Acusan a Maturano y su familia de hacer negocios millonarios en terrenos ferroviarios del Estado

El portal de investigación El Disenso reveló que la mujer del titular de La Fraternidad, María Fernanda Selva, directiva ferroviaria y también dirigente sindical, es dueña de una firma gastronómica que explota dos restaurantes ubicados en locaciones de la empresa pública Trenes Argentinos, algo totalmente ilegal por ser una funcionaria del Estado.

15 de mayo de 2024

María Fernanda Selva, directiva de los ferrocarriles, dirigente gremial y pareja del titular de La Fraternidad, Omar Maturano, resultó ser propietaria de una empresa de gastronomía que explota dos restaurantes en terrenos de la empresa pública Trenes Argentinos (SOFSE), algo totalmente ilegal según se desprende del Reglamento de Compras y Contrataciones de SOFSE, el cual expresamente prohíbe a “agentes y funcionarios del Sector Público” contratar con la firma. El ilícito fue revelado por el portal de periodismo de investigación El Disenso.

Negocios millonarios a costa del Estado

La nota da cuenta de que la mujer de Maturano es propietaria de la firma gastronómica Ainhoa SRL, con domicilio en Freire 1931 (en Belgrano R), una locación de Trenes Argentinos. Ahí, donde solía estar el Archivo Ferroviario, hoy funciona el restaurante “Olegario”. Al cierre de esta nota, en las redes sociales de María Selva todavía se podían ver fotos donde se la ve promocionando el emprendimiento culinario.

A “Olegario” se le suma “Tribu”, también ubicado sobre terrenos ferroviarios del Estado pero en este caso en el Tren de la Costa, en San Isidro. El Disenso accedió a la única oferta presentada ante la empresa, “que curiosamente fue presentada por Ainhoa SRL, y rubricada por María Selva”, relata la investigación que lleva las firmas de Mariana Escalada y Agustín Ronconi, directores del portal.

“Es decir, una funcionaria de Trenes Argentinos, casada con un gordo del sindicalismo, fue la única interesada en adjudicarse un terreno ferroviario con vista al río, donde levantar un restaurant de lujo por un canon irrisorio de 500 mil pesos fijos por mes para los próximos dos años, cifra que a valor del menú se paga con 30 platos de ravioles con tuco. Así, gracias a la influencia, los sindicalistas usan el patrimonio público como si fuera suyo”, describe El Disenso.

Y continúa: “Todo el negocio, por supuesto, es ilegal. De acuerdo al pliego de condiciones particulares, la pareja de Maturano cumple con las condiciones de inelegibilidad que remiten al artículo 11 del Reglamento de Compras y Contrataciones de SOFSE ya que ‘agentes y funcionarios del Sector Público’ no podrán contratar con SOFSE”.

Cargo “fantasma” y viajes de lujo

Data Gremial pudo ahondar más en el relevamiento de El Disenso. En ese sentido, nuestro portal ya sabía que Selva es Secretaria Administrativa de la Unión Personal Superior Ferroviario (UPSF), un gremio cuestionado por las cesantías de personal jerárquico ferroviario en estas últimas semanas. Pero además, mediante una fuente calificada del sector, se pudo establecer que la mujer de Maturano detenta el cargo de subgerente de Prensa y Comunicación en Trenes Argentinos desde 2021.

Sin embargo, el mismo informante detalló que “no se la ve nunca en las oficinas de la empresa”. Evidentemente, sus emprendimientos gastronómicos en terrenos del Estado la mantienen bastante ocupada. Aunque, como también refleja El Disenso, parte de su tiempo transcurre en viajes al llamado primer mundo.

“Lo cierto es que su vida pasa por Instagram, donde comparte sus jornadas comprando perfumes en New York, paseando por París, asistiendo a la Fórmula 1 en Montecarlo o practicando salto ecuestre. Esporádicamente, también la encontramos en Buenos Aires, con ropa de obrera junto a fotos del General, sacándose alguna foto con la plebe”, relata al respecto El Disenso.

Por último, la nota anticipa la posibilidad de más investigaciones sobre el líder del sindicato de los maquinistas y su entorno. “¿Son estos dos los únicos negocios del capo de La Fraternidad con el Estado? No. Esta es solo la punta del ovillo, pero sirve para entender el poder absoluto que tiene Maturano y su amplia familia enquistada en la estructura ferroviaria. Un poder tan grande que los funcionarios se inmolan en evasivas absurdas antes de brindar información que debería ser pública”, cierra.