Esta semana, la secretaría de Gestión y Empleo Público del Ministerio de Trabajo difundió un informe donde destaca el aumento de la participación de mujeres en cargos ejecutivos de carrera en la Administración Pública Nacional. Se trata de una mayor cantidad de directores nacionales, generales, simples y coordinadoras en las distintas dependencias del Estado, que en un año aumentaron 12 puntos, según el relevamiento. Esta situación es, afirman los responsables del trabajo, consecuencia de las normativas que promueven “la inclusión y permiten avanzar hacia la paridad”, generando una ruptura de la brecha de género.
El trabajo “Importante crecimiento de la participación de las mujeres en los cargos de alta dirección pública” confirmó que esta participación creció en un año, y pasó “de un 36 por ciento en 2021 a 48 por ciento a diciembre de 2022”, en los cargos ejecutivos de carrera. El reporte actualizado a diciembre del 2022, evidencia “una fuerte evolución en los términos de paridad de género: los puestos de trabajo del personal civil de la APN eran ocupados en un 48,9 por ciento por mujeres y un 51,1 por ciento por varones, mientras que en cargos altos el 48 por ciento correspondes a mujeres y el 52 por ciento a varones”. Sobre estos últimos, se registra el crecimiento de la presencia de mujeres desde 2019.
Los valores reflejan que entre diciembre de 2022 y 2021 creció más de diez por ciento (10 por ciento) la presencia de las mujeres en los cargos ejecutivos de la administración pública nacional; mientras que en la base de la pirámide se mantiene la paridad. Por su parte, en las autoridades superiores hay una tendencia a reducir la brecha, ya que la participación de mujeres pasó del 21 por ciento en 2019 al 35 por ciento en 2022, aunque la presencia de varones continúa siendo preponderante: los hombres son el 64 por ciento en los cargos políticos del gabinete nacional como ministros/as, secretarios/as y subsecretarios/as de Estado. En este rango se mantienen los valores sin grandes modificaciones, excepto para los cargos de ministros /as, donde la presencia de mujeres crece de 8 por ciento (2021) al 25 por ciento (2022).
Personal jerárquico
A su vez se detectó que existe paridad de género en el personal civil del sector público nacional que no detenta funciones ejecutivas o de conducción, mientras la brecha de género se aprecia a medida que se asciende en la escala jerárquica de los cargos. Entre las funciones ejecutivas del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP) se advierte un incremento sostenido en la presencia de mujeres, que ronda el 40 por ciento.
"Comienzan a advertirse los efectos de normativas que promueven la inclusión y permiten avanzar hacia la paridad, lo que nos permite hablar de una ruptura del conocido "techo de cristal", un concepto que refiere a las barreras invisibles en cargos de alta dirección, en la administración pública nacional", consideró la socióloga Ana Gabriela Castellani, secretaria de Gestión y Empleo Público
La funcionaria destacó que la gestión iniciada en 2019 "incrementó la participación de las mujeres" y esto consolida una tendencia "por abajo" del ascenso de ellas a los cargos de alta dirección pública, así como también a los puestos de confianza política (autoridades superiores) que permite "modificar los sesgos de reclutamiento repetidos en los equipos; los varones suelen reclutar varones", destacó.
Factores negativos
El informe detalla asimismo dos factores que impactarían negativamente en el aumento de la participación de mujeres; en primer término, la reproducción de ciertos criterios de reclutamiento con sesgo de género: los cargos más altos se ocupan mayoritariamente con varones y se verifica un reclutamiento sesgado.
En segundo orden, las formas masculinizadas del ejercicio del rol, derivadas de los cargos: las posiciones son ocupadas tradicionalmente por varones, el ejercicio del rol se asocia al género y podrían resultar menos atractivos para las mujeres, o ponerse en tensión con la dinámica doméstica y/o familiar.
Este relevamiento se realiza dos veces al año por parte de los equipos técnicos de la Secretaría de Gestión y Empleo Público dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros y la fuente es la Base Integrada de Empleo Público y Salarios, que releva un universo de estudio que comprende al personal civil del sector público nacional, sin incluir a empresas públicas o de mayoría accionaria estatal.