Luego de la cumbre entre el sector dialoguista de la CGT y funcionarios del gobierno libertario, aparecieron voces críticas a esta estrategia. “No conduce a ninguna parte”, sostuvo el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, quien consideró que este tipo de encuentros “nos lleva a un callejón sin salida”. “Dialogar con un gobierno que va a vetar otra ley votada por el Congreso, que le quita los derechos que protegían al trabajador, es un ejercicio que no conduce a ninguna parte”, agregó.
Por estos motivos, Yasky criticó al ejecutivo nacional ya que “nos quieren mostrar que el ajuste es la única salida para el pueblo argentino” y manifestó que es necesario que “el pueblo sea capaz de confrontar”, por lo que completó que “no creemos que sea posible sin un movimiento sindical decidido a estar en la calle”.
De este modo, el dirigente sindical aseguró que la primera reunión de las mesas nacionales de la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, de cara a la reunificación de ambas organizaciones, “es un hecho muy significativo” y que “es el inicio de un camino que va a fortalecer nuestra presencia en las luchas”, tal como indicó en declaraciones radiales.
Tardío e inútil
En tanto, en el marco del plan de lucha, el titular de ATE nacional Rodolfo Aguiar también rechazó las conversaciones. “El diálogo que algunos sectores proponen con el Gobierno es tardío e inútil. Tenemos que profundizar la lucha en el momento de mayor debilidad de esta gestión”, señaló el dirigente.
En cuanto a las medidas de fuerza, se prevé que esta primera acción, a realizarse en en la sede de Carlos Pellegrini y Juncal (CABA) dure 24 horas y finalice con una conferencia de prensa el viernes al mediodía. “En los próximos días vamos a iniciar una serie de permanencias y acampes en distintas sedes de la Administración Pública Nacional. Tampoco descartamos la ocupación de algunos organismos”, advirtió el dirigente estatal.
Ruptura
La decisión de la CGT de ir a esa cumbre tuvo incluso repercusiones internas. Mario “Paco” Manrique, dirigente del SMATA y diputado nacional del peronismo, criticó duramente a la actual conducción denunció decisiones que, según él, perjudican a los trabajadores, a las organizaciones gremiales y a la CGT en general y señaló la desconexión entre los dirigentes sindicales y los trabajadores. “Estamos gobernados por un inconsciente que no ve la realidad, no la quiere ver, no le interesa”, sentenció.
Respecto a la CGT, Manrique fue tajante al desmarcarse de la conducción actual. “No acepto que digan que se reúne la CGT. Se reúnen tres dirigentes, llevan el sellito pegado en la frente pero no representan nada. Es una CGT vacía de contenido”, expresó, criticando a líderes como Héctor Daer y Carlos Acuña, a quienes acusó de tomar decisiones sin consultar a la base sindical. El dirigente también cuestionó la falta de objetivos claros en la central obrera. “¿Cuáles son los objetivos de la CGT? No lo sé yo que, por ahora, soy el secretario Gremial, lo va a saber el trabajador”, se preguntó, manifestando su desacuerdo con la actual conducción y afirmando que no se siente representado por ella.
Manrique no solo criticó la falta de dirección, sino también el aislamiento de los dirigentes con respecto a su propio Consejo Directivo y respecto a los mismos trabajadores. “No hablamos con los laburantes. Ahora la CGT encontró al amigo”, refiriéndose a la relación cercana con el jefe de Gabinete, Francos, la cual, según él, coincide con un cambio de actitud dentro de la central sindical, “y todo ese accionar, que había puesto a la CGT otra vez arriba de la cresta de la ola, que teníamos la oportunidad de transformarnos en una referencia clara para la gente, Francos subió a la jefatura de Gabinete y coincide con el cambio de actitud”.