Sin autoridad formal, la Secretaría de Trabajo no homologa subas salariales y crece el malestar sindical

Hay acuerdos que llevan varios días sin ser firmados, por lo cual muchas empresas no los cumplen. Crece la idea de un “techo salarial” impuesto por el gobierno, y ejecutado por las empresas.

Esta semana, la Unión Ferroviaria cerró un acuerdo salarial para trabajadores de tres empresas, con un incremento del 32,24 por ciento para los sueldos de marzo. En la negociación, la dirigencia incluyó el pedido de una “rápida homologación” del convenio, para que sea liquidado a tiempo y se cobre según lo establecido. El compromiso fue lograr este paso durante el fin de semana, y así evitar demoras en el pago el pedido no fue caprichoso o aislado, y apunta a salvar una situación que se viene dando en varios sectores, respecto de los convenios alcanzados en paritarias: no son formalizados por la Secretaría de Trabajo. La excusa es el cambio de conducción de la cartera laboral luego del despido de Omar Yasin, que tendrá al abogado de la UIA Julio Cordero como nuevo titular, aunque todavía no fue nombrado en el Boletín Oficial. Pero los gremios afirman que lo que se busca es poner un “techo salarial” a las discusiones, y dilatar su entrada en vigencia. Es que ante la falta de homologación, muchas empresas dejan de pagar los aumentos, o lo hacen de forma parcial, generando conflictos.

Hoy, hay varios expedientes esperando firma, entre ellos muchos “pesados”, como el de Camioneros, que amenaza con una medida de fuerza si siguen las demoras.

La falta de homologación de los acuerdos salariales es un problema que crece y alarma a la dirigencia sindical.

El caso de Camioneros es el más notable, ya que el propio Hugo Moyano amenazó con protestas y medidas de fuerza si se sigue con esa tesitura. Lo cierto es que la Secretaría de Trabajo sigue ausente, y la tensión crece. Además de este acuerdo, que incluye una suba del 17 por ciento más una cláusula gatillo por inflación para marzo, hay muchos sectores a la espera. Los gremios de alimentación, textiles, encargados de edificios, plástico, aceiteros, molineros, mineros y pasteleros, entre otros, esperan la formalización de Cordero, para ver si se aceleran los tiempos. Pero lo cierto es que hay muchas organizaciones que tiene arreglados aumentos para este primer tramo del año y esperan el visto bueno del gobierno, que se sigue demorando.

A ellos se le suma el sector ferroviario, que firmó paritaria provisional para tres empresas. “Seguramente el acuerdo no estará homologado el sábado 23. Con lo cual dependerá de cada empresa si cumple o no con lo acordado”, informaron desde la Unión Ferroviaria, que llevó a la reunión de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) su preocupación.

Por lo general, la falta de homologación no tarda más de unos días, y es una formalidad. Pero en este tiempo, marca una intención de demorar los aumentos, y muestra la parálisis del ex Ministerio de Trabajo.

Esta maniobra incluso se hace en contra de entidades grandes, en acuerdos que representan a 1.200.000 de trabajadores, como es el caso de Comercio, la paritaria más grande del país. “El último aumento se homologó, pero con mucha demora”, le dijo a Data Gremial una fuente del sector mercantil.

El último tramo de la paritaria se formalizó este miércoles 20, aunque había sido acordado en febrero, que estableció un aumento salarial del 17,6 por ciento. La misma fuente consultada confirmó que este tipo de maniobra, que se están generalizando, “causan malestar”, y contradicen las propias palabras del presidente Javier Milei, que en campaña dijo que este tipo de acuerdos “era entre privados”, y el Estado no debía intervenir. Esta demora hace que muchos comercios dilaten el pago de los aumentos, según consta en varias denuncias recogidas por las secciones mercantiles.

Techo salarial

Estas demoras no sólo se vinculan a la cuestión administrativa –falta del titular de la cartera –o a las demoras lógicas del estado. Hay sospechas que lo que se busca imponer es un techo salarial, y las miradas apuntan al Ministerio de Economía. Las versiones periodísticas hablan que el titular de hacienda, Luis Caputo, tiene una fórmula que bajó a los encargados de firmar estos acuerdos. La idea es o convalidar subas mayores al 19 por ciento para enero, 15 por ciento para febrero y 12 por ciento para marzo. Todo lo que esté afuera de esos parámetros cae en esa zona ambigua y gris que es la falta de homologación.

Este techo salarial fue anotado por las empresas, que comenzaron a ofrecer bajo estos términos, imitando a los organismos estatales, que cumplen con los límites que quiere el ministro Caputo. “Techint está haciendo el trabajo sucio del gobierno”, dijeron desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en pleno paro en la rama siderúrgica por la falta de acuerdo salarial. este es un ejemplo de este tándem empresas-gobierno, ya que el gigante que lidera Paolo Rocca ofrece aumentos bajo el paraguas oficial. “Quieren dejar los salarios en los niveles estatales, y si llegamos a arrancarle algo, seguro tendremos el problema de la homologación”, sostuvieron las fuentes consultadas por Data Gremial.

Legislación

En el país, desde el 2004 la Ley 25.877 es la que rige los convenios colectivos, paritarias y otros acuerdos entre pares. Según queda establecido, los acuerdos regirán “a partir de la fecha en que se dictó el acto administrativo que resuelve la homologación o el registro, según el caso”.

Una convención colectiva de trabajo, cuyo término estuviere vencido, mantendrá la plena vigencia de todas sus cláusulas hasta que una nueva convención colectiva la sustituya, salvo que en la convención colectiva vencida se hubiese acordado lo contrario”, aclaró la ley, que deja en claro que en materia de aumentos, se debe dar el visto bueno de la autoridad de aplicación, el ex Ministerio de Trabajo, para que entre en vigencia.

La Ley 25.877 de Reordenamiento Laboral, sancionada en 2004 en reemplazo del articulado sobre la materia de las leyes 14.250 y 23.546, además determinó que los convenios colectivos de actividad “entrarán en vigencia el día de su homologación, a diferencia de la normativa anterior” que establecía la vigencia del acuerdo al día siguiente de la publicación en el Boletín Oficial. En cambio, los convenios de empresa -que no requieren homologación salvo que las partes lo soliciten- entran en vigencia el día de su registro ante la autoridad de aplicación.

En consecuencia, la secretaría laboral “tendrá 30 días una vez presentado el acuerdo o convenio con las firmas de todos los suscribientes para realizar observaciones sobre el mismo”. Si no hace observaciones en el plazo establecido, “el acuerdo se considerará tácitamente homologado”. Es decir, se considerará homologado por falta de observación en el tiempo que la ley le fija al ministerio, y a partir de ese momento entra en vigencia.