Tras seis años del accidente sufrido por el trabajador de "Puesto Viejo, Estancia & Polo Club", Nelsón Bravo, intensifica el reclamo hacia el empresario multimillonario Jeremy Charles Phillip Baker y su esposa Cecilia Forrester.
El joven trabajador fue víctima de un estremecedor accidente de trabajo el 30 de septiembre de 2017 dentro de las instalaciones deportivas y recreativas de la estancia, ubicada en Ruta 6 km. 83 Cañuelas. El siniestro sucedió realizando labores de petisero, alimentando a los caballos de Polo del Club, cuando el tubo transportador de cereales, que dentro contiene un tornillo sinfín con hélices dentadas que arrastra los granos de avena, le atrapó y amputó el miembro superior derecho.
Rápidamente tuvo que asistirse por su propia cuenta en el Hospital Público de Cañuelas ya que el trabajador no se encontraba registrado, por ende, no tenía ningún tipo de Aseguradora de Riesgos de Trabajo, ni obra social. Tampoco contó con ayuda de sus empleadores.
Acciones judiciales
A raíz de semejante perdida para el joven trabajador, y la imperiosa necesidad de contar con una prótesis e iniciar un tratamiento de rehabilitación, inició a comienzos del 2018 una acción de amparo y logró que se condenara al Club de Campo Viejo. Sin embargo, Jeremy Baker se negó a cumplir con la instrucción judicial agravando notablemente el cuadro físico de Bravo ya que la musculatura, hueso, piel y muñón se fueron deteriorando con el tiempo.
En paralelo, Nicolás Schick, abogado representante del trabajador, radicó una acción judicial por despido y reparación integral, donde la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo condenó a Jeremy Baker, Cecilia Forrester y las sociedades que ellos controlan, con sus respectivas a ARTs, siendo que estás últimas, recién en el año 2022, le concedieron la entrega y colocación de la prótesis (6 años después del accidente).
Sumado a ello, los mega empresarios nunca pagaron la indemnización a Nelson Bravo, ni a su mujer, que estaba embarazada de su segundo hijo al momento del accidente, y su hijo de 2 años, dejándolos abandonados en la pobreza total.
A pesar de las denuncias penales, sentencias en su contra y pedidos de quiebra, según expresó el letrado, el ciudadano de origen ingles comercializa la venta de lotes conocido como "Desarrollo inmobiliario Puesto Viejo Estancia & Polo Club" y un “campo de vuelo” ofreciendo lotes residenciales aeronáuticos con hangares.
Manejos fraudulentos y embargo preventivo
Por otro lado, contemporáneamente con el dictado de la condena en su contra Baker y su esposa, iniciaron un proceso de insolventación y maniobras delictivas, habrían vaciado, insolventado, haciendo desaparecer fraudulentamente el patrimonio de sus empresas condenadas (Ancien Post S.A y Londres & Baires SRL), con el único fin de frustrar la ejecución en su contra, conducta que estaría encuadrada en el delito desbaratamiento de derechos, Defraudación y Estafa e Insolvencia Procesal Fraudulenta.
Ante ello, el doctor Schick presentó una denuncia penal contra los empresarios por “defraudación por desbaratamiento, insolvencia procesal fraudulenta y falsedad ideológica”, la cual tramita en el Juzgado Nacional y Correccional N° 50.
Asimismo, el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo Nº 24 ha dictado una medida cautelar disponiendo el embargo preventivo de todos los activos de otra de las empresas de Jeremy Baker.
Según manifestó el abogado Schick, el ambiente del Polo impone de “facto” una modalidad de trabajo ilícita, sin horarios, registraciones, ni inscripciones de ningún tipo respecto de los trabajadores petiseros. Trabajan jornadas de 24/7 de lunes a lunes, el franco depende de la “bondad” de su empleador, viven y duermen hacinados en las instalaciones del club Puesto Viejo, no tienen registración laboral, y no están registrados en Anses, y por ende tampoco tienen aportes previsionales, Obra Social ni ART.
“La conducta del dueño de Puesto Viejo, Jeremy Baker al no cumplir con el pago de la condena sin preparar el daño a un trabajador que perdió el brazo derecho en un accidente de trabajo dentro del Club, y donde ya existe una condena dictada por la Justicia Nacional de Trabajo es estigmatizante, denigrante y humillante para un trabajador que perdió una extremidad de su cuerpo trabajando para Baker y su conglomerado de empresas”, expresó el letrado, Nicolás Schick.
A su vez, agregó que "Baker asume una actitud absolutamente maliciosa, impune, ya que su incumplimiento condena a Bravo a mantenerse en la indigencia y al igual que su familia, pues su hijo menor y su esposa también son acreedores alimentarios por resultar también vencedores en el reclamo, en su calidad de dañados extrapatrimonial”.
Finalmente, aseguró que "se trata de una condena arrolladora, sin precedentes en la Justicia Nacional del Trabajo. La magistrada consideró la conducta temeraria y maliciosa del multimillonario Jeremy Baker y su esposa, quien no solamente tenía a Bravo trabajando clandestinamente, haciendo tareas peligrosas en una máquina obsoleta, sin protección que le extirpó el brazo hábil, sino que además inició un proceso de insolventación fraudulenta desviando bienes a terceros para eludir el pago a su cargo".