Centrales obreras responsabilizaron a los empresarios y el gobierno por el fracaso del Consejo del Salario

La CGT y las dos fracciones de la CTA se quejaron de la oferta “vergonzosa” de las patronales, y de la actitud de la secretaría de Trabajo, que “boicoteó” las negociaciones.

19 de julio de 2024

La dirigencia gremial apunto a los empresarios y el propio gobierno por el fracaso de las negociaciones en el Consejo del Salario, que hará que otra vez se defina el aumento del mínimo, vital y móvil de manera unilateral. Las tres centrales obreras se quejaron de la oferta de la patronal y la complicidad delos funcionarios para avanzar en un incremento muy lejano al que coincidieron los tres sectores. En este sentido, la CGT calificó como "vergonzosa" la oferta del sector empresario y le pidió al Gobierno nacional que no la convalide de forma automática.

"Desde la Confederación General del Trabajo buscamos acordar con el sector empresario a los fines de recomponer esta referencia salarial, pero nos encontramos con una inaceptable propuesta que de ningún modo será aceptada por esta central de trabajadores", expresaron desde la CGT en un comunicado. En tanto, desde la central obrera manifestaron: "Esperamos que el gobierno nacional no convalide automáticamente esta vergonzosa oferta que pocas soluciones traería a los sectores que más lo necesitan".

Además, a través de un parte de prensa titulado "otra vez sopa", sostuvieron que el ofrecimiento del empresariado "no está a la altura de las circunstancias". "La insensibilidad social por parte del sector empresario se traduce en los 245.094 pesos que ofrecieron para el mes de julio, en contraposición con los 480 mil propuestos por la representación de los trabajadores", explicaron desde la CGT tras el encuentro para establecer un nuevo salario mínimo. De esta manera, como las partes no arribaron a un acuerdo durante la reunión de este jueves, será el Ejecutivo nacional el que tomará la decisión de avalar o no el ofrecimiento.  

Boicot

El cónclave entre gremios, empleadores, el Estado nacional y los gobiernos provinciales se llevó a cabo ayer jueves, primero en comisión, y luego en la sesión plenaria ordinaria del Consejo del Salario, pero no encontraron un punto de encuentro entre lo que ofrecieron las cámaras y las demandas de los gremios. “Con la complicidad del poder ejecutivo, que funciona como una escribanía de las grandes corporaciones empresariales, la patronal volvió a boicotear la reunión del Consejo del Salario”, denunció por su parte la CTA de los Trabajadores.

Mediante un comunicado, la central que lidera Hugo Yasky afirmó que “como ya lo hizo en las reuniones de febrero y abril, la representación de Techint en el Consejo del Salario, ya sea a través de la Secretaría de Trabajo o de la mayoría de los paritarios patronales, llevó al fracaso el encuentro para fijar un salario mínimo vital y móvil acorde a las necesidades de la canasta alimentaria”. Esta actitud de boicot, agregó, “a la que el gobierno de Javier Milei se somete dócilmente, ha provocado que Argentina tenga el sueldo mínimo legal más bajo de su historia. Hoy ese haber alcanza apenas para cubrir la mitad de una cantidad de subsistencia, lo que explica en gran medida que cada vez haya más asalariados registrados por debajo de la línea de pobreza”.

“Con el valor actual pasamos a ser parte de los tres países con el salario mínimo más bajo de América Latina. Esta insensibilidad empresarial y de las autoridades de gobierno explica los 18 puntos de indigencia y el crecimiento del desempleo que se acerca a los dos dígitos. Por eso repudiamos la burla del sector empresario que propuso la vergonzosa cifra de 264.500 pesos a cobrar en el mes de noviembre”, resaltó la central obrera.

Congelamiento

Las tres centrales sindicales coincidieron en la cumbre en exigir un aumento del salario mínimo que cubra el incremento que ha tenido la canasta alimentaria. Por eso propusimos que el salario mínimo alcance los 482.000 pesos en el mes de julio y 505.000 en agosto. Al finalizar la reunión, el secretario adjunto de la CTA Autónoma Ricardo Peidro señaló que “esto es una farsa que va en línea con la política de este Gobierno que es sacrificar el salario, establecer una economía absolutamente detenida, sin avances. Pero no son efectos indeseados de las políticas del Gobierno”.

El congelamiento de los salarios, tanto en sectores formales como informales, o de jubilados y jubiladas, es un efecto deseado, y de esa manera se logra una transferencia de ingresos desde los sectores más vulnerables hacia los sectores económicos más concentrados”, afirmó el dirigente. “Podemos vislumbrar la complicidad del Gobierno con los grandes grupos económicos, algo que ya sabíamos porque sabemos quién gobierna, pero en estos ámbitos tripartitos es donde se manifiesta y se expresa con mayor crudeza este plan económico”, concluyó Peidro.