En un clima de crisis política, económica y social, el secretario General de ATE Córdoba, Federico Giuliani, denunció que en junio de este año se llevó a cabo una visita extraoficial y secreta de funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos, acompañados por empresarios de grupos económicos vinculados a la industria armamentística. Se trata de un encuentro que, según aseguró el dirigente gremial, se mantiene “bajo un hermetismo total” al punto de negar la visita.
Sin embargo, los trabajadores de la Fábrica Militar de Río Tercero confirmaron que vieron a los funcionarios. Allí estuvieron presentes autoridades del ministerio de Defensa que lidera Luis Petri, y de la presidencia de Fabricaciones Militares a nivel nacional, lo que ha generado un gran revuelo y preocupación entre la entidad gremial y la comunidad.
“A nosotros no nos llena de inquietudes y dudas que un gobierno de extrema derecha fascista, que gobierna en Argentina que decidió retirarse del grupo de países latinoamericanos del Caribe progresistas del grupo Puebla, y se vincula con el grupo de países más reaccionarios de la región en el grupo de Lima, abandona el Mercosur pero que tenemos un presidente que junta tantas millas como Marley viajando a Estados Unidos permanentemente para estar en charlas de corporaciones económicas”, expresó el secretario General de ATE Córdoba.
A su vez, el dirigente gremial alertó el vaciamiento que están haciendo en diferentes organismos nacionales vinculados a las políticas de defensa y militar del país. “Nosotros venimos denunciando un proceso de vaciamiento en la fábrica Dioxitek -que produce uranio enriquecido-, la central nuclear de Embalse, la Fabrica Argentina de Aviones (FADEA), la CONAE -que desarrolla investigación aeroespacial-, y que están posibles de ser privatizados”, resaltó Giuliani.
En la misma línea, expresó la preocupación “no solamente por los puestos de laburo, que se vienen llevando adelante como retiros voluntarios -que son despidos encubiertos-, sino por el aparato productivo y la argumentación para que este gobierno las intente vender al sector privado”. Y, además, subrayó: “En un mundo occidental que está en guerra permanente sabemos que necesitan insumos y armamentos, y qué mejor esta estructura con un Estado en retirada como el de Milei”.
Pedido de informe en el Congreso
La diputada cordobesa Gabriela Brouwer de Koning presentó un pedido de informe en el Congreso de la Nación sobre la visita de la delegación del Departamento de Defensa de Estados Unidos a la fábrica militar cordobesa de Río Tercero, empresa que viene siendo objeto de mucho interés desde distintos puntos del mundo en función de su capacidad para fabricar y exportar munición.
La central sindical exige transparencia y claridad sobre las verdaderas intenciones de los funcionarios yanquis y empresarios armamentísticos, y se teme que pueda estar relacionada con la venta de armamento o la instalación de bases militares en la región.
Alerta y reclamo
En ese marco, ATE Córdoba expresó su preocupación ante esta situación, ya que no se siente tranquila con un gobierno que permite este tipo de visitas secretas, sin informar ni consultar a los trabajadores ni a la comunidad. La central sindical demanda que se revele la verdad sobre esta visita y se garantice la transparencia en la gestión gubernamental.
Para el líder sindical, es peligrosa la combinación de destrucción del empleo público con la privatización de áreas estratégicas del Estado para la defensa nacional. Y le sumó: “la posibilidad de que banderas americanas estén flameando prontamente en estas instalaciones que son del Estado nacional como Fabricaciones Militares en Río Tercero”.
La visita secreta ha generado suspicacias y temores sobre las consecuencias que puede tener para la región y el país. La ATE Córdoba y la comunidad exigen que se tomen medidas para garantizar la soberanía y la seguridad nacional, y que se protejan los intereses de los trabajadores y la población en general.
Por último, Giuliani solicitó al Gobierno nacional y al ministro Luis Petri que salgan a dar las explicaciones necesarias. “Nos preocupa como laburantes, pero también como ciudadanos de estas tierras y volvemos a discutir como en 1810: liberación o dependencia, patria o colonia”, concluyó.