En un clima de crisis económica, política y social en el país, los médicos cardiólogos intervencionistas de todo el país denuncian la situación por la cual atraviesan, según definieron, una “tormenta perfecta”. Es decir, la combinación de honorarios profesionales prácticamente inexistentes por el deterioro inflacionario y el aumento exponencial del costo de los insumos que amenazan la realización de una práctica médica segura.
“Se podrían apagar los monitores en caso de no llegar a un acuerdo y por dos días no se colocarían stents ni se practicarían angioplastias en Argentina con el riesgo inmenso que significarán para los pacientes cardiacos”, aseguraron desde el Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas (CACI).
El sector se encuentra desesperado por la situación económica en la que están inmersos y resolvieron que en caso de que no arribe a ningún tipo de acuerdo, el próximo 13 y 14 de agosto, no se efectúe en todo el territorio nacional ninguna práctica de colocación de stents ni de angioplastia.
A su vez, durante esos días de medida de fuerza, aclararon que los médicos solo atenderán las emergencias con riesgo de vida para no desproteger a la población. Asimismo, resaltaron que en caso de continuar profundizarán las acciones.
Estado de emergencia en la especialidad
Vale recordar que, en mayo pasado, el CACI declaró el estado de emergencia en la especialidad y ahora volvieron a advertir la misma situación. Los médicos reclaman una respuesta por parte de las prepagas, las obras sociales nacionales y provinciales, y además, que el gobierno nacional intervenga urgentemente para solucionar este conflicto.
“Esta situación ya viene provocando que obras sociales y prepagas dilatan cada vez más en el tiempo la entrega de los insumos, lo que somete a los pacientes a un riesgo mayor por la demora en el tiempo a su tratamiento”, detallaron.
Asimismo, cabe resaltar que la especialidad de los médicos cardiólogos intervencionistas tiene una función importantísima para la vida de las personas. Según advirtieron los profesionales, con sus prácticas evitan que se mueran 200.000 vidas aproximadamente cada año en la Argentina. En caso de que persista la actual situación de honorarios bajísimos y falta de insumos se incrementarán las muertes en el país por esta enfermedad, siendo la primera causa de muerte en el país y el mundo. “Tal como ocurrió en la pandemia”, recordaron.
También existen situaciones extremas a las que tienen que estar preparados. Por ejemplo, en el caso del infarto de miocardio existe un tratamiento alternativo a la colocación del stent con drogas más costosas que el stent, sin embargo, son menos efectivas. Y además, tiene el agravante de que luego se requerirá a posteriori angioplastias con colocación de stents para completar el tratamiento.
Por último, los médicos cardiólogos intervencionistas alertan que a medida que pasen los días y no reciban ninguna respuesta por parte de las autoridades de las prepagas, las obras sociales y del gobierno nacional respecto a su reclamo, la medida de fuerza se incrementará y llegará a un punto en que habrá un deterioro irreversible de la especialidad.