo a la iniciativa. “Si no toca los temas modulares del modelo, es maquillaje, hay que cambiarlo de acuerdo a los tiempos que corren”, concluyó Yabkowski.