Sectores combativos de la CGT llaman a movilizar a las regionales para eludir la quietud de la conducción

A través del metalúrgico Abel Furlán, titular de la secretaría del Interior, se busca que las seccionales locales se comprometan con la marcha de esta semana, a favor de la ley de Movilidad Jubilatoria. Así, meten presión a los sectores dialoguistas, que no formalizaron su apoyo a la jornada de protesta.

En declaraciones periodísticas, el líder camionero Pablo Moyano confirmó que participará de la marcha del próximo miércoles, para presionar al Congreso para que revierta el veto presidencial contra la Ley de Movilidad Jubilatoria. Junto a su Frente Sindical para un Modelo Nacional (FRENAMONA), el sector más combativo de la CGT se plegará a la marcha que protagonizarán las dos fracciones de la CTA, la Corriente Federal de los Trabajadores y los movimientos sociales, lo que constituye un importante abanico del movimiento obrero. La conducción cegetista, en cambio, decidieron no formalizar un llamado a la movilización, y dieron cierta “libertad de acción” a sus gremios.

Esto fue considerado un “obstáculo” para que la movilización sea masiva, por lo cual los sectores combativos decidieron buscar un atajo: a través de la secretaría del Interior llamaron a las regionales a sumarse a la jornada de protesta. Esto generó una importante discusión interna, e incluso algunos cuestionamientos a la mesa chica de la central obrera, todavía reacia a confrontar de forma directa con el gobierno de Javier Milei.

El llamado realizado por Furlán se conoció al inicio de esta semana, una forma de eludir la faltad he llamado formal a la movilización del próximo miércoles. En su carácter de secretario del Interior, el metalúrgico invitó a las diferentes regionales a que cada una “defina la forma y la modalidad en la que podría acompañar la medida de fuerza”. Ya comunicaron su respaldo las regionales: Misiones, La Rioja, Zona Andina y la Comarca, Zona Norte, Necochea, Ushuaia, Mercedes, Navarro y San Andrés de Giles, Pilar, Gualeguaychú, Del Tuyú, San Nicolás Ramallo, La Matanza, entre muchas otras. “La idea es darle apoyo a lo que decida la conducción nacional, dando libertad a los gremios para marchar”, le dijo a Data Gremial un dirigente del conurbano bonaerense, respecto del llamado a las regionales. De esta forma, se intenta salvar la situación de no contradecir a la dirigencia que conduce la central obrera, y ser parte de la movida de este miércoles.

Con la misma vehemencia que repudiamos todo ejercicio de violencia contra los jubilados en sus marchas, instamos a toda la ciudadanía a acompañarlos en sus reclamos que, en toda familia, en cada cuadra, tenemos un trabajador que, cumplido su ciclo laboral, se encuentra con un gobierno que toma medidas que atenta contra la posibilidad de que tengan una vida digna”, sostuvo la regional Lomas de Zamora, la más grande del país, respecto de la convocatoria de esta semana. “Entendemos que el gobierno, utiliza las fuerzas de seguridad para reprimir todos los reclamos en un claro intento de disciplinar a la sociedad argentina, que comienza a dar signos de resistencia a un modelo liberal que tiene sumergida a más de la mitad de los argentinos en la pobreza”, agregó mediante un comunicado. “Frente a este panorama donde ya está claro que este modelo no tiene sorpresas, ya que viene demostrando ser una réplica más cruel, de saqueo y represión que la que hemos conocido y sufrido, hemos decidido acompañar con fuerte presencia en la marcha del próximo miércoles 11 de setiembre al Congreso nacional”, finalizó la dirigencia local.

Foto interna

La decisión de Furlán de usar las regionales para saltar la falta de llamado oficial a movilizarse el próximo miércoles es parte de la tensión que existe en el seno de la CGT. Los dialoguistas, representados por los conductores Héctor Daer y Carlos Acuña y el estatal Andrés Rodríguez entre otros, son mayoría y mantiene su estrategia de no confrontación directa, más allá de los dos paros y algunas críticas dirigenciales. Pero la presión del moyanismo y sus aliados es cada vez más fuerte.  En este sentido, hay cada vez más críticas a esta realidad, y algunos sectores agitan el fantasma de la ruptura, recordando que en los 90 los espacios que buscaban confrontar con el menemismo decidieron salirse de la central obrera y formar el MTA, con Hugo Moyano como emblema.

La movida de las regionales profundiza las diferencias, ya que la conducción mantiene su idea de no llamar a la movilización. De hecho, el propio Andrés Rodríguez, el secretario Adjunto de la central y dirigente de UPCN, lo reconoció este sábado: “Damos libertad de acción. Hay una decisión táctica de no participar institucionalmente en la marcha del miércoles”. Lo mismo sucede con varias regionales importantes, que refieren no confrontar con los dirigentes nacionales. Pero la presión de algunos espacios está quebrando esta resistencia. Por eso se pueden ver varios dirigentes con intenciones de mostrar “músculo” este miércoles.

Reforma laboral

En tanto, la Casa Rosada sigue con atención la evolución de esta interna, y podría tratar de sacar provecho de las diferencias. Es que mientras trabajan para evitar el impacto de la marcha del miércoles, y la posible derrota legislativa respecto del veto de la ley, quiere terminar de ajustar la reforma laboral, que saldrá a partir de la reglamentación de parte de la Ley Bases. Según las versiones, el secretario de Trabajo Julio Cordero mantiene contactos con la conducción dialoguista para acordar algunos cambios en la reforma, para evitar una confrontación directa. Si bien Data Gremial confirmó los contactos, no está claro que haya una negociación abierta, algo que niegan en la sede de Azopardo.

Uno de los artículos bajo análisis es el 94 de la Ley Bases, que modifica la Ley 20.744 y habilita despidos en casos de bloqueos a las empresas. Dispone que “podrá configurar grave injuria laboral, como objetiva causal de extinción del contrato de trabajo, la participación activa en bloqueos o tomas de establecimiento”. Uno de los artículos bajo análisis es el 94 de la Ley Bases, que modifica la Ley 20.744 y habilita despidos en casos de bloqueos a las empresas. Dispone que “podrá configurar grave injuria laboral, como objetiva causal de extinción del contrato de trabajo, la participación activa en bloqueos o tomas de establecimiento”. En el primero de los casos, la CGT cree que hay demasiadas situaciones de represión y de ataque a los gremios como para habilitar esta medida. “Si se suma al comando que se está armando para las zonas productivas, se está dejando indefenso a los trabajadores”, admitieron fuentes consultadas. La referencia al Comando Unificado de Seguridad Productiva no es casual, ya que hay preocupación por el uso de este instrumento represivo en momentos de alta tensión social y sindical.

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