La Unión Personal de Seguridad República Argentina (UPSRA), que conduce a nivel nacional Ángel García, denunció y reclamó el cese de la violencia contra su Delegación de Lomas de Zamora, después de que, en la noche de ayer, un auto del gremio recibiera seis impactos de bala mientras se encontraba estacionado momentáneamente.
Mensaje mafioso
El siniestro se produjo alrededor de las 23:50, luego del atentado sufrido por la mañana en la sede de la Delegación local, con rotura de vidrios, mobiliario y amenazas con armas de fuego en la previa de una movilización por un conflicto con la empresa de Seguridad Privada SISEG.
Así, el delegado regional de Lomas de Zamora, Emanuel Agüero, contó con respecto al ataque: "Al llegar a mi domicilio, deje estacionado el auto del trabajo, el cual tiene los logos de nuestra entidad, y ya dentro de mi hogar, escuché unos estruendos" y agregó "allí visualicé una persona masculina que efectuó alrededor de 6 disparos al auto gritando "con SISEG nadie se mete".
“Esperamos el rápido esclarecimiento del lamentable hecho y que caiga todo el peso de la ley sobre los autores materiales e intelectuales del cobarde acontecimiento. En plena vigencia de la democracia y en memoria de los 30.000 compañeros desaparecidos no podemos tolerar esta escalada de violencia”, enfatizó Dante Centanni, Delegado Regional de Quilmes.
Repudio y contexto
Cabe destacar que la CGT Regional Lomas de Zamora manifestó su solidaridad para con el gremio y el repudio a las “acciones de vandalismo y agresiones físicas”.
En ese sentido, Centanni aseguró, sobre el ataque a la sede de Lomas por la mañana, que “a las 9.30 mientras preparábamos una movilización hacia el Banco de la Nación Argentina, a raíz de un conflicto con la empresa de Seguridad Privada SISEG que presta servicios de custodia y vigilancia en la entidad bancaria ubicada en la calle Leandro N. Alem 15, un grupo de 20 barrabravas perfectamente identificados, descienden de al menos 4 vehículos e ingresan a la sede de UPSRA, golpeando a compañeras y compañeros, destruyendo parte del mobiliario y rompiendo el vidrio del frente; exhibiendo armas de fuego, con amenazas concretas hacia los presentes y sus familiares, exigen que suspendamos la medida de fuerza hacia SISEG, caso contrario las consecuencias serán mayores”.
“No es la primera vez que SISEG, una compañía acostumbrada a la violación sistemática del Convenio Colectivo de Trabajo y de las leyes laborales, utiliza las patotas para intimidar a los trabajadores. Contratan siempre los servicios de este tipo de mano de obra para lograr perpetuar los constantes atropellos a los trabajadores. Con nosotros no van a poder”, concluyó Centanni.