Pablo Moyano presentó este viernes su renuncia como secretario general de la CGT, en medio de un enfrentamiento con la cúpula de la central obrera. A través de una nota formal, explicó que su salida se debía a su desacuerdo con las decisiones de la llamada "mesa chica" de la Confederación.
"Me dirijo a ustedes, que he tomado la decisión de renunciar a mi cargo como co-secretario general de la Confederación General del Trabajo, al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada 'mesa chica'", expresa la carta enviada al Consejo Directivo Nacional de la central.
Diferencias cada vez más insalvables
En los últimos días, los sectores más moderados de la cúpula de la CGT, que agrupan a la UOCRA, UPCN, Obras Sanitarias y el barrionuevismo, habían desestimado la idea de convocar a un paro nacional contra Javier Milei, tal como lo había solicitado Moyano.
Además de oponerse al paro contra Milei, los dirigentes sindicales acordaron establecer una mesa de diálogo tripartita institucionalizada, que contará con la participación de empresarios y del Gobierno.
Justamente, la dimisión de Moyano tuvo lugar tras la reunión de las últimas horas que el sector "dialoguista", encabezado por Gerardo Martínez (UOCRA), mantuvo este jueves con el Gobierno y empresarios del Grupo de los 6 para abordar temas pendientes relacionados con el capítulo sindical de la Ley Bases.
Una desautorización que tomo estado público
Otro detonante habría sido la reunión de la “mesa chica” de la CGT, celebrada el martes en la sede de UPCN, a la que no asistió el dirigente de Camioneros. Es que fue en ese encuentro donde se descartó la posibilidad de tomar alguna medida de fuerza en lo que queda del año y se decidió apostar al diálogo con el Gobierno y las empresas.
Sucede que horas antes de la reunión, Moyano había anunciado que se estaba organizando "un paro nacional para diciembre" en oposición a las políticas del gobierno de Milei, además de una protesta que también sería "una gran movilización" con la participación de organizaciones sindicales y sociales. De esta manera, el camionero se sintió expuesto y desautorizado públicamente.
A esto se suma la propuesta de "democracia sindical" promovida en el Congreso por el radicalismo y el PRO, que afecta a las organizaciones gremiales. Ante este panorama, Moyano y otros sindicatos dentro de la CGT consideran necesario adoptar una postura más firme frente al Gobierno, una posición que fue rechazada por la "mesa chica" de la central.
"Democracia sindical": La UCR fuerza el reglamento y pide sesión para golpear a los gremios
Tras no conseguir las firmas necesarias para obtener dictamen sobre la iniciativa de "democracia sindical", que propone una reforma en la estructura dirigencial de los gremios y su impacto sobre los afiliados, miembros de la Unión Cívica Radical (UCR) presentaron una justificación legal para insistir con la votación del proyecto en la Cámara de Diputados la próxima semana.
La propuesta busca eliminar las reelecciones indefinidas para los secretarios generales, suprimir la obligatoriedad de la cuota solidaria y aplicar la ficha limpia para los sindicalistas. También se plantea la creación de un órgano de cinco miembros en la dirigencia de los sindicatos con representación de las minorías y nuevos esquemas para la elección de las obras sociales sindicales. No obstante, en la última reunión de la Comisión de Legislación del Trabajo, el proyecto impulsado por la UCR y el PRO solo obtuvo 15 firmas y no llegó a dictamen. Sin embargo, esto no impidió que Martín Tetaz (UCR), presidente de la comisión, insistiera con su solicitud.
Tetaz basa su interpretación en una votación del 21 de abril de 2010, que establece que "para que un despacho sea válido es necesaria la firma de la mayoría de los miembros de cada una de las comisiones". En este contexto, sostiene que "es ajustado a Derecho que el cuerpo no puede modificar el reglamento sin que haya un dictamen previo de la comisión correspondiente o, en su defecto, sin una mayoría especial" y concluye: "Considerando que esa resolución interpretativa fue aprobada por 141 votos a favor frente a 91 en contra [...] no se puede modificar el reglamento hacia adelante".
La solicitud de sesión para el próximo martes 26 de noviembre, que coincidiría con otro pedido de convocatoria de sus pares radicales del bloque Democracia para Siempre, está ahora en manos del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Aunque su decisión podría sentar un precedente y reformar la interpretación de la práctica legislativa, es importante destacar que La Libertad Avanza no respaldó completamente el dictamen de la UCR.